[0.7]

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—necesito que me des toda la información que sepas — dijo el señor con traje de policía.

Las luces rojas y azules alumbraban toda la zona, el frío era aún presente y la lluvia cesaba a poco a poco mientras que el viento seguía su camino pero esta vez más calmado.

—mira, hijo, se que es difícil pero necesito que hables — se agacho el agente para poder mirar al pobre chico.

—yo...— empezó a hablar con una voz totalmente apagada, como si la persona que hablaba estuviera muerta —no se.

—¿no sabes que? — preguntó el policía.

—no se como dejé que pasara — lloró.

El agente se puso de pie, entendía que era una situación difícil para el crio. 

Jack levanto la mirada, veía como la ambulancia llegaba y como sacaban el cuerpo sin vida de su amado de la fría agua del lago. Sus ojos empezaron a derramar lágrimas como si no hubiera un mañana, el pecho le dolía, su corazón latía fuertemente mientras que su respiración aumentaba y no en una buena forma. Sentía pinchazos, de culpabilidad y miedo. Había hecho que su gran amor terminara ahí, en una camilla con una manta cubriendo la totalidad de su ahora frío cuerpo. Por el, por su culpa había hecho que alguien tan maravilloso como Finn Wolfhard tomará aquella situación tan trágica, al tratarlo de esa manera.

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hey — entró la chica a la habitación de su amigo.

Jack estaba ascostado en su cama mientras miraba el techo, no había salido después de la muerte de Finn. Una semana había pasado ya, Jack no tenía ánimos para nada.

—¿qué tal estás? — dijo la pelirroja acercándose — en el centro están pasando muchas cosas que ni yo me lo creo — rio.

Jack seguía sin hablar.

—Jack — se acerco y se sento a su lado, en la orilla de su cama — lo siento mucho por todo lo que ha pasado, no te lo mereces.

Seguía sin hablar.

—pero no puedes estar aquí encerrado toda tu vida...— pauso un momento — a Finn no le gustaría eso.

Ese nombre, otra ves ese nombre pronunciado por la gente sin saber nada, ese nombre que hacía a Jack llorar.

—lo siento de verdad — tocó su hombro — mañana será su funeral, si quieres ven.

Esas fueron las últimas palabras de Sophia antes de irse, dolida.

La noche cayó en Canadá, el viento era fuerte que hacía sonidos de silbidos, las hojas de los árboles se movían y se caían de sus respectivas ramas. La luz de la luna era tapada cada dos por tres por las oscuras nubes dando a entender que dentro de poco llovería junto con una tormenta. Jack lloraba, no podía parar de recordar aquella noche. El mundo se le caía a pedazos, rompió con Wyatt al día siguiente de la muerte de Finn, no quería hacer sufrir a Wyatt con sus llantos y la muerte de Finn.

La puerta se abrió dando a la vista a una mujer con pelo castaño, la madre de Jack le dolía ver a su hijo así.

—jack — dijo la mujer — tu padre y yo nos vamos a dormir, si tienes hambre te hemos dejado la cena para que la cojas — dijo con una voz quebradiza.

—lo siento — dijo Jack al oír esa voz, le dolía muchísimo ver a su madre que desde que lo adoptó fue muy buena con el — se que te rompe el corazón cuando estoy llorando por el.

— eres un chico fuerte jack — se atrevió a decir la mujer — superaremos esto juntos, no cargues todas esas maletas tú solo.

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Vamos a terminar este libro :)

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