Lesbians One-Shots

Camren

Juntas 

Su departamento estaba a oscuras, el sonido de las gotas en su ventana le indicaban que la Lluvia había empezado, suspiro recorría las cortinas para ver el cielo nublado. Todo eso le traía paz y tranquilidad, pero aun así no podía dejar de pensar si su novia había llevado un paraguas. No pudo evitar sonreír ante eso, después de muchos problemas había podido quedarse con las chicas que más amaba.

Días como ese le inspiraban a dibujar, se concentró tanto en su dibujo que no escucho cuando la puerta se abrió, dejando ver a una morena.

-Lolo, ¿qué haces? – pregunto la morena abrazando a la chica sentada frente a la ventana

--Solo dibujo, Camz—respondió la pelinegra

La morena se sentó a su lado para ver qué era lo que estaba dibujando, sonrió al ver el por la ventana y luego ver el dibujo, era el reflejo del cielo. Las nubes negras, el tono grisáceo que cubría todo.

Camila Cabello y Lauren Jauregui habían tenido muchos problemas en su relación, sus caracteres eran muy fuertes, ninguna de dejaba dominar, ambas eran tercas y orgullosas, pero cuando se trataba de su relación ambas sacaban las garras para defenderla a como diera lugar.

Desde el momento que ambas decidieron que ya no les importaba lo que dijera la sociedad su relación se había hecho más fuerte, ambas se entendían más al no tener la presión del que dirán. Lauren dejo el dibujo de lado, paso sus manos alrededor de la cintura de Camila para acercarla a ella. Camila no protesto, solo se dejó llevar.

La espalda de Lauren estaba pegada al sofá mientras que la de Camila al pecho de Lauren, ambas se quedaron en su burbuja; burbuja donde solo eran ellas dos y nadie más, donde todo el mundo y todo a su alrededor dejaba de existir. Donde solo podían ser dos jóvenes que se amaba y que lo único que querían en la vida era poder estar juntas y ser felices, poder tener una familia.

Lauren apego más el cuerpo de Camila al suyo –Te amo—susurro mientras escondió su rostro en los cabellos castaños de la morena

Camila no pudo evitar sonreír ante eso, Lauren siempre le decía que la amaba, pero escucharlo todos los días no evitaba que ella se emocionara. La morena se dio vuelta para sentarse a horcajadas en el regazo de la pelinegra, Lauren instintivamente puso sus manos en la espalda de Camila. Al verse a los ojos ninguna podía ocultar el amor y la adoración que sentía la una por la otra, era demasiado obvio.

Camila cerro el espacio entre ambas dando inicio a un beso lento, enredando sus dedos en los cabellos azabaches de su novia. Lauren no perdió el tiempo para responder al beso. Estuvieron besándose, susurrándose palabras de amor al oído, sin pena, sin miedo, sin nada que las hiciera querer separarse.

Ambas se amaban y lo único que querían eran seguir juntas.