Capítulo nueve

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El golpe de sonido, a causa del impactante estallido, lo dejó inconsciente por unos minutos. El zumbido en sus oídos, acompañado de la imagen borrosa del panorama, no le permitía comprender lo que estaba sucediendo. De todos los sentidos, el único que funcionaba ahora mismo era el olfato; humo, fuego y sangre, una mezcla de todo ello fue lo que llegó a sus fosas nasales. KyungSoo aún estaba aturdido cuando Jay se acercó para ayudarlo a levantarse. Veía sus labios moverse, pero no oía lo que decía, mucho menos lo comprendía.

KyungSoo logró ponerse de pie en medio de la confusión; sus ojos nuevamente se posaron sobre el cuerpo colgado que apenas podía visualizarse por la gran cantidad de humo. Entonces recordó y recuperó sus sentidos solo para quedarse sin aliento.

—¡JiSoo!

—Déjala, KyungSoo. Es hora de irnos, ya no hay tiempo.

—N-No, pero ¿qué pasó?

Jay le entregó un papel doblado en cuatro y rodeó sus hombros con su brazo.

—Lo encontramos sobre la cama —explicó. KyungSoo solo se quedó mirando el papel—. Lamento no darte el tiempo adecuado para que la leas, pero tenemos que irnos. Nos han encontrado. Esa bomba que explotó probablemente fue lanzada a los pisos de arriba, así que no puedes ir-

—¿Arriba? —La mente de KyungSoo hizo click en un instante—. Santo cielos, ¡Mark!

—No, ¡espera!

KyungSoo se soltó con brusquedad del agarre del otro y salió corriendo fuera de la habitación. Tenía que encontrar a su pequeño hermano, debía hacerlo cuanto antes para luego reunirse con JongIn y escapar los tres juntos. Había soñado con este momento durante sus días de juventud; ser libre y vivir una vida plena, sin la necesidad de esconderse. Estaban casi tocando la orilla, ¿por qué la marea de pronto se volvía tan brava?

—¡KyungSoo! —JongIn apareció frente a él con una expresión sincera de alivio. De inmediato, el híbrido lobo lo atrajo hacia su pecho y lo abrazó muy fuerte, pero KyungSoo lo apartó un poco para mirarlo—. Dios mío, creí que te había pasado algo. No podía percibir tu aroma y eso me estaba matando.

—Estoy bien, estuve algo lejos de la explosión. Me alegra tanto saber que te encuentras de la misma forma —dijo acariciando sus brazos—. ¿Mark estaba contigo?

—Creí que ustedes dos estaban hablando.

—Lo hicimos, pero luego fue por su gorra a la habitación.

La expresión de alivio en el rostro del moreno se fue borrando, mientras que los grandes ojos de KyungSoo capturaban el terror en la mirada de su pareja. KyungSoo se hizo a un lado para volver a correr cuesta arriba, pero la fuerte mano de JongIn no le permitió continuar.

—Déjame. —El lobo meneó la cabeza.

—Es un desastre allá arriba.

—Suéltame ahora.

—No podrás ni dar un paso, todo está destruido. Solo vas a lastimarte.

—¡Dije que me sueltes!

—¡KyungSoo, por favor! —solicitó de tal manera que el corazón del otro híbrido se encogió—. ¿Puedes escucharme por esta vez? Siempre estoy de acuerdo con las decisiones que tomas porque eres inteligente y maduro, pero esta vez... Esta vez solo haz lo que te estoy pidiendo.

—Pero Mark...

—Iré por él, te lo prometo. Solo déjame ponerte a salvo primero.

KyungSoo soltó un jadeo cargado de impotencia y preocupación. Era un híbrido adulto capaz de hacer muchas cosas por su cuenta; sin embargo, era tan frágil tanto en su forma humana como cuando se convertía totalmente en un gato. No podía compararse con alguien tan fuerte como JongIn; estaba a años luz de entrar a esa liga.

Hope ➳ καιѕοοDonde viven las historias. Descúbrelo ahora