Capitulo 4

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Anime: Naruto

Capitulo 4:  Konoha









Despues del llanto que tuve, había empacado  todas mis cosas para partir a la mañana siguiente. Me dispuse a dormir y así fue como tras muchos meses, siete para ser exactos... Volvía a mi verdadero hogar.

(...)

Fuí a entregar las llaves del apartamento a la anciana que me dio hospedaje. Fue buena idea el llevarme los ahorros de mis difuntos padres.

—Gracias, Oba-San por sus cuidados....—Reverencie.

—Oh,jovencita. Cuida mucho de ti y de ese niño, pronto ha de nacer y es ahí donde el verdadero esfuerzo empieza.—Tomó mis manos y me miró con ternura.— Tienes que ser fuerte por tu bebé, no lo olvides.

Correspondi el gesto.—Es usted muy buena, no lo olvidaré. — Me despedí y parti un largo viaje hacia la aldea donde nací.

Aproximadamente a unos 100 km de la aldea, aquel pueblito se encontraba establecido, al parecer una caminata de 3 días y 2 noches.

La inseguridad era demasiada, pero intentaba esconderme entre la maleza y los arbustos ya que los viajeros y comerciantes abundaban en esa zona. No quería meterme en problemas, no más de los que ya tenía.

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—Quiero descansar un poco.— Me senté a la sombra de un árbol y estiré los brazos y las piernas.

—Itachi, ¿Piensas retrasar más esto?.—

Le miré fríamente.—¿Acaso se me prohibió tomar una siesta?.—

Kisame suspiro rendido.

—Que voy a hacer contigo, no tienes remedio.— Gané de nuevo.

El día era bastante bueno, no había demasiado sol y estabamos cerca ya de nuestro destino. Aunque hacer este tipo de cosas me parecia aburrido, tener que herir a más personas inocentes generaba cierta incomodidad moralmente hablando en mí.

Éste era el camino que escogí y debía atenerme a las consecuencias de mis actos y desiciones, después de todo la sangre de mi orgulloso padre corre por mis venas.

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Escuché a lo lejos pájaros cantar, me había quedado dormida...

Un tanto asustada desperté y revise dónde me encontraba al igual que mis pertenencias las cuales estaban intactas, nada fuera de lo normal.

Me quede un poco más de tiempo mirando el nublado cielo. Que nostalgia...

—Es un hecho... ¡Jamás volveré a dormir en el suelo!.—Mi espalda dolía muchísimo, mi vientre este ultimo mes me había crecido demasiado, ya no podía ocultarlo por mucho que me esforzara. Aunque si bien era una ventaja que el clima comenzara a cambiar, el frío me obligaba a usar una enorme capa y gracias a ello podía pasar un poco desapercibida.

Continúe mi destino después de comer algunos frutos secos que encontre por ahí; llené de nuevo mis reservas de agua, ya no estaba tan lejos de casa.

Ir de nuevo ahí me traía nostalgia, mucha diría yo.

Apresuré el paso ya que miré personas muy cerca a mí y por un momento juré... Ver a ¿Itachi-Kun?

Me agaché rápidamente mientras cubría con una de mis  manos mi boca, estaba shockeada... Si él me llegase a encontrar en este estado.
Comenzé a caminar más lentamente... Pero una voz me detuvo.

—¿Oye, quién eres? ¿Estas bien?.—Para mi era desconocida aquella voz, pero el aspecto del joven me era familiar.

—¿Disculpa? S-sí por supuesto que lo estoy, sólo me mareé un poco.—

—Umm, bueno no te había visto por acá, no llevas tu banda ni tu emblema familiar, ¿Será que estás huyendo de algo o alguien?.— Me miró algo curioso.

Sin comentarios.—Oh. Ya sé, será mejor si nos movemos de aquí, es que siento que es peligroso.—

—Claro, igual mis compañeros estan esperandome, ¿Quieres ir con nosotros un rato?.—

Asentí.

Miraba preocupada mis espaldas de ves en cuando... La presencia de Itachi aquí causaba revuelo en mí. Aunque quizá fue mi imaginación, que alucinación tan real fue esa.

Acompañe al joven enérgico qué había sido mi salvador por una parte. Obviamente era de Kohona pero no recordaba su nombre...

¿Nosaki? ¿Nao? ¿Nikke?

—¡Naruto, te estabas tardando perdedor!.—

¡Naruto, sí! El hijo del cuarto hokage, por supuesto. Pensé.

—Maldito, cierra la boca Kiba, ¿Que no ves que la señorita viene con nosotros?.—

—Hola...—saludé cálidamente.

—Qué problemático.—Suspiró un joven a lo lejos.

—¿Cual es tu nombre, linda señorita?.—Un chico de extraño aspecto y cejas enormes vino a mi encuentro.

—Amm... Izumi, mi nombre es Izumi.—

—Oh, había olvidado preguntartelo.—Naruto rascó su cabeza en forma bochornosa-

—Mi nombre es Uzumaki Naruto y me convertiré en Hokage algún día, ¡dattebayo!.—

—Eso ya lo veremos imbécil. Mi nombre es Inuzuka Kiba y definitivamente YO SERÉ EL HOKAGE.—Gruñó.—Ah, él es Akamaru, mi perro.—

—¡Wof, wof!.—

—¡Qué bonito!.—Sonreí mientras le acariciaba.

—¡Por otra parte mi nombre es Rock Lee y la llama de la juventud eterna vive en mí! Mucho gusto Izumi-san.—

—Bah, ¿Tengo qué hacerlo​ también? Mi nombre es Nara Shikamaru y esto es demasiado problemático.—

Reí ante el comentario, todos eran tan graciosos.

—Un gusto conocerte,  Hyuga Neji, del clan Hyuga, poseedor del Byakugan.—Terminó su presentación con un tono de orgullo mientras éste sonreía.

—Woow, que impresionante. Gracias por ser tan amables conmigo.—

—Izumi-San.—Sentí un toque en mi vientre que me dió cosquillas.

—Jeje, espera qué....—Me alejé por impulso al ver a Naruto demasiado cerca.

—¿Izumi-San, estás embarazada?.—Los ojos de Naruto se desorbitaron y en consecuencia todos  quedaron serios haciendo del momento incómodo en toda la palabra.

—Pues... Sí, así es, lo estoy.Espero no sea un inconveniente.—Estaba roja como un tomate.

—¡Claro que no Izumi-San, aquí todos son bien recibidos!¡Dattebayo!.—Aclaró Naruto haciéndome reír por el modo en que hablaba.

Creo que este chico realmente será alguien muy importante algún día.

Lo creo en realidad.















Anécdotas de una chica enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora