Capítulo tres

1.6K 251 164
                                    

"Después de la tormenta viene la calma."

Sí, KyungSoo estaba siendo testigo de eso, mas no se fiaba, pues todo, absolutamente todo, se encontraba demasiado tranquilo como para ser real.

Luego de la sesión intensa de calor que tuvo hace una semana, en donde JongIn le había ayudado a atravesar su celo de una forma delicada, ninguno de los dos tocó el tema. KyungSoo se moría de vergüenza de tan solo recordarlo, y creyó que el otro híbrido haría algún comentario al respecto a la mañana siguiente, pero no lo hizo, incluso para cuando despertó, él ya no estaba a su lado. Se sentía aliviado por ello, pero también confundido porque, ¿eso quería decir que siempre lo hacía?, ¿era muy normal ayudar a otros en su periodo de calor?

Ni siquiera sabía por qué le molestaba que fuera así.

—Te preparé algo de crema de zapallo —anunció JongIn, entrando al comedor con un tazón para entregárselo—. Estuve practicando para cocinarte algo, pero creo que no me ha salido tan bien...

Otra cosa que había cambiado desde ese día era que JongIn estaba más animado que antes por aprender a cocinar. A veces le freía algunos huevos, otras veces le preparaba arroz y hacía un poco de sopa para mezclarlo. No tenía mucho conocimiento sobre los platillos, sin embargo, se las apañaba para darle algo comestible.

—Gracias —respondió KyungSoo—. No tienes por qué hacer esto, soy yo quien se encarga de la cocina.

JongIn se encogió de hombros y se sentó frente a él para verlo comer. Habían pasado casi tres meses desde la llegada del híbrido lobo y aún se le hacía difícil adaptarse a esa fuerza en su mirar, mucho más después de aquel incidente. KyungSoo estaba agradecido de que JongIn no hubiera sucumbido a sus instintos, pues si lo tomaba en ese estado habría sido un gran problema para los dos.

KyungSoo no lo había comentado, pero era un híbrido dador, lo que quería decir que su cuerpo podía albergar vida en su vientre por algunos meses hasta darlo a luz. Nadie más sabía de esto, ni siquiera Mark; al único que se lo había confesado era a MinSeok, pero ya no estaba aquí.

Tenía miedo de volver a pasar por lo mismo y que esta vez JongIn no se detuviera. ¿Qué debía hacer?

—¿Has buscado otro lugar en dónde quedarte? —KyungSoo lanzó la pregunta sin querer hacerlo realmente. Se dio cuenta de su error cuando al levantar su mirada se encontró con un par de ojos tristes—. Quiero decir... En caso de que hayas pensado en marcharte.

—KyungSoo —lo llamó con serieda. El felino supo que eso no era un simple llamado sino uno desde lo más profundo de su ser, pues lo sintió calar sus huesos—, me quiero quedar.

—Oh...

—Quiero cuidarlos a los dos —confesó—, aquí corren peligro.

KyungSoo sonrió con tristeza.

—¿Qué te hace pensar que tú no corres el mismo peligro?

—Soy consciente de ello, pero aun así, si vienen a hacerles daño, no dejaré que los toquen de nuevo.

El híbrido lobo se veía muy decidido a hacer lo que estaba prometiendo.

—¿Por qué harías eso?

—Porque al fin tengo un lugar al cual llamar hogar.

Hogar.

KyungSoo solía llamarlo así cuando MinSeok estaba vivo. Ahora... Ahora solo se sentía como un lugar más en dónde dormir. Sin embargo, JongIn lo estaba llamando de esa manera y algo dentro de él se encontró deseando eso de nuevo.

—Esto no es un hogar, JongIn —dijo—. Mark y yo somos amigos desde hace muchos años. Tú eres un invitado y ayudante, no confundas-

—¿Por qué levantas muros entre tú y yo cada vez que intento acercarme? —le reclamó. KyungSoo solo pudo atinar a mirarlo sorprendido por el arrebato—. Mark y yo también somos amigos, nos llevamos muy bien e incluso me pide consejos a veces. ¿Por qué eres el único que piensa en mí como un extraño?

Hope ➳ καιѕοοDonde viven las historias. Descúbrelo ahora