Fue tarde cuando me di cuenta de lo que estaba pasando contigo. Era yo aún muy pequeño para entender el por qué ese hombre se comportaba de esa manera.
Era tan pequeño como para comprender por qué actuabas así tú frente a él.
Y me di cuenta y a las malas, cuando te vi sentado en esa profunda bañera, mirándome con esa expresión tan triste y tan solitaria, pidiéndome ayuda con esos ojos llenos de súplica. Miré tu espalda y perdí la cuenta de las manchas que encontré ahí pintadas con morado, usándote como un lienzo lleno de pura agonía.
Y te supliqué, te rogué de rodillas y con lágrimas en los ojos, sujetando entre mis manos las tuyas, que alguna vez fueron enormes para mí, porque cuando crecí, me di cuenta que debía ser yo quien empezara a cuidarte del monstruo que teníamos en casa.
Pero me dijiste que no, con esos ojos llenos de miedo, sobre la imagen del hombre parado justo detrás de mí en ese momento.
~Ven conmigo, vamos, ven conmigo~
Y tú solo negabas a mis palabras soltando lágrimas. Me hiciste enfurecer y me largué de ese lugar en ese mismo momento.
Y me arrepiento de no haberte obligado, de no haberte tomado a las malas y sacarte de esa bañera. Porque si lo hubiera hecho, probablemente ahora no estarías metido en esa caja.
Lo que nunca terminé de comprender, es el por qué le fuiste tan fiel a ese hombre.
Y te pido, con todo mi corazón, que te olvides de toda preocupación que tengas sobre el alma.
Es por eso que tomo tu mano, y te quito el anillo que te ató por años a ese hombre, que te ató en vida a esos años de sufrimiento incomparable.
Porque la muerte los ha separado.
Beso tu frente tiernamente, como tú alguna vez lo hiciste conmigo y te deseo un buen viaje, otra vida, llena de alegría, como te lo mereces.
Y no tendrás que preocuparte por mi, porque te llevo conmigo en mi memoria.
Park Jimin.
Mi querido Padre.
Te lo suplico.
Sé feliz.
Te lo desea, tu hijo.
Fin
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En La Bañera [Editando]
FanfictionJimin aprendió que su único lugar seguro estaba en la bañera. Era el único escondite en donde su marido solía dejarlo en paz solo ciertas veces. El agua era relajante, pero su marido no podía saber que aquel cinturón se escondía en la misma bañera e...