7

1.3K 76 8
                                    

Habían pasado cuatro meses desde que me enteré que iba a ser mamá una vez más. Cuatro meses de amor absoluto, cuatro meses en los que llevo una sonrisa imborrable.

Aun llevo en mi memoria el recuerdo de la primer ecografía que hicimos...

Habíamos llegado al hospital temprano, Heriberto buscó a su amigo, que era ginecólogo, para que me hiciera la primera consulta.

Me mando a realizar análisis de sangre y otros estudios para comprobar que todo viniera bien. Preguntas de rutina y, finalmente, decidió hacerme una ecografía.

-Acuéstate en la camilla-Me indicó y lo hice.

Prendió el aparato y me puso el gel sobre mi piel para comenzar a pasarlo.

-Pues sí, felicitaciones. Escucha como late su corazón-Es el sonido más hermoso del mundo.

De pronto, lo veo hacer muecas ante la imagen y, automáticamente, los nervios me atacan.

-¿Pasa algo, doctor?-Le pregunto preocupada, ¿Hay algo malo?

-Es que no lo puedo creer.

-¿Qué sucede, David?-Le pregunta Heriberto.

-¡Felicitaciones!-Dice con una sonrisa-Van a ser padres de dos angelitos-En ese momento, mi corazón se detiene para volver a latir a toda velocidad.

-¿Qué?-Preguntamos al unísono.

-Sí, miren-Nos muestra la pantalla-Estos dos puntitos son sus hijos. Tienen cuatro semanas, aproximadamente, por tu ultima menstruación y el tamaño-No puedo contener la emoción, las lagrimas bajan por mis mejillas.

Nos da un par más de indicaciones y salimos del consultorio para meternos al suyo, antes de que me vaya.

-Mi amor, gracias por este doble regalo-Me abraza fuertemente.

-Te amo, Heriberto. Le agradeceré eternamente a Dios por haberte puesto en mi camino y que me concediera la dicha de tener contigo dos hijos-Beso sus labios cortamente. ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Nada, absolutamente nada.

-¡Victoria!-Me llama Antonieta, trayéndome a la realidad. Parada en la puerta de mi oficina, de brazos cruzados pero con una sonrisa, me miraba con una ceja levantada.

-¿Qué pasa?

-Te estoy hablando hace media hora pero tú pareces estar en otro planeta.

-Lo siento, estaba pensando-Ella se acerca a donde estoy y acaricia mi vientre.

-¿Cuándo se los vas a decir? Ya no vas a poder seguir ocultándolo-Habíamos tomado la decisión con Heriberto de esperar para decirles hasta, por lo menos, los cuatro meses y luego de que me hiciera la segunda ecografía.

-Este fin de semana. Hoy tengo la segunda ecografía-Le informo. Solamente ella y Pipino estaban enterados-Cuando Heriberto termine su turno.

-¡Qué alegría! Cinco meses, ¿No?-Asiento con la cabeza-Lo estuviste escondiendo muy bien tu embarazo.

-Ropa mucho más holgada, creo que los chicos algo sospechan-Digo nerviosa-¿Crees que lo tomen bien?

-Estoy segura que estarán encantados y te mimarán mucho.

-Gracias, Antonieta-La abrazo sin pensarlo-Por todos estos años de amistad que me brindaste.

-Gracias a ti, Victoria. Te quiero.

-Y yo a ti.

-Veo que el embarazo te pegó bien-Ambas reímos. Pero antes de que pudiera contestar, el intercomunicador suena.

Triunfo del amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora