Segundo Camino

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De nosotros depende ser felices.

Cada día estoy más convencido de ello.

Sigue tu estrella, infinitamente hacia arriba, siempre.

Déjate guiar por ella, nunca la niegues.

Sube, sube cada vez más arriba, siempre más y más alto.

Hasta que tu corazón esté satisfecho.

Hasta que, al mirar abajo, no veas más que manchas de luces y colores.

Estrellas en el cielo.

Estrellas en el suelo.

Tú en medio, tú el puente entre ambas.

Hasta que decidas convertirte en una estrella.

Sin darte cuenta que ya eres una.

Hasta que decidas seguir hasta alcanzar tu estrella.

Sin darte cuenta que ya eres una, y hay otras personas que te están siguiendo, como tú sigues la tuya.

Sin darte cuenta que ya hay otras personas envidiándote, por brillar como una estrella.

Sin darte cuenta que ya hay otras personas admirándote, por brillar como una estrella.


Y si no tienes una estrella que seguir, crea una tú mismo.

Llega hasta ese lugar desconocido al que ninguna otra estrella ha llegado.

Ilumina ese lugar, marca tu propio camino hacia allá.

Y conviértete en la estrella de ese lugar desconocido.

Brilla en ese lugar, para que otras personas sean guiadas por ti.

Para mostrarle a la vida que hay gente valiente deseando llegar a cualquier lugar.


Ambos caminos son uno de los grandes caminos del mundo.

Mis Cuentos CortosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora