Abismo

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Irina

Bajo a toda velocidad de la azotea. Le pongo un mensaje a Ana para que no me espere hoy, tomo una ducha, desayuno y salgo casi corriendo para llegar a tiempo a la universidad. Me encuentro a Ana casi en la entrada y la noto algo extraña, no para de mirar su teléfono, pero no le doy demasiada importancia - tal vez espera una llamada de su padre. En un descanso entre turnos quedo con Paula para ir juntas a almorzar y luego a la peluquería, yo voy a retocar mis mechas y ella se hará un cambio de look. Mientras concretamos los detalles recibo un mensaje de Pascual:

Pascual: Necesito verte hoy en la tarde, te espero a las cinco donde siempre.

Confirmo mi asistencia y las clases continúan. A las doce terminamos y espero a Paula en la entrada de la uni, luego de diez minutos pasa en un taxi y vamos a comer a una cafetería mexicana. No me gustan mucho ese tipo de comida porque no tolero bien el picante, pero a Paula le encantan los retos y si nadie se atreve, ella sí. Yo me pido unos tacos y ella el burrito más picante del menú. Al acabar prácticamente puede encender una fogata con su aliento.

Nos tomamos unos helados y caminamos hasta la peluquería que no está muy lejos. Llegamos al turno de las tres y nos atienden de inmediato. Paula se va a pintar todo el pelo de rosa y luego la acompañaré a tatuarse una Catrina en el hombro derecho. Ahora se parece una nomita con el cabello rosa y cuando estamos a mitad del tatuaje miro que son las cinco y cuarto y casi sin despedirme salgo corriendo para llegar donde Pascual.

Llegó prácticamente sin aliento y Pascual me espera muy cómodo sentado, con una ceja levantada y golpeando un pie contra el suelo (marcados indicios de su impaciencia). Le lanzo una sonrisa de esas de -lo siento estaba bobinado y se me olvidó la hora. Sin bajar la ceja me golpea el hombro y vamos a resolver nuestros asuntos. Después de tres horas llego a casa de Paula.

(…)

Un delicioso aroma a salsa de tomate inunda el lugar. El olor sale desde la ventana de la entrada en la cual estoy parada mirando como Paula cocina al ritmo de una música extraña que no conozco. El pelo rosa le va muy bien con su piel blanca, lleva una sudadera negra muy grande que usa a modo de vestido y tiene descubierto el hombro del tatuaje. Luego de un rato nota que la observo desde la ventana y abre la puerta diciéndome: -espero que te gusten el spaghetti. Yo le doy una palmada en la nalga confirmando que me encantan.

Dejo mis cosas en su habitación y le pregunto si puedo tomar un baño. Paula niega con la cabeza y me dice que tenemos que bañarnos juntas "porque no hay mucha agua". Entro a la cocina y practico mi mala costumbre favorita; sentarme en la encimera. Sin poder controlar la intriga meto un dedo en la salsa recién sacada del fuego y Paula me mira perpleja, - obviamente mi dedo quemado no es algo que me preocupe jjj. Paso la lengua por el dedo y saboreo una salsa deliciosa con un ligero toque picante. Mi prodigioso cerebro maquina una pequeña maldad con el resto de salsa que quedó y luego de soplar un poco para que se enfríe llega la hora de un buen lanzamiento a la cara de Paula.

Mi carcajada maléfica supera el volumen de la extraña música que hay en la cocina y ella se prepara para la venganza. Me persigue con la mano llena de pasta con tomate y en un tropiezo con su perrito caigo al suelo; se acerca lentamente con una mirada perversa y cuando intento escapar lanza la pasta hacia mi cabeza. Su mala puntería solo hace que todo vaya directo a la cara de Axel Roses en mi camiseta.

La música se detiene, Paula casi no respira, el aire se pone tenso y salen chispas de mis ojos, aunque... voy a poner en práctica las enseñanzas del Maestro Jum. Sale una sonrisa de mis labios y sin más - a provocar en topless por la casa. Su cara se hace un poema, está tan confundida que no sabe qué hacer y yo voy a quitar la mancha de mi ropa. Después de tender la camiseta nos metemos al baño. Salgo bastante decepcionada porque esperaba algo más que una frotada en la espalda, aunque no me resulta tan extraño. Luego de la cena vemos algo de cine de terror y aprovecho la madrugada para adelantar algunos trabajos de la escuela. Al terminar recibo un mensaje de Lucas que quiere verme. La verdad estoy algo agobiada así que me pongo unos calcetines y subo a la azotea, necesito pensar.

Fuera de casa (EN PROCESO) ACTUALIZACIONES LOS LUNES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora