Capítulo: 10 'Una llamada extraña'

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A la mañana siguiente era domingo, ósea, día de fiesta para Harry, y día de iglesia para Louis.

Así que decidí quedarme todo el día en mi apartamento.

El día domingo prácticamente dormí toda la tarde y la noche. Despertando la mañana siguiente del día lunes.

Me aliste y salí, llegado treinta minutos antes de que tocarán el timbre.

Divise a la lejanía a Louis con ¿Harry?

Eso era raro.

—¿A que debemos la mística aparición del muchacho Styles?-pregunté, llegando donde ellos se encontraban.

Ninguno de los dos habló. Ambos se miraba preocupados.

—¿Chicos, les sucede algo?

Harry vio a Louis y luego a mi, agarrándome fuertemente del brazo llevandome lejos de la entrada.

—¿Que te pasa, Harry?

No respondió sólo aceleró el paso.

—Harry, me éstas lastimando.

Se detuvo—.Lo siento. Pero te tengo que decir algo.

—¿El qué? ¿Y por que Louis se quedó atrás?

—A Louis ya se lo conté. Le dije que cuando te lo dijera a ti, lo hiciera a solas, como hice con él.

—Cuenta, entonces.

—Tengo miedo. ¡Mierda! Tengo un mal presentimiento, Summer.

—¿Te han dicho que hablas muy lento? ¡Habla de una vez!

—Ayer—me vio fijamente—. Recibí una llamada que no me gusto nada.

—¿Y que dijo?

—Dijo qué...—lo vi asustada.

(...)

Busco dentro de mi closet.

¡Nada! ¡No tengo nada que usar hoy n la fiesta de Lindsay!

—No. No,no,no,no. ¡Mierda,no!—decía mientras tiraba al aire cada prenda de ropa que tenía.

Todos eran prácticamente, camisas negras y pantalones ajustados; también negros.

—¡Pero ninguno me convence!-gemi en frustración.

Me dejé caer al piso en señal de rendimiento. Cerré los ojos por un momento, cuando los abrí, vi una camisa blanca y unos skiny jeans.

Eso era lo que iba a usar.

Acerque me nariz a la camisa en mi mano—. Styles, tu mamá necesita lavar tu ropa-canté—. ¡Mamá! ¡No tengo ropa limpia! ¿La podrias lavar cuando salga?

—¿¡Crees que uno es tu criada!? ¿No verdad?-asomó su cabeza por la puerta

—No, mamá.

—¡Entonces mueve tu culo y lavala tú!-gritó, cerrando de un portazo.

—¡jodete!—susurre con cuidado para que no oyera.

Volvió a abrir la puerta—. ¿Qué mierdas acabas de decime, jovencito?

Levante las manos—. Nada. Nada, mamá.

Ella entrecerro los ojos—. Bien. Oh, y por cierto, Gemma va a ir por ti a las doce.

—¿Qué? ¿Estas jodiendome?—entró completamente a la pieza—. No, era broma. Que gusto que valla por mi-sonreí falsamente.

—Apurate, Gemma también te va a llevar-sin más salió.

—¿Por que a mi, Dios?—mire el techo.

—Por que eres un estúpido.—dijo Gemma, entrando igual que mi madre anteriormente.

—¿¡Por que no te buscas alguien que te folle!?—le lancé un zapato.

Ella cerró la puerta.

—¡Ya lo tengo! ¡Se llama Louis Tomlinson!—dijo a través de la puerta.

—¡Quisieras, puta!

Ella no contestó, ya se había ido.

Gruñi y me empecé a cambiar.

Ya tenía todo listo, sólo tenía que comer algo. Baje a la cocina, Puse en un bol un poco de cereal.

—¿Donde esta lo jodida leche?-pregunté, buscándola.

—Aww, ¿Harry quiere lechita?-dijo Gemma.

—Sí. ¿Sabes donde esta?

—Obvio.—rodé los ojos—¿La quieres calientita?—ella jugó con su cabello.

Asenti, mientras ella reía—. Si, por favor

—¿Así que te gusta la leche, eh?-empezó a reír.

—Me encan...-paré, dándome cuenta del sentido que le estaba poniendo a mis palabras.

—Eres una perra—gruñi.

Agarré mi cereal y volví a mi habitación.

—¡No tanto como tu!—escuché que gritó desde abajo.

Mientras terminaba de comer una llamada entró.

—¡Te gusta la...—gritó deletreando

—¡Consiguete una vida!— la corte antes que terminara la frase. Ella empezó a reír como maniática y colgó.

Volvió a sonar el teléfono. Rodé los ojos.

—Mira, Gemma, encerio me tengo que alistar, o vamos a llegar tarde—dije con la boca llena.

Nadie contestó.

—¿Gemma?—una risa ronca sonó a través del teléfono—. ¿Hola? ¿Ya deja los esteroides, Gemma, hacen que tu voz suene más ronca.

Volvío a reír—. Yo no soy Gemma, lindo.—me estremeci.

—¿Q-Quién habla?

—Oh, Harry, eres tan adorable.—ronroneo.

—¿Como sabes mi nombre?—le pregunté al extraño—. Louis, si eres tú, no es gracioso. ¿Eres, Louis, cierto?—exclame nervioso.

—Nope—río de nuevo—. Ahora, escucha bien, bebé, por que tu eres el siguiente.

Me quedé helado—. ¿Qué? ¿Quién es? ¿Hola?

Había colgado.

—¡Mierda!—colgué.

Después de eso me metí a mi cama y no salí de ahí hasta el día siguiente.

(...)

Harry se encontraba mirando a la nada.

—No se que es lo que quiso decir. Tengo miedo, Summer—me abrazó.

—¿No distinguiste quién era?-lo solté para verlo a los ojos.

—No. Pero era un hombre, eso es seguro... Ese bastardo cuando sepa quien es lo voy a...—mascullo con los dientes apretados.

—Harry, calmate.—lo corté—. Vamos por Louis.

Caminamos de nuevo hacia la entrada, donde Louis jugaba nervioso con sus dedos.

—¿Y?-dijo él

—Ya se lo conté—enfatizó Harry.

—Esto esta mal, chicos—caminamos al salón—. No es por preocuparlos más, pero, tengo algo que contarles en receso.

Ambos asistieron entrando a sus respectivas clases.

La Verdad Tras El Suicidio De Niall Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora