HollStein

993 45 3
                                    

Había dejado de mirar el tiempo, solo sabía que era otro dia, otra noche donde se encontraria sola en esa vida eterna que su madre le había otorgado, otro dia, otra noche ayudando a aquellas pobres muchachas a escapar de las garras de su madre.

Todos le habian dicho que era una amargada por el hecho de que no había encontrado a su alma gemela, todos le habian dicho que tenia que acostumbrarse a una eternidad llena de servitud. Ya no quería ayudar a su madre a engañar a aquellas pobres muchachas ingenuas, pero no tenía opción.

Cuando penso que habia escapado de las garras de su madre, se sintió feliz, pero esa felicidad no le duró mucho porque ella la encontró y la enterró en un ataúd lleno de sangre. 70 años viviendo bajo tierra, sin un toque de luz, sin poder ver las estrellas brillar en el basta cielo. Se preguntaba porque su madre no la había matado simplemente, porque la había dejado con vida.

Cuando logró salir del ataúd se encontró en una nueva era, no le tomo tiempo adaptarse al tiempo en el que ahora le tocaba vivir pero extrañaba su tiempo. Se preguntaba cuando seria el dia que podria conocer cual era el color del pasto, cual era el color de cielo de simplemente destellado colores blanco y negro. Conocería lo que eran los colores cuando su alma gemela y ella hicieran contacto fisico, pero ya estaba perdiendo las esperanzas.

Cuando su madre la volvió a encontrar pensó que la volvería a meter en el ataúd pero no fue de esa manera, simplemente le dijo que le obedeciera. En ese quiso rodar los ojos pero se contuvo, fingiría que había aprendido su lección y seguiría ayudando a las chicas que pudiera. No supo cuántos años pasaron, qué más daba ver el calendario, que mas daba otro dia, otra noche en soledad.

Ahora tendrá que asistir a una universidad, tendría que compartir habitación con una humana desconocida. Solo esperaba poder encontrar un poco de paz.

Quería tener el poder de matar a su madre por haberla enviado a ese lugar, su compañera de habitación nunca se quedaba callada o quieta, siempre tenía al trio de pelirrojas con ella, invadiendo su lado de la habitación. Por eso había tomado venganza, tomar la ropa de la chica, su comida, dejar un desastre en el baño, etc.

Se había divertido, nunca pensó que esa chica fuera a enojarse con tanta facilidad.

Nunca pensó que encontraría a su alma gemela en esa chica, cuando sus manos se rozaron al intentar ponerle el atrapasueños fue tener una explosion de colores. No pudo evitar dejar salir un jadeo, escuchó que su Creampuff también había dejado salir uno.

Trato de mantener la compostura ante la nueva revelación, dejó salir un suspiro. Vio como Laura se movía nerviosa, como sus ojos veían a todos lados menos a ella. Sabía de su enamoramiento con Xena, pero ahora que la había encontrado no perdió la esperanza de que Laura se tomará el tiempo para conocerla.

Por primera vez en muchos años miro el calendario, sonrio, siempre recordaré esa fecha.

—Carmilla.—Dijo Laura aclarando su garganta.

La vampiresa movió su mirada para encontrarse con la de Laura, lo que fuera que ella iba a decir quedó atorado en su garganta. Laura no podía dejar de observar a la mujer frente a ella, nunca esperó encontrar a su alma gemela tan pronto, nunca espero que la compañera de cuarto del infierno fuera su alma gemela, entre todas las personas que podía encontrar Carmilla Karnstein era su otra mitad.

Carmilla solo le dio una pequeña sonrisa al ver como su Creampuff se perdía en sus pensamientos, dejándola esperando por lo que fuese a decir. Decidió esperar a que la chica aclarara sus pensamientos. La vio levantarse de la silla e irse a su cama sin decirle una sola palabra.

—Buenas noches, Carmilla.—Escucho el suave susurro envuelto en un suspiro.

—Buenas noches, meine Liebe.—Susurro Carmilla de regreso para simplemente recostarse en la cama y observar como su Creampuff dormir plácidamente. Admiro su belleza y se dio cuenta de que nunca se cansaría de hacerlo.

Se movió de su cama cuando Laura le dio la espalda, evitando que pudiera seguir admirandola. Camino hacia la ventana y supo que la espera había valido la pena, miro las estrellas en ese cielo cubierto de luz lunar y supo que tendría que proteger a Laura aunque le costara la vida.

.............

—Todos sobrevivimos.—Dijo Laura tratando de ser fuerte, tratando de no romper en llanto al darse cuenta de lo que había sucedido, al darse cuenta de todo.—Pero Carmilla está muerta.—Dijo en un susurro quebrado. —Mi alma gemela está muerta.

Cada segundo que podía ver colores era como tener un cuchillo atravesado en su corazón, cada color era un recuerdo de que su alma gemela ya no estaba con ella, cada color era un recuerdo de que ella le había rogado a Carmilla que le ayudara sin detenerse a pensar en las consecuencias.

En cuestión de segundos Perry entró siendo seguida por Danny cargando a una muy lastimada Carmilla. Su cerebro salió de su estupefacción y corrió por el cartón lleno de sangre que sabía que Carmilla mantenía en el refrigerador.

—Vamos estupida vampiresa.—Susurro. —No te mueras. —Rogo tratando de mantener un poco de esperanza.

La vio moverse, dejó salir la respiración que no sabía que había mantenido. No pudo evitar abrazarla con fuerza y llorar en su hombro, sabía que tenía que ser ella la que tenía que darle confort a Carmilla pero no podía evitarlo. Toda aquella agonía de no volver a verla la estaba abandonando.

No supo en qué momento Carmilla se había puesto de pie, no supo que en momento se había movido tan cerca de su rostro, tampoco supo que en momento fue que Carmilla la beso y segundos despues se encontro con otra explosion de colores frente a sus ojos.

No dejaría que Carmilla la dejara.

Carmilla no permitir que Laura saliera lastimada.


meine Liebe: Mi amor 

Lesbians One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora