La declaración

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El señor Ewan no parecía nervioso estaba muy decidido por lo que iba a decir.

-No entregaría mis afectos a nadie, demasiado mujeriego, irritante, insencible, fastidioso, esas son las palabras que piensa victoria, no la juzgó, tiene razón y una completa-

Yo lo mire y el prosiguió con demasiada Voluntad.

-McKeena creo que cada vez me sentía raro, me fijé en alguien como tú, una dama absolutamente normal, pienso desde el principio que no eras común y yo bueno tengo tantas cosas que decirte, Victoria lo defino con mis afectos son tuyos como el amor que siento hoy y siempre-

Yo no entendía lo que decía ese momento, no encontraba de lo que decía, pero no sonaba aburrido, esa confesión era lo que el sentía y era sus afectos.

Iba a decir algo una respuesta pero el se levantó dé el sillón, se acercó a mí, mi corazón latía fuertemente, mi estómago sentía mariposas y el me miró a los ojos.

-Yo no aguanto más, mis sentimientos así a usted son profundos, mi vida eres tú Victoria McKenna-
Alguien interumpio y yo me marché. Un momento fui a la playa , Colin no se había ido y yo frunci él ceño.

Estaba ahí, me reclamo y de nuevo lo mismo.

-Tu estabas con un medio Selkie verdad, estás enamorada de alguien más-

-Acaso te importa, no se quien es-

-Te dije que era tuyo, no quiero que te acerques a nadie-

Sonaba como un tipo celoso, complicado, intenso y insensible. Me aleje de la playa, el señor James andaba por ahí

Di vueltas por todo el establo, pero no sabía nada y recordé al señor Ewan y su charla, los recuerdos junto a él día que lo conocí, sus palabras y su sufrimiento.

Después de esa tardé los días siguientes lo ví muy ocupado y intenté hablar con él.

-Señor Ewan tiene un momento-

-No tengo tiempo-contesto en forma muy fría.

-Señor yo quería decirle algo sobre ayer-

-No puedo-

Sé marchó inmediatamente y se fue a montar su caballo lejos con otros hombres.

Más tarde lo ví regresar y los hombres que fueron a estar con sus esposas, el sí me pasó por un lado, intenté seguirlo se dirigió a él establo, yo fuí rápido pero su mirada era seria .

-Señor Ewan podemos hablar?-

-No le quedó claro que no-

-QUE hice yo mal intentó hablar con usted, mireme no soy agradable verdad señor!-

-McKenna silencio-

-Señor escucheme...ha dónde vamos dígame lo llevaré y me hablará que le pasa-

-McKenna no me hablé-dijo al marcharse.

-Ewan!-

Él se marchó de nuevo ése día fue extrañó porque el suplique a alguien que parecía apreciarme y no era él señor Alexander, era diferente y cálido, parecía extrañarme pero yo le hice algo muy malo.

La noche seguía sin estrellas que iluminase el cielo, me quedé a fuera hasta tardé hacía frío, me dí cuenta que quería cerca a él señor Ewan conmigo ahora, él corazón latía fuerte porque pensaba en el, nunca lo hice con tanta intensidad, pero era una tonta una idiota él dijo que me quería y no le respondí.

Fuí a la habitación después no tenía ganas de entrar al castillo, me senté sobre la cama y cogí la almohada, me pegue en la cara, desesperada y aburrida había cometido un error.

Mi Primer Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora