La no fiesta

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Al poco de terminar de colocar todas las cosas, llegaron Alison y Brandon con más comida para picar. Fuimos al salón y Alison puso música en la televisión y me obligó a bailar con ella. Pude ver un poco de celos en la cara de Matt, pero no le di importancia porque al fin de cuentas, es mi mejor amiga y no iba a haber nada más que un momento divertido que recordaremos para siempre. Continuamos bailando, cantando y bebiendo super felices hasta que oímos el timbre. Paré la música pensando que sería algún vecino que venía a quejarse por el volumen y así se fuera, pero siguieron tocando. Al final con mala gana decidí ir a mirar quién era la molesta persona que estaba tocando el timbre todo el rato. Cuando abrí puerta no me dio tiempo a decir nada porque bastante gente entró de golpe, algunas con bebidas y otras con algún altavoz. Justo cuando cerré la puerta habían puesto la música, y me asusté mucho. Me entró tal ansiedad que subí rápido a mí habitación. Por suerte todas las habitaciones estaban cerradas con llave y yo guardaba las copias para que nadie entrará. Abrí la puerta de mi habitación y la cerré sin seguro, y me senté en el suelo apoyado en la cama. Ahí no aguanté más y me puse a llorar sin parar.

- Esto no puede estar pasando. ¿Porqué a mí?- pregunté a la nada sollozando.

- Esto no es culpa tuya. No te agobies con esto, lo solucionaremos juntos en nada- me dijo Matt mientras se sentaba a mi lado.

Me rodeó con su brazo y me acercó para abrazarme. Yo me acomode de tal manera que los dos estuviéramos agusto y le correspondí el abrazo, mientras hundía mi cara en el hueco de su cuello. Matt conseguía tranquilizarme con nada, aparte de que su olor embriagador me hipnotizaba. Salí de mi escondite y cruzamos miradas. Estuvimos varios segundos mirándonos sin saber que hacer, hasta que Matt me besó. Fue un beso lento y dulce. Nunca me había parado a pensar cómo serian los labios de él, pero ahora se que eran suaves y muy dulces. Nos separamos por falta de oxígeno, y juntamos nuestras frentes mientras teníamos una sonrisa boba dibujada en nuestros rostros.

- Habrá que bajar para finalizar esta "fiesta"- me dijo Matt mientras me acariciaba la mejilla.

Yo sólo asentí, y nos levantamos para salir de mi habitación. Mientras bajábamos intenté buscar a Alison y Brandon, pero no los veía por ningún lado. Con Matt llegamos a donde habían enchufado toda la música y éste la quito. Todo el mundo se empezó a quejar hasta que habló.

- La fiesta ya a acabado, todo el mundo para su casa. Y no vuelvan a montar una fiesta en una casa ajena- les dijo Matt con tono serio.

La gente se quejó aún más, pero al final decidieron salir, porque Alison no se desde donde les amenazó con llamar a la policía. Cuando se fueron todos y vi el desastre que habían montado me asusté, pero mis amigos me dijeron que entre los cuatro lo íbamos a limpiar rápido. Tardamos cerca de una hora en dejar todo como su no hubiera pasado nada. Al acabar de recoger todo, me sentí aliviado por completo. Decidimos ir al salón y ver alguna película en Netflix. Cuando vi que Alison y Brandon habían puesto una película de terror me empecé a asustar y Matt me miró con curiosidad.

- ¿Te dan miedo este tipo de películas?- me preguntó confundido.
A lo que yo asentí tímidamente.

- Si quieres puedes abrazarme- me dijo esta vez un poco nervioso.

Yo sólo sonreí y le arrastré hasta la cocina, ya que como no una película no se puede ver sin un buen bol de palomitas. Mientras esperábamos a que se hicieran aproveche y le robé un pequeño beso, lo cual al cabo de un par de segundos me sorprendió más a mí que a él. ¿Desde cuándo era tan lanzado? Y sobre todo, ¿cómo puedo serlo con Matt, con lo nervioso que me pone?

- Archie, que las palomitas ya están- me dijo Matt a pocos centímetros de mi cara sacándome de mi trance.

Metimos las palomitas en un bol y llevamos un par de refrescos y vasos para beber. Alison más que sentarse, se medio tumbó ocupando un sofá entero, mientras que Brandon permanecía en el suelo a su lado. Matt y yo decidimos compartir el otro sofá, por lo que pusimos todo en la mesa de centro y nos tapamos con una manta. Ni a los cinco minutos de empezar la película ya estaba asustado y abrazado a Matt, a lo que oí una ligera risa. Levante un poco el rostro y vi como Matt me miraba mientras se reía con esa sonrisa tan perfecta que tenía. Me tapé la cara con las manos por la vergüenza que me estaba haciendo pasar, pero él me las apartó.

- No escondas tu cara bebé, te ves adorable cuando te asustas- me dijo susurrándome al oído, con la voz algo más grave de lo normal.

Por acto reflejo me mordí el labio, y es que debía de admitir que había sonado muy sexy. El resto de la película estuve abrazado a Matt y pegando algún que otro grito por los sustos que me pegaban los personajes,  y cuando se acabó decidimos irnos a dormir. Les abrí la puerta de las habitaciones de invitados y me despedí de los tres. Al entrar a mi habitación me dispuse a cerrar la puerta, pero había algo que me lo impedía. O mejor dicho, alguien, quién me sorprendió.

Distanciados por una ventana (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora