El tiempo se detiene casi se detiene por completo para mi mientras el coche sigue avanzado. El aire de pronto se siente más denso y podría jurar que todo a mi alrededor a dejado de tener sentido, de pronto, siento ganas de vomitar y un dolor agudo se aprovecha de mi cabeza. Todo... Todo lo qué a pasado me a afectado a sobremanera, pero el suceso de esta noche, fue el colmo de todo.
Si algo, por pequeño que sea, hubiera cambiado, talvez las cosas pudieron haber salido peor de lo acontecido.
Tampoco sabía que era lo que había pasado por la cabeza de Liam para dejarme ir ilesa, pero lo agradezco demasiado.
Todo pensamiento fue eliminado cuando sentí el taxi detenerse a unas cuadra de la casa de Louis.
Mas le vale al maldito abrirme la puerta.
—Gracias—le dedico una cálida sonrisa mientras le paso el dinero—.Qué tenga buenas noches.
El conductor sonrió, saliendo de la oscuridad de la calle.
Me acerco de manera cautelosa, preparandome para cualquier cosa que pueda pasar, aunque, nada puede ser peor que lo vivido con Liam.
Toqué un par de veces, dudando que abriera a estas horas. Ya que las 10:50 pm no son una hora normal para que alguien llegue y toque a tu puerta.
Después de varios minutos en la misma posición; manos y cabeza en la superficie de la dura y fría madera, supuse que no iba a abrir. Lanzando un cansado y largo suspiro me alejo de la puerta, escuchando pasos acelerados venir desde la parte del segundo piso. Acomode lo mejor que pude mi compostura, tratando de parecer lo más calmada posible, aún cuando estaba temblando por todos lados.
Louis salió con su pantalón de pijama y al verme abrió los ojos a sobremanera. Sonrojandose y jugando con la perilla de la puerta en señal de nerviosismo después de unos segundos.
Mas la qué debía estar nerviosa... Y qué nisiquiera debía de estar ahí, era yo.
Tome una bocanada de aire para tomar fuerzas para hablar.
—Hey, L...
Corté mi oración cuando vi a Harry bajar de la segunda planta, solamente en boxers y con la cara somnolienta. Frunci el ceño en confusión, mientras Harry bajaba tranquilamente, deteniéndose a mitad de su trayecto y sonrojandose de manera ridícula.
Observé a Louis qué sólo mantenía su mirada en un punto fijo de la calle. Momentos después de reflexión, se me ocurríeron un par de burlas hacia ellos dos, ahorrandomelas ya qué no era momentos de bromas entre nosotros.
—Mmm, ¿Louis? ¿Puedo hablar con ustedes de algo?—pregunté después de varios minutos donde la tensión era notoria, sintiendome pequeña bajo la dura mirada de Louis.
—La verdad, Summer, es que no creo que sea un buen momento—observó al rizado quién ya se encontraba al lado de Louis en esos momentos, recibiendo una mirada suplicante de éste.
—Louis, déjala pasar. Es tarde y hace frío afuera—susurró avergonzado Harry. Manteniendo siempre sus ojos lejos de los míos. Agradecí internamente a Harry por eso.
Louis se rasco la nuca y sin dirigirme la mirada, abrió la puerta de su casa, él haciendose a un lado.
—Pasa.—susurro después de unos segundos, a Harry le alegró aquello, ya qué le dedicó una dulce sonrisa a Louis.
—Gracias—pasé, cada paso, más inseguro qué el anterior.
Una vez ya adentro, y sentada en uno de los cómodos sillones después de una mirada de aprobación por parte de Harry, me quedé sin palabras; quería hablar, pero sabía qué si mencionaba ese tema de nuevo, íbamos a caer en lo mismo de hace horas atrás.
