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『𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑉𝐼𝐼𝐼』

Hatsumi escuchaba con atención lo que les recitaba su tutor de clase

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Hatsumi escuchaba con atención lo que les recitaba su tutor de clase. Los días habían transcurrido con normalidad después de ese incidente que tuvo con el par. 

—Como saben, el festival escolar se acerca —decía el mayor—. Por lo que estoy abierto a escuchar ideas de lo que hará nuestra clase. 

Al momento en el que terminó de hablar aquello, montones de manos se levantaron con escándalo, suplicando la atención del encargado. La rubia no tenía ideas para el qué hacer. Siempre era lo mismo; puestos de comida, juegos de azar, casas embrujadas, etcétera. Realmente, en esos momentos no le animaba la idea de participar en el evento. 

—¡Un maid café! —pidió uno. 

—¡Casa embrujada!

—¡Puesto de churros!

—¡Casino! 

—¡Tranquilos! —ordenó el profesor—. Esas ideas son lo que seguro elegirán las otras aulas. Necesitamos ser originales. 

La mayoría se quedó pensativo, Hatsumi sintió cómo Tenten le daba un codazo amistoso, guiñando el ojo de por sí. 

—¡Yo tengo una idea! —se apresuró la castaña—. ¡Haremos sesiones de astrología con Hatsumi!

Rápidamente se escuchó el bullicio de todos, estando más que de acuerdo con las palabras de su amiga. La ojiazul, apenada, negó repetidas veces con la cabeza. 

—No creo ser indicada para... 

—¡Siempre lo haces muy bien! —le alagó uno de sus compañeros—. Además, todos van a querer saber su fortuna. ¡Podemos poner un cartel que llame la atención! 

—¡Sí! —le siguió otro—. Como por ejemplo: "Conoce quién te ama en secreto" o "Esta es tu suerte dentro de cinco años!

Al parecer todos comenzaban a ponerse de acuerdo, ignorando el hecho de que Hatsumi no quería hacer de anfitriona. 

—Entonces —llamó el maestro—. Himura, ¿nos ayudará con eso?

Todas las miradas se posaron en ella, como presionándola para que aceptara. Soltó un suspiro, y asintió levemente con la cabeza. Todos saltaron de alegría en sus asientos, y uno que otro le regaló un "eres lo máximo".

Bueno, esto no debería salir mal. 

/.../

—¡Serás como Madame Sasu! —dijo con emoción Lee, quien caminaba a su lado. 

—No soy clarividente, tonto —Hatsumi tomó un sorbo de su caja de leche sabor fresa. 

—¿Me dirás mi futuro gratis? —pidió, tratando de poner ojos de gatito triste. La chica rió ante lo gracioso que se veía su amigo. 

SEGÚN LOS ASTROS || neji hyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora