Capítulo 3 •Primera fiesta•

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Al fin es viernes, estoy aliviada de tener el fin de semana para descansar. Como es costumbre voy a la biblioteca después de clases para adelantar el trabajo. Es un día ajetreado en la biblioteca ya que los profesores dejan montón de tareas.
Han pasado dos semanas desde el comienzo de las clases, he obtenido buenas calificaciones y puedo presumir de tener dos buenos amigos. Melissa; mejor conocida como Mell, así ella lo prefiere y Jhonn, un chico extrovertido y risueño con fabuloso cabello castaño rojizo; muero de risa con sus ocurrencias.
Ambos entran a la biblioteca corriendo, dirigiéndose hacia mí con ferocidad.

–Han, vas a flipar– dice Jhonn abriendo exageradamente sus ojos azules y moviendo sus manos con cada palabra (A veces suele ser así de intenso) –¡Hoy! ¡Fiesta en una de las casas de la residencia!–

–Pasamos a buscarte a las 8– añade Mell con seguridad

Me quedo atónita ante la invitación.

–No me gustan las fiestas–

Podría decir muchas otras excusas (mentiras) pero me voy por la verdad. Severo. Simple. Con carácter.

–¡Excelente! espera ¿qué?– reacciona Mell ante mi respuesta

–Imposible, vendrás con nosotros, y la pasaremos bomba– afirma Jhonn

–Realmente no me apetece Mell, estoy cansada y también me han dejado montón de tarea–  digo con expresión agotada y levantando el cuaderno que tengo enfrente

–Lo siento señorita Marsh pero no te perderás ni una fiesta más de universidad– declara Mell

–Vaaale, iré a esa estúpida fiesta con vosotros– digo repentinamente cuestionandome a mí misma si realmente esas palabras habían salido de mi boca.

Supongo que esto es también parte de la nueva "yo" que estoy creando lentamente.

–Somos irresistibles– alega Jhonn mientas choca los cinco con Mell

Después un rato charlando sobre la fiesta Jhonn se marcha, al parecer tiene que resolver algunos problemas. Sospecho que tiene que ver con el trabajo del cual lo despidieron apenas una semana de comenzar. Cuando le preguntamos que había pasado simplemente nos dijo –Me obligaban a sonreír todo el tiempo– Nos burlamos de él pero estoy segura de que realmente esa no fue la razón. Aún así, respetamos su privacidad si no prefiere contarnos.
Llenando el silencio que ahora reinaba entre nosotras digo

–Mell ¿Qué puedo ponerme esta noche?–

–Pues un vestido de fiesta–

–Gracias señorita "Lo Obvio"– replico burlonamente

–Que borde eres Marsh– hace ademán con su boca mientras levanta una de sus gruesas cejas

–Always–

Gracias Severus Snape por regalarnos esa valiosa frase. Digo mentalmente con tono muy dramático

–También puedes ponerte un pantalón entallado, una blusa sexy y unos tacones–

–¿Sexy?–

¿En serio? Me pregunto mentalmente.

–Obvio, tú siempre te ves muy bien– me da un repaso visual y añade –aunque ni lo intentas–

–Gracias por subirme la autoestima pero yo sexy, imposible– uso esa palabra como si fuera la parte final de un juicio

–Tú eres toda sexy nena, te sale natural, como un don–

Cuando se lo propone, suele ser muy intensa

–Dejemos de hablar de esto, es raro– e incómodo...

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