Es momento de morir.

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Un día fuí a él pueblo a a vender lo poco que daba la huerta de tomates pero la mayoría de gente poco compraba aquel viernes de 1415 pero algúnos compraban o no un par de niños brabucones me tumbaron la canasta.

Y los tomates rodaron en el suelo después fueron aplastados por los caballos de las carretas, me tiraron al piso yo me levanté.

-Tienes el valor de levantarte fenómeno-replico el más fuerte de todos.

Me golpearon y yo me levanté de nuevo.

-¡Idiota y terrible tienes valor!-grito uno de ellos momento -Vamos a ver si de está te levantas de nuevo.

-Lleven la a él acantilado-ordeno el líder que era un niño más grande y que olía terrible.

Ellos me cogieron con fuerza y yo intenté resistirme, la gente no le importaba si alguien como yo moría.

A la fuerza por una gran colina a las afueras del pueblo subieron era lejos el día gris parecía que una tormenta comenzaría, me llevaron y el líder de los terribles chicos les dijo que me dejaran a la orilla.

-Terrible fenómeno es tú fin no tienes a nadie estás sola-murmuro mientras la brisa de las olas pegaba fuerte.

Mi corazón latía fuerte y él con su mano pesada me tiró sentí que mi vida se iba hacía tras recuerdo a solitarios sólo estaba mi padre nadie más está ni siquiera mi madre la cual me abandonó.

Pronto caí a él mar él aire y la respiración se agotaban ya no sentía mi corazón, empecé a cerrar los ojos y una sombra vení hacia mí.

Respiraba lentamente en una playa estaba empecé a tocar agua y desperté. Observe las gaviotas volando y no podía creer que estaba viva por qué creí ya haber muerto.

Intenté levantarme y ví a alguien, pero sólo era pura imaginación mía.

No había en realidad nadie estaba mojada, pero escurri mis botas llenas de agua, de nuevo intenté mirar si había alguien pero estaba sola.

Llegué a casa no había nada de comer, y mi padre no había regresado, pasaron dos semanas y no regresaba,  no había ninguna noticia de él.

Pronto un mes, antes no se demoraba tanto.

Hubo una semana lluviosa y laboraba la tierra pero me lastime un brazo continúe. Pero entré a la casa, llovía y algo no se de dónde que saliera a la playa; corrí a él caminó, seguía empapada y mi brazo adolorido.

Llegué y miré él mar llovía a cántaros, no había esperanza que mi padre regresara o ver su barco.

Las lágrimas empezaron a salir y correr por mis mejillas.

-¡Hubiera preferido morir en vez de estar viva!-grite porque que sabía que nadie me escuchaba.

Empecé a caminar a él mar pero veía que grandes olas se levantaban continúe intenté que mis pasados fueran rápidos quería hacerlo.

Alguien me detuvo.

-No lo hagas-dijo la voz varonil de un hombre.

Yo apenas lloraba y él mar me trajo a la orilla, ya no podía seguir viviendo así.

No ví a nadie de nuevo.

-Como quieres que no lo haga no hay nada para mí aquí, mi padre no ha regresado mi madre se fue estoy sola- replique al saber que no había nadie.

-Solo ten esperanza-contesto al pensar que nadie me respondería.

-¿Tu quien eres ?-pregunte con curiosidad.

No apareció nadie, en realidad no tenía idea de que hacer volver a mí casa o marcharme. Sabía que mi padre no regresaría jamás.

Me marché de la playa no ví a nadie, creí que estaba loca totalmente loca y no volví a la playa jamás. Recogí mis cosas todas mis posesiones y me marché de aquél pueblo.

Mi Primer Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora