Jesse Andersen despertó gritando. Una pequeña capa de sudor le cubre el rostro, mientras trata de normalizar su agitada respiración. Se quedó unos momento sentado en la cama . Era la quinta vez que soñaba con ello. Aquellas imágenes estaban grabadas en la mente del joven duelista. No tenía idea quien o que era lo que provocaba sus pesadillas, pero aquello tenía que parar.
Mira a Ruby a un costado de él. El pequeño espíritu se había despertado en el momento que Jesse se levantó. El pequeño gato llama a su maestro con el sonido que la caracterizaba, antes de acercarse y frotar su rostro contra la mano del chico tratando se tranquilizarlo.
Jesse agradece el gesto de su amiga. La toma con cuidado acomodándola sobre sus piernas. Ruby se acomoda lo mejor posible, dejándose mimar por Jesse que por alguna razón le daba mucha tranquilidad la presencia del pequeño espíritu.
No tenía explicación de porqué esos sueños continuaban apareciendo en su mente. Había habló con pegaso de eso, pero ni él le supo dar la razón, deja caer la cabeza sobre la cama procurando no despertar a Ruby, quien se había dormido sobre él.
En el sueño una voz le susurra mientras un campo bañado en sangre lo rodeaba, gritos de hombres, mujeres y bestias luchando por sus vidas contra alguien que el joven no podía divisar. De repente el campo de sangre fue envuelto con enorme ola oscura que rápidamente fue consumiendo lo que tocaba.
Grito por la amenaza que nadie más se había percatado, pero todos ellos estaban enfrascados en su combate que no se percataban de la sombra ni cuando estas los engullía. Él solo pudo ver sin poder hacer nada como todo su alrededor cambiaba quedando flotando en la absoluta oscuridad.
En medio de la nada, una luz apareció envolviéndolo y al mismo tiempo, y con mucho esfuerzo, una persona se distingue en el centro.
-por favor recuerda- siendo lo último que escucho antes de despertar
Jesse se quedó en silencio, sin dejar de mirar el techo de la habitación de la Academia del norte. Estaba a tan solo una par de días de graduarse, por lo que ahora estaba en relativa paz. Cerro los ojos buscando quedar dormido nuevamente, pero la vibraciones del teléfono celular lo sacaron de su labor.
Con cuidado estiro el brazo hacia la mesa de noche y toma el teléfono. Mira la pantalla, y descubre un mensaje de Jaden. Aquello era una buena noticia. Hacía semanas que no sabía de su amigo, luego de la graduación que tuvo la isla y la rápida despedida que tuvieron O'Brian y él para ir a sus respetivas escuelas.
Jesse tenía deseos de saber cómo estaba su amigo, además de saber cómo iba su viaje por el mundo. Abrió el mensaje y leyó.
Syrus sonríe mientras Zane apenas y puede regalarle un pequeño movimiento de labios. Para el joven de los Truesdale fue una infinita alegría cuando vio que su hermano despertó esta mañana, en cama, débil pero despierto.
Zane aún no estaba en condiciones para levantarse, por lo que Syrus tuvo que traer el desayuno y almuerzo en la habitación, además de algunos papeles que eran necesario que viera Zane. Estuvieron un rato hablando, hasta que el sonido del teléfono se escuchó. Syrus se apresuró a contestar, dejando solo al mayor en la habitación.
Zane miró en silencio la habitación, se mantiene en silencio unos segundo buscando rememorar todo lo que Syrus le había contado y vaya que estaban por involucrarse en un problema muy serio. Esos patrocinadores que no aceptaban hablar con su hermano, solo podrían retrasar todo el proyecto para el nuevo torneo que ambos hermanos quería realizar.
"Tenía que recuperarse lo más pronto posible para hacer frente a ellos" piensa seriamente.
Tenía que agradecer a la persona que hace unos momentos llamó, le daba tiempo para pensar algún plan para que todo el proyecto no se viniera abajo. Sabía que Syrus era muy hábil y les daría algo de tiempo, sin embargo también sabía que el menos todavía no se sentía preparado y uno de sus mayores problemas era la gran inseguridad que lo dominaba.
Por inercia levanta la mano. Observa el cambio que esta enfermedad le estaba causando; y si bien, su piel era pálida, esta había adquirido un color un tanto enfermizo e incluso podía ver las venas a través de ellas. El deseo de ver la luz del sol que le diera un poco de color no se hizo esperar.
Se obligó a incorporarse de la cama lentamente mientras su cuerpo comenzaba a acostumbrarse a su propio peso. Se fue moviendo despacio permitiendo que las extremidades despertaran de su letargo. Camina despacio hasta una de las ventanas cubiertas y las abre con mucho esfuerzo.
Zane siente como todas sus energías se habían acabado con ese simple movimiento de la cortina. Sin embargo aquello no se comparaba la gran satisfacción y alegría que sintió cuando los rayos solares lo tocaron después de mucho tiempo en la oscuridad.
Estuvo por regresar a la cama cuando paso por el espejo de su habitación y se sorprenda al ver lo que tenía al frente de él. Una figura completamente pálida y delgada envuelta en un conjunto para dormir demasiado grande para el cuerpo que lo vestida, sobre los párpados unas notorias ojeras y bolsas que sobresalían del rostro, el cabello opaco y el quebradizo, que si una persona pasaba sobre ellos, era Ssguro que se rompería. Las pupilas azules han perdido el brillo, siendo solo una sombra oscura sobre las cuencas ennegrecidas.
Toco la fría superficie del espejo, y con las yemas de los dedos delinea las orillas del reflejo sin dejar de mira la viva imagen de la decadencia. Una persona que hacia años había arrancado suspiros, lujuria y amor, era deprimente. Retirar la mano de la superficie, solo para ver en silencio de lo que ahora era Zane Truesdale.
-¡Zane! - exclamo angustiado Syrus desde el marco de la puerta.
El menor de los Truesdale había regresado a la habitación, luego de contestar. Fue una sorpresa ver a su hermano levantado. Estuvo varios segundos sin que el mayor se percatara de su presencia. Pudo haberlo interrumpido y reclamado por hacer esfuerzo innecesario sin embargo Syrus prefería mantener la esperanza que pronto Zane se recuperará, que volvería a ser la persona que fue antes de caer y que una imagen que vio el peliazul solo sería un recuerdo amargo.
-Vamos Zane, todavía estas débiles.
-¿Quién era? - dice Zane, dejándose llevar a la cama por Syrus
-No era nadie, cosas sin importancia.
Aunque esto último estaba fuera de la verdad, Syrus estaba muy entusiasmado que le costaba mucho trabajo no emocionarse por la buena noticia, por lo que lo que mantenía en secreto. Tal vez la visita de su amigo Jaden en los próximos días, podría ayudar al estado de salud de su hermano.
Continuara...
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Deseo sangriento
AdventureCuando pensaban que ya no había enemigo por enfrentar, un criatura de su pasado regresa con algo que no se esperaban.