Lesbians One-Shots

SwanQueen

Te amo 

Siempre se le había hecho muy difícil quedarse dormida, no importaba si estaba o no, a veces las pesadillas de su tiempo como la reina malvada regresaban y todo lo que había pasado durante ese tiempo regresaba con venganza. Pero esta vez no estaba despierta debido al miedo a tener una pesadilla sino al simple hecho de que no podía creer todo lo que había logrado desde el momento en el que su relación como Emma empezó.

Ella era una de las personas que al inicio había estado confundida con todo, nunca imaginó que terminaría enamorada de la hija de su enemiga, de la madre biológica de su hijo. Todo parecía ser una mala broma del destino pero si era sincera consigo misma no cambiaría nada de eso.

Les tomo tiempo entender que era lo que sentía por la otra y que estaba bien tener esos sentimientos. Ambas habian tenido miedo que todo fuera a desaparecer de la nada después de conocer qué era lo era ser amado sin malas intenciones, sin ser manipuladas y sin que la otra persona les hiciera daño.

Dirigió su mirada hacía la persona a su lado en la cama, sonrió al ver a Emma dormir con tanta tranquila mientras se acurrucaba contra el pecho de Regina. Regina sabía que después de días luchando contra seres malignos, contra la estupidez de muchas de las personas que habitaban Storybrooke, Emma terminaba super cansada al igual que ella. Nunca entendería como ese pequeño pueblo podía meterse en tantos problemas en cuestión de horas.

—'Gina. —Escucho el susurro entrecortado proveniente de Emma.

Regina rodó los ojos ante el apodo que la rubia le había dado en unos de sus momentos juguetones y ese apodo se había quedado incluso cuando estaba dormida.

—'Gina. —Volvió a escuchar

—Si, querida.

—...stas...spierta?

—Si, lo estoy.

—Mmmmm....te...amo. —Balbuceo Emma antes de quedarse dormida profundamente.

Regina no pudo evitar que una sonrisa se hiciera presente en su rostro, no importaba cuantas veces Emma le dijera que la amaba siempre provocaría que su corazón se acelerara y que sonriera.

—También te amo, querida. —Susurro Regina antes de depositar un suave beso en la frente de Emma y cerrar los ojos.