Capitulo 5

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Anime: Naruto

Capitulo 5: Hinata

Llevaba rato con ellos, los chicos eran realmente agradables. Cada uno con un sueño y aspiración a algo. El hijo del Yondaime seria un gran Hokage, estaba segura de que cada uno de ellos serian alguien importante en un futuro.

—Naruto-kun, me recuerdas a cierta persona que solía conocer. Tenía sueños y aspiraciones parecidas a las tuyas, pero se marchitaron en un abrir y cerrar de ojos...—Baje la mirada, obviamente me refería a "él".

—¿Eh? No entiendo...— dijo el rubio.

—¡Pero si te esfuerzas demasiado y sigues tu camino de la manera correcta llegarás muy lejos!—

—¡Sí, así será, Izumi-san!—

Éste chico era como un niño pequeño, demasiado optimista y de noble corazón.

Me senté un momento en el pasto y miré a cada uno de ellos, tan diferentes entre sí pero se notaba que eran muy amigos.

—Oigan chicos ¿Y qué hacen tan lejos de la aldea?.— Porque en realidad lo estaban, no mucho pero este lugar está bastante retirado.

—Hemos venido a entrenar y a pasar el rato, nunca hay trabajo suficiente para un ninja.—Habló Lee.

—Ah, ya entiendo. Así que este prado es su lugar de entrenamiento.— Miré alrededor.

—Aunque aún no estamos todos completos, decidimos mirarnos aquí a las 4:30 pm—

—Ah, ya entiendo. Aún hay más de ustedes, seguramente no tardan en venir.—Dije con entusiasmo.— Umm, yo aún debo seguir mi camino. Voy a Konoha, tengo cosas que hacer por allá-

—Espera, Izumi-san, ¿Quieres qué alguien te acompañe?.—

—No, para nada Naruto-kun. Descuida, puedo cuidarme sola... Además ya casi llego.—Me alejé de ellos.

—¡Buen viaje, cuidate mucho!.—

—¡Gracias, nos vemos pronto!.— Me escabulli entre los árboles, el silencio se hizo presente, aquel panorama era de paz total.Al menos ya no me sentía insegura como hacía unos instantes...

¿De verdad era él?

Después de varias horas de largo camino el letrero ya podía verse:

"Bienvenidos a Konoha"

Me estremecí con un poco de felicidad.

Fuí recibida por un ninja que resguardaba la puerta principal y que amablemente me dejo pasar.

Todo se veía tan tranquilo. Hasta que llegué al lugar principal de la aldea, las calles estaban llenas de bullicio, niños por aquí y allá, muchas personas en establecimientos y en el  mercado... Todo justo como estaba.

Lo más triste de todo fue no ver rostros conocidos, nadie de la familia.
Sentí una punzada de dolor en mi corazón...

Cómo apenas acababa de llegar no sabía que hacer, para mi era como estar en un lugar desconocido al que le llamaba casa.

De no ser porqué me topé a Hinata, mi día hubiese sido quizá un desastre.

—¡Izumi-san! ¿Qué estás haciendo aquí? Creí qué... Aún estabas en Takayama.—

Le abracé.— ¡Hinata-san, qué gusto me da verte!.—Ella se puso muy roja sin entender la urgencia de mi apretón amistoso.

—Y-yo, también me da... Mucho g-gusto.—La solté.

—Perdona, es que me has salvado, yo...—

—T-tranquila, Sakura-Chan nos contó todo...y no te juzgamos, ella al menos parecida arrepentida al relatar lo que te pasó, supongo que nadie tuvo la culpa.— sonrió.

Lagrimas caían por mis mejillas, ella era tan compresiva. Un poco apenada sequé mi llanto.

—Nadie más lo sabe, tu secreto esta a salvo con nosotras...—

—Ustedes son realmente muy buenas.— Solloce.

—Son nuestros lazos los que te apoyan y nos impulsan a no dejar jamás a una amiga sola...—Ojalá Sakura hubiese dicho estas palabras, pero era obvio que sólo quiso ver lo que quería...

—Insisto, son las mejores.—Reí.

—Ven, acompáñame Izumi-san, puedes quedarte en casa si quieres, mi padre es duro a veces pero es un hombre de buen corazón.. Te verá y no podrá decir que no por respuesta.—

La casa de los Hyuga no estaba tan lejos al parecer. Era un sitio bastante bonito lleno de plantas y flores con estanques y pecesillos.

Un clan igual de poderoso como el clan Uchiha...

Realmente era un lugar hermoso y digno de admirar.

Ella me condujo a su pieza...

—Hinata-san, quizá sea demasiado​ rápido pero.. ¿Puedo darme una ducha?.—

—Oh, por supuesto que sí. De hecho iba a sugerirtelo, adelante. Además ahí hay ropa, toma la que necesites.—Salió de la habitación.

Entré a la bañera y deje que la tina se llenará, había muchos jabones de olores agradables y sales de baño. Era cómo estar el baño de una princesa, no cabía duda que Hinata lo era.

Después de un rato me relajé un poco y comenzé a sobar mi vientre... El bebé se movía en ocasiones y yo le hablaba para que reconociera mi voz.

Estaba muy feliz por que en unas semanas más ya lo tendría en mis brazos.

—Mamá te ama y sé que otros te amarán, pero nadie como yo. Tú eres el fruto del amor mio y de tu padre... Aunque quizá no este conmigo tengo la esperanza de que al final de todo esto podamos estar juntos y formemos una familia...—

Comenzé a llorar de nuevo, estaba atemorizada, estaba sola, nada se podía comparar a la sensación de perder al amor de tu vida... De saber que él no sabe que le darás un regalo tan especial que puede cambiar todas sus desiciones mas importantes....

¿Y ahora porqué tenía que ser así?

¿Acaso a Dios no le interesaba verme sufrir?

¿Yo era una simple idiota que se enamoró de la persona equivocada? ...

Él no volvería por mí, el jamás dejaría todo por mí.

Al menos eso pensaba...

Eso sentía...







Anécdotas de una chica enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora