Tierra

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Narra Athara

Estábamos tan felices festejando el cumpleaños de mí pequeña hermanita cuando los de la guardia llegaron, el terror recorrió mí cuerpo rapidamente, lo único que pude hacer fue levantar a mí hermanita asustada y tratar de calmarla. Vi que papá me señaló la mochila y rapidamente la agarre eso nos ayudaría en el viaje q emprenderiamos más que nada por la ropa, ya que con papá habíamos equipado la nave con comida, agua y un botiquín por si pasaban estas cosas.

Vi a mis padres pelear con los guardias y cuando encontré una brecha salí corriendo sabiendo que ellos me seguirían, mí hermana lloraba en mí pecho.

-Tranquila estaremos bien-susurre mientras corría más rápido, no me llevó mucho tiempo llegar al lugar donde estaba la cápsula por lo que rapidamente entre y lleve a mí hermana adentró.

-Quedate aquí sentada y no toques nada-aprete el cinturón de seguridad a su alrededor.

-No me dejes-lloro y me partió el corazón.

-Nunca-le sonreí-ahora quédate ahí mientras esperó a nuestros papás en la puerta-ella asintió y salí de la cápsula, revolvi alrededor buscando cosas que nos sirvan en nuestro viaje pero no encontré mucho, solo unas mantas y una radio. Las puse en la nave y volví a salir justo cuando papá entro y trabó la puerta con un fierro.

Al no ver a mamá me desespere, el me explico lo que pasó y que no teníamos mucho tiempo, por lo que los dos entramos en la cápsula y nos pusimos rumbo a la tierra, viendo por última vez a los guardias frustrados por no poder atraparlos.

La verdad que no sabía q nos deparaba en la tierra pero esperaba y pudiéramos hacer una vida ahí.

El viaje habrá durado casi una hora, Agnes se había dormido de tanto llorar, muestra tanto yo solo lloraba en silencio pensando en mamá no podía creer que ella no estuviera más con nosotros, sabía que papá  estaba dolido y pensaba en mamá ya que lo escuché sollozar. Así estuve un buen rato hasta que me quede dormida con la imagen de mamá en mí cabeza.

Nosé cuanto tiempo habre dormido cuando me desperté por las sacudidas que daba la cápsula, si no recordaba ma debíamos haber traspasado la atmósfera,  la cápsula siguió temblando más violentamente y parecía que no reducía la velocidad, al girar vi la cara de papa y por su expresión algo andaba mal.

-Que pasa?-pregunte-porque no está reduciendo la velocidad.

-Los paracaídas no se abren, y si no lo hacen chocaremos-no había terminadó de hablar cuando la nave templo más fuerte y papá suspiro-Ahi lo han echó.

Nuestra tranquilidad no duro mucho los paracaídas habían tardado en abrirse por lo que reducimos muy poco la velocidad y al aterrizamos solo sentimos un gran golpe dejándonos inconcientes.

Salto de tiempo

Nosé cuanto tiempo estuve entrando y saliendo de la inconciencia hasta que al fin pude mantenerme despierta, pestañe un par de veces para adaptarme a la poca luz que había en la nave. Una vez bien despierta me quite el cinturón de seguridad y me levanté de mí asiento. Inspesione a Agnes y pude ver qué su frente sangraba, luego me giré hacia papá y el lo tenía mucho peor ya que su pierna era atravesada por una barra de metal y su frente sangraba mucho.

Decidí primero abrir la compuerta de la Nave, no sabía si el aire sería tóxico o no pero debía conseguir una mejor iluminación para poder atender a papá, y también encontrar un lugar donde tenderlo mientras lo curaba.

Fue así que sin mucha demora me acerque a la puerta y tire de la palanca causando que está se abriera con sumo saliendo de ella, cuando el humo se aclaró vi la imagen más hermosa del mundo con la que tanto habíamos soñado. No podía creer que estaba aquí, los rayos de sol bañando con su resplandor a los grande y verdea árboles rodeados de musgo, el color celeste del cielo y lo blanco de las esponjosas nubes, inspire llenándome del olor a tierra mojada y flores silvestres, quedé maravillada.

Tuve que salir de mí ensueño al recordar que debía atender a papá y a Ag antes de seguir perdiendome en mí mundo.

Me dirigí hacia Agnes y le desabroché el cinturón para cargarla en brazos y llevarla afuera de la nave dónde la dejé acostada en el pasto no muy lejos de la compuerta, luego volví por papá e hice el mismo procedimiento solo que me costó mucho más ya que papá me superaba en altura y peso, con mucho trabajo logré dejarlo al lado de Agnes y volví a la nave buscando el botiquín.

Limpie sus frentes y las cure, no era muy grande las heridas por lo que no me llevó mucho terminar con eso, después seguí con la barra de metal por la inspección que hice no había tocado ningún nervio, hueso o arteria importante pero debía sacarla con precaución si no quería que las cosas empeoran. Prepare el alcohol, la aguja e hilo para coser y las vendas para envolverlo, despacio y con precaución saque la barra causando que papá soltara un par de quejidos pero siguió inconciente lo cual agradecí. Una vez eso terminado volví a desinfectar y cosí los dos lados de su pierna, eso dejaría una muy fea cicatriz pero lo importante era que iba a estar bien mientras los puntos no se salieran, con delicadeza vende su pierna y una vez terminado me relajé.

Al fin estábamos en la tierra, desearía que mamá estuviera junto con nosotros no era justo su muerte, odiaba el arca pero más odiaba a la canciller por sus estúpidas leyes.

The 100 y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora