Escucho el saxo del coche sonar a la hora puntual. Estoy de pies a cabeza cubierta con un grueso abrigo. Duele imaginar cuanto frío debe de haber en las montañas.
La camioneta de Jeaden es grande y todos podemos acomodarnos perfectamente en la parte de atrás, exceptuando a Samuel que va en el asiento del copiloto.
A mí lado Mell está dormida apoyando su cabeza sobre mi hombro y al otro lado de ella están acurrucados tiernamente la pareja feliz; Jhonn y Greta.
Mi mejor entretenimiento fue estar pegada a mi móvil todo el camino, escuchando música.
Pasado el mediodía ya podemos divisar lo que ellos llaman nuestra humilde casa de vacaciones, una preciosa mansión con imitación de madera. Bajando del coche lo que más te atrapa son los tres grandes ventanales que se ubican encima de la puerta principal, el aire frío y puro de la montaña es medicina pero también puñal para mis pulmones.
Bajando el equipaje entramos a la casa que sigue siendo igual de hermosa por dentro. Espaciosa, con muebles acogedores y detalles en mármol blanco adornan la chimenea, la cocina, las escaleras y todos los adornos refinados.
–Chicas este es su dormitorio –dice Samuel refiriéndose a mí y a Mell –Pero si desean pueden dormir en cuartos independientes –
–Está perfecto –expresa Mell mientras entra a este y lo mira todo con ojos de asombro
Siendo realistas Mell no está adaptada a todo el lujo y es comprensible su reacción y no la crítico en absoluto, igual encuentro la habitación muy linda pero tampoco es algo que no haya visto antes.
–¿Estás bien hermosa? –pregunta Samuel a lo que yo le respondo ascendiendo la cabeza con una sonrisa con la boca cerrada.
–No se demoren en bajar, nos han preparado algo de comer –
–Enseguida bajamos –
Cierro la puerta al entrar, Mell está fotografiándose en el espejo de cuerpo completo y yo me tiro boca arriba en la cama.
–Yo tú, le diera –dice Mell sin dejar de fotografiarse
–¿Eeh? –
–A Samuel –
–¿Qué le diera a Samuel que? – Se a lo que se refiere pero espero estar confundida
–Sinceramente cualquier cosa amiga –ríe coquetamente y añade volteando hacia mí –Está que prende –
Me río junto a ella mientras me levanto de la cama y camino hacia la puerta para ir a la cocina
–Te lo regalo – respondo sonriendo y ella imita mis pasos para bajar
Abajo están todos sentados en la terraza interior, con paredes y techo de cristal climatizados.
Primera vez en el día que me permito mirar a Jeaden de forma directa aparte de las miradas furtivas en el coche.
Es tan jodidamente guapo, con su pelo tirado a los lados y sus perfectos ojos verdes, me gusta como se ve de negro aunque siempre va de negro, es decir, siempre me gusta.
Pero el ni caso de mi existencia y yo no le voy a preguntar qué rayos le sucede.
–Está noche jugaremos un juego especial – dice Greta a lo que se escuchas como un mandato a una pregunta
Nadie dice nada pero todos la escuchan con atención.
–Después de las 11 toda la casa estará a oscuras, nos dividiremos individualmente. El chico que encuentre a alguna chica tendrán que pasar la noche juntos y hacer lo que ambos quieran. –
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Quédate
RomanceHannah busca la mejor versión de si misma. A comenzado este viaje en una nueva cuidad, una nueva escuela, nuevos amigos. Aparentemente todo está de su favor. Pero... ¿Qué pasaría si se enamora?¿Es tan complicado el amor?