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- Hola,  Hanna - contesto ella

- ¿Qué pasa? - le pregunte

Las personas no suelen venir a verte en un horario como este y menos si es una persona a la que tu presencia la desquicia

- Era importante verte, Tyron jamás me lo perdonará pero tenia que venir

- Te ves realmente mal - exprese

Ya no se veía como una mujer despampanante, inalcanzable, diva, perfecta. Lo que estaba frente a mi no era ni su sombra

- Debería estar prohibido decirle algo así a una recién aliviada

- ¿Que tú qué? - grite sorprendida, volteé a ver su vientre y me percate que había desaparecido gran parte de esta - ¿por qué no nos hablaste?

- No quería - dijo simple

- ¿Eso que significa? - sabia que si ella decidía quedarse con el bebé eso devastaría a Tyron - ¿ahí esta? - le pregunte al ver la pequeña silla de viaje

- Si - suspiro - ¿quieres verlo?

- ¿Es niño? - chille emocionada

- Si - sonrío de lado

Me levante del asiento en el que me encontraba y me acerqué lentamente a la sillita de viaje que estaba a un lado de ella. Todavía no me respondía si podía verlo o no y por lo mismo me mantuve a una distancia prudente ¿seria tan hermoso como ella?

- ¿No quieres conocerlo? - pregunto al ver mi indecisión sobre descubrir la cobija de su rostro. Asentí 

Halo de la cobija para que esta cayera del techo de protección del sol desplazándola a su pequeño pecho permitiéndome ver su tierna belleza

- Este no es un bebé recién nacido - le solté en cuanto lo vi. Era extremadamente hermoso; tenia unos ojos impresionantes de color azul, se asomaba un poco de cabello negro por su cabeza, sin duda alguna él y Ditier romperían varios corazones cuando crezcan

- Lo se - dijo ella llena de vergüenza

¡Vaya!, eso era nuevo

- Tengo que saber ¿te quedaras con él?

- No - dijo decidida pero se escuchaba la tristeza en su voz - puedes tomarlo si quieres - me dijo leyendo nuevamente mi rostro, haciéndole caso levante el pequeño bulto entre mis brazos

Quería comérmelo a besos, se encontraba despierto y rápido comenzó a jugar con mi cabello mientras soltaba la risa mas angelical del planeta. Tal vez sea demasiado rápido para decir esto pero... Ya se adueño de mi corazón al igual que Ditier

- ¿Por qué lo traes hasta ahora? - me anime a preguntar impulsada por la curiosidad que me causaban sus raras acciones

- Nació el día después de su boda, no lo podía creer - comenzó - me faltaban semanas y creí que lo estaba perdiendo, me dio un poco de miedo avisarles porque sabía que Tyron jamás me perdonaría el haber perdido al bebé

- Habría sido un accidente - interrumpí - él no se enojaría y si lo hiciera me vería en la necesidad de darle una bofetada para que se le acomodaran las ideas. Lo importante seria tu salud - le explique - eso habría sido muy egoísta, él no seria capaz de tanto - aclare - Pero ¿por qué hasta ahora?, si sabias que estabas bien y que en realidad se trataba de tu labor de parto ¿por que lo traes hasta hoy?  - insistí

- En todo este tiempo me pregunte ¿cómo era posible que Tyron lo quisiera mas que yo?, ni siquiera es suyo - dijo con lágrimas acumuladas en los ojos - incluso cuando me acompaño a mis citas o cuando supo el sexo del bebé estaba mas emocionado que yo - admitió - es verdad que no era un niño planeado pero para ser sinceras creí que al verlo florecería el instinto maternal en mi como lo hizo contigo justo en este preciso instante. La noche en que lo tuve y lo escuche llorar la realidad cayó en mi como un puñetazo - volteo a ver al bebé entre mis brazos - quise tenerlo un momento para mi y crear ese lazo que dicen tener entre madres e hijos pero eso no paso - suspiro - algo esta mal conmigo - sacudió la cabeza - a lo mejor ser madre no sea para mi - admitió con dolor - lo intente pero después de varios arranques de desesperación me di cuenta que tanto el como yo merecíamos algo mejor y se que él estará mejor con ustedes

Hanna (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora