Después de que el timbre sonara tres veces más, me rendi, pero antes de colgar, una aguda voz resono por el teléfono.
—¿Qué mierdas quieres?—preguntó molesto, mientras me encontraba nerviosa mordiendome el labio.
No pensé que la broma se halla salido de mis manos, al grado de que Louis saliera de un portazo de mi casa hace unas horas.
Trate de aligerar un poco el ambiente—. Huy, qué humor. Si vas a estar a estar así, mejor ni hablo contigo.
—Bien—respondió, para que a los segundos la línea se encontrara muerta.
Eres un bastardo Tomlinson.
Marqué una vez más, esta vez, siendo atendida más rápido que las otras veces.
—¿Qué?—dijo a secas.
—Ya, Louis, perdóname, fue una pequeña broma.
—No, Summer. Me conparaste con un pato. ¡Un jodido pato! Al que lo viola un perro. Eso no esta bien.
Traté de no reír, pero fue imposible.
—¡No es gracioso!—chillo, haciendo que me alejara un poco del celular—. Adiós.
—¡No! Lo siento. No te vayas. Perdóname ¿si? Sabes que soy muy infantil para hacer bromas.—hice un puchero, aún sabiendo que el no miraba—. Olvidalo, por favor.
—Me humillaste frente a Harry.
—Él sabe que fue una broma... Bueno, más o menos. Tú eres virgen así qué...
—Summer—chillo nuevamente con su agudo tono de voz.
—Bien, bien. Lo siento.
—No te perdono. No jodas más.
—Pero ¿por qué?—traté de hacer el tono más infantil y molesto qué podía—. ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?—calló durante algunos segundos—¿Louis? ¿Estás ahí?
—Consigue que Harry me de una mamada—dijo lo más serio que pudo, por mi parte, no pude hacer más que estallar en risas.
—Eso fue muy bueno, Louis.—limpie algunas lágrimas que habían salido después de reír tanto—. Pero ya encerio, qué quieres.—el no contestó detrás de la línea—. Oh... ¿Y como quieres qué consiga éso?
—No lo sé. Emborrachalo, drogalo, golpealo en la cabeza con un bate ¡Usa tu jodida imaginación!—y colgó.
Mierda, esto va encerio.
*
Dos días habían pasado desde que Louis me a evitado.
Debía de estar bromiando¿drogar a Harry?
Ósea, de donde encontraré las drogas suficientemente efectivas para noquear a un mastodonte como él sin matarlo primero.
Ahora, estabamos aquí, acostados en el césped del patio mirando el cielo. Ya que Louis se había reportado "enfermo" esos días, era lo más ingenioso que a ricitos se le podía ocurrir-nótese el sarcasmo-. Me voltie y lo vi lado, tenía los ojos cerrados y imagine que se había quedado dormido por un momento.
¿Y si lo emborracho?
El abrió lentamente un ojo viendome con cautela. Sonrió con superioridad, mientras se sentaba.
—¿Qué? ¿Te gusto?
Rodé los ojos con mofa—. Sueñas, Styles.—lo golpie suavemente en L hombro. El soltó un casi inaudible "au"
—Me dolió—protestó, sobando una parte del hombro que golpie.
—Ay, perdón. ¿Te duele?—fingiendo preocupación, me reconpuse sentandome al lado de él.
