Caótico - InoAoi

Cosquilleo

Había empezado un nuevo día, Aoi se levantó de su cama y empezó con su usual rutina la cual empezaba desde que salían los primeros rayos de sol y terminaba cuando estos desaparecían por completo y la luna dominaba el cielo.
Como siempre, se puso sus ropas y sujeto su cabello en dos coletas, luego comenzó con las tareas típicas de la finca, por ejemplo, hacer el desayuno, organizar las medicinas y venenos, lavar las sábanas y ropa, regar las plantas, limpiar el lugar, etc, etc,etc.

...

Por fin, después de varias horas de trabajo sin parar la ojiazul tuvo un tiempo para descansar, pero antes de que pudiera sentarse alguien comenzó a tocar bruscamente la puerta. "Supongo que no habrá un descanso hoy" se dijo a si misma mientras caminaba a la puerta, de repente escucho una voz conocida.

- ¡¡ABREME MUJER MALIGNA!! ¡¡TIENES QUE CURAR MIS HERIDAS!-Era la voz de Inosuke, inconscientemente la pelinegra acomodó su ropa, pero, ¿Por qué hizo eso?

Algo sonrojada por lo que había echo abrió la puerta topandose con el chico cabeza de jabalí.

-hasta que apareces Kaoi ¡Eres muy lenta!

-¡Deja de gritar tonto salvaje! - frunció el ceño e hizo una seña para que los chicos al otro lado de la puerta la siguieran.

Los llevó hasta un consultorio dónde inspeccionaría las lesiones de el trío de cazadores, comenzando por Zenitsu y posteriormente con Tanjiro, ambos se retiraron para descansar y solo quedaba examinar a Inosuke, al ver que se encontraba sola con ese chico sintió un cosquilleo en su estómago ¿Un cosquilleo? Diablos seguramente estaba enferma, a menos que... ¡¡No!!¡¡Eso no puede ser posible!!

-Es tu turno Inosuke- señaló un banco y el nombrado se sentó en este- Tienes que quitarte la máscara.

-¡¿Para qué?!

-¡Todas las heridas que tengas deben ser examinadas bestia!-el ojiverde era experto en sacarla de sus casillas-¡Quitatela!- Inosuke soltó un gruñido y se quitó "la piel de jabalí" a regañadientes.

Kanzaki observó meticulosamente el rostro de Hashibira, la verdad es que era bastante guapo, ¡Espera!¡¡¿Qué?! Mierda ¿Será el estrés?

Después de sermonearse a si misma por pensamientos tan estúpidos inspeccionó el pecho descubierto de Inosuke, el cual, estaba lleno de lesiones, Aoi tocó suavemente una de ellas e inmediatamente Inosuke se quejó.

-¡Ouch!¡Eso dolió bruja!

-¡Y va a doler más si no eres prudente en tus batallas!- "¿este chico cree que es invencible?" Se preguntó a si misma.

-¿Prudente?¿Qué mierda es eso?- el chico la miró realmente confundido.

-¿Por qué eres tan estúpido?- dejó salir un suspiro y continúo hablando - Me refiero a que si no te cuidas tus heridas serán peores y dolerán mucho más que ahora.

-¿Y eso qué importa? Tú las curarás - aclaró con tono de obviedad.

-¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?¿Qué pasa si muero?en ese caso ya no podría curarte- quizá el ejemplo era un tanto exagerado pero tenía que hacerlo entender que no podía pelear como si fuera inmortal, le preocupaba mucho que algo más grave le llegará a pasar.

-Tú no puedes morir mientras yo esté vivo- dijó con una radiante sonrisa que reflejaba la seguridad que tenía en sus palabras- si es necesario te llevaré conmigo para que no te pase nada- la pelinegra se sonrojó completamente pero Inosuke no pudo notar eso.

-¡¡Deja de decir estupideces!!- había regresado aquel cosquilleo.

-¡¡Yo no estoy diciendo estupideces!!