Ser cazadores de demonios era arriesgado en muchos aspectos, mortal incluso.
No solo debían sobrevivir a los ataques de demonios, heridas, huesos rotos, viajes y obstáculos inesperados si no que también debían de aguantar otras cosas más... Comunes.
Kamado Tanjirō, el "líder responsable" del trío de cazadores de demonios, estaba enfermo tras una batalla.
Priorizó demasiado a los demás y acabar al demonio, como siempre, y acabó con una enfermedad además de varios huesos rotos.
Por ello y otras cosas los cazadores de demonios debieron de buscar refugio a la mitad de su viaje para su próxima misión, estando en medio de la "nada", no encontraron mejor morada que una cueva al interior de un bosque.
Tanjirō insistió a sus compañeros en qué no debían preocuparse, que lo importante era avanzar, que estaban cerca del pueblo donde era su misión... Tanto Zenitsu como Inosuke lo ignoraron, y qué decir de Netsuko, ella lo tuvo abrazado tanto tiempo como pudo para que su hermanito se sintiese bien.
Tanjirō estaba resfriado y con huesos rotos, siendo cuidado por Netsuko mientras Zenitsu patrullaba e Inosuke cazaba.
Inosuke, aunque no lo pareciera, era el más preocupado de los tres.
« ¡ Si Gopanchiro muere no tendré a quién enfrentarme ! »
« ¡ Si muere no tendré manada a quien guiar y proteger ! »
« tendré que soportar a Monitsu...»
Miles de pensamientos pasaban por su cabeza, cada uno peor que el anterior por lo que no se detuvo ante la gran idea de cazar algo para que Gopanchiro se recuperase.
— ¡ Quédate aquí ! ¡ Yo me encargaré de todo ! — había dicho antes de salir de la cueva directo al bosque, rodeado de oscuridad.
Era de noche cuando Inosuke había partido, las horas habían pasado y aún así él no había vuelto hasta el amanecer.
Tanjirō estaba preocupado, no quería que su amigo sufriese o le pasase algo por lo que salió de la cueva dejando protegidos a Zenitsu y Netsuko.
Con lo que Tanjirō no contaba era que, por su nueva condición, su olfato estaba obsoleto por el resfriado.
Así que, prácticamente a ciegas, fue por el bosque gritando por Inosuke.
Y así fue como se perdió, ahora el pobre chico estaba perdido, solo, hambriento y preocupado... Además de asustado aunque no quisiese admitirlo.
Pero aún así no se rindió, siguió caminando y buscando a su compañero, esperando que este estuviese bien.
¡ Cosa que, por supuesto, era cierta ! Ya que, de manera inesperada, Tanjirō encontró a Inosuke.
El chico jabalí estaba golpeado, enmarañado y cubierto de sangre que al parecer no era suya ya que sobre sus hombros tenía un ciervo muerto.
— ¡ Gopanchiro ! ¿¡ Qué haces aquí !? ¡ Estás débil, vuelve a la cue——— ¡ Achú ! — el chico no terminó la frase ya que empezó a estornudar y tocer con fuerza.
— V-Vamos, ¿ Si ? Volvamos juntos a la cueva...— Balbuceó intentando ayudar al chico el cuál se negó.
Ambos, guiados por Inosuke, llegaron a la cueva en menos de una hora. Al llegar Zenitsu los regañó y obligó a contarles todo.
Pero lo que nadie esperaba era lo que Inosuke diría.
— Me adentré en el bosque porque Gopanchiro estaba débil, más que los demás...¡ Y como soy el líder debo cuidar de la manada y ya ! Intenté cazar pero se hizo de noche, al final conseguí el ciervo aunque pelee con una cosa más grande ...¡ Pero ya estoy aquí ! ¡ Todos estarán bien ! — a pesar de lo que el joven salvaje decía, todos lo veían con preocupación ya que se veía mucho más malherido y débil.
Al final, Tanjirō e Inosuke terminaron en cama, siento cuidados por Zenitsu y Netsuko.

ESTÁS LEYENDO
InoTan; Drabbles
FanfictionHistorias cortas y bonitas de InoTan. Uno por semana o quizás más (? Los personajes no me pertenecen, todo en base del anime Kimetsu no Yaiba y una elección al azar de temas. Sin más que añadir, disfruten ~