Introducción.

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"Una ojeada a la Historia de la Humanidad, nos muestra una serie ininterrumpida de conflictos entre una comunidad y otra u otras, entre conglomerados mayores o menores, entre ciudades, comarcas, tribus, pueblos, Estados; conflictos que casi invariablemente fueron decididos por el cotejo bélico de las respectivas fuerzas (...)
Con la adopción de las armas, la superioridad intelectual ya comienza a ocupar la plaza de la fuerza muscular bruta, pero el objetivo final de la lucha sigue siendo el mismo: por el daño que se le inflige o por la aniquilación de sus fuerzas (...)" — S. Freud (1972)

El litio fue considerado por siglos el oro blanco. Cuando se encontró un enorme yacimiento enorme de este material en Corea, estalló un conflicto bélico entre Japón, el Imperio Estadounidense y China por el control de este elemento.
Tanto fue el daño a la raza humana, que se decidió crear humanos artificiales para luchar en nombre de las potencias, con el objetivo de evitar que subiera el número de muertes.
Esto creó un nuevo conflicto a la par de la guerra: una lucha por tener los mejores androides con la mejor inteligencia y la última tecnología armamentista.
La inteligencia de los androides les permitía crear estrategias de guerra por si mismos.
Tan similares a los humanos tanto en apariencia como en inteligencia, quizá superándolos, provocó que ellos desarrollaran sus propios pensamientos; así desafiando a sus creadores.
Para fines del año 2950, los androides se revelaron contra los humanos. Destruyeron bases militares y las fábricas dónde habían sido creados, con el objetivo de cortar el vínculo amo-esclavo; escondiéndose entre los humanos para poder vivir una vida real sin ser enviados a campos de batalla para matarse entre ellos.
Este incidente llevó a qué la guerra entre las potencias se detuviera. Al no tener más armas de las que disponer, no quedó otra opción que dividir el litio entre los países.
Un periodo con frágil paz se había iniciado, sin embargo la guerra fría económica y tecnológica aún continuaba.
En el año 2987, la mayoría de los androides se esconden entre los humanos con temor a ser entregados a la policía y ser desmantelados. Otros ofrecen servicios en la clandestinidad como sirvientes, obreros e incluso trabajadores sexuales.
La existencia de ellos es algo que todos saben pero de la que nadie habla, ya que si alguien mantiene el secreto de conocer a un androide corre peligro de ser capturado por la policía también.
Algo que los humanos envidian de los androides es su vida eterna. O casi eterna, ya que ellos para realizar sus funciones vitales necesitan de Amrita,  el cuál es un cóctel de sustancias que cubre las necesidades de los sistemas dentro de su cuerpo.
El Amrita puede comprarse sólo a través del mercado negro, donde no sólo se vende eso sino también repuestos.
Algunos androides decidieron trabajar en la ilegalidad, formando mafias o trabajando para líderes humanos de estas.
Así cómo en la ciudad de Neo Tokyo, una metrópolis con zonas controladas por Yakuzas, muchos de ellos androides.

Neo Tokyo 2987 ➵ Kim TaeHyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora