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[...]

Sonreí sin mostrar mis dientes, me estaba estresando; ¿Qué mierdas quería que hiciera con ese jodido libró?

Y... ¿Qué quieres que haga con esto? ...¿Qué escriba en el? Este asintió con los ojos cerrados, bufe a su respuesta. Y tiré el libro sin importar donde este cayera, Mark soltó un suspiro pesado haciendo entender que está perdiendo la paciencia.

Primer día con su paciente y ya estaba perdiendo; no era de esperarse, todos se cansaban de Dong hyuck rápido.

No creo tolerar este comportamiento y si crees que con tratarme así me cansaré... Estás equivocado, porque vendré cada día de cada semana sin importar lo ocupado que este... porque soy tu doctor y te voy a curar ─ solto levantándose de la fría silla de metal para acto seguido dirigirse hacia el libro y tomarlo, limpio de El con sus manos y lo dejo en el escritorio que se encontraba al otro costado de la gran fría, horrible y aterradora recámara.

Las semanas habían pasado y como Mark me dijo... vino cada día... de cada semana... a visitarme, algunas veces con una gran sonrisa en su rostro y otras veces con la típica jeringa que por lo que veía amaba llevar con sigo cada vez que se enteraba que tenía ataques.

Dong hyuck, me estas escuchando?... Lee Dong hyuck! ─ Di un pequeño salto en la silla, no me había percatado de que el gran Dr. Mark Lee me estaba leyendo el famoso cuento.... «El principito» odiaba ese cuento. Simplemente traía horribles recuerdos a mi cabeza.

No sólo recuerdos, si no también hábitos, como el gritar porque dejarán de seguir contando aquel cuento; o el horrible tono en el que aquellas personas en el pasado me lo leían cada día sin cesar... Además de ser el hijo de una adicta a la heroína y gran parte de los tantos químicos que arriesgaban con hacerte dejar este mundo. También era hijo de un alcohólico que simplemente llegaba a casa gritar y romper todo como si su vida dependiera de ello....

Reí con un gran tono en mi voz, y me levanté de la silla... No podía seguir con ese gran dolor que me apuñalada cada día de mi vida....

[...]

Me exalté al escuchar como Dong hyuck soltó una escandalosa y fuerte risa de su boca, deje caer el libro al ver como Dong hyuck se levanto de la silla la cual se encontraba al lado de mi. Y como hizo antes siguió... cada vez su risa era más fuerte y desgarradora, casi como si estuviera reteniendo las grandes ganas de llorar y caer rendido al suelo pero este simplemente se giró hacia mi y se acercó con velocidad, no reaccione hasta que sentí como Dong hyuck me golpeó haciendo que cayera al suelo y acto seguido comenzó a plantar patas en mi cuerpo...

Antes de este poder seguir vi como entraron varias enfermeras y un doctor en especial los cuales tomaron a Dong hyuck a la fuerza y le clavaron sin piedad una jeringa que contenía un gran cantidad de sedante, pero Dong hyuck fue fuerte y se soltó del agarre de las enfermeras. Sentí como unas manos me tomaron haciéndome levantar del suelo y salir de la recámara, Dong hyuck seguía luchando contra las enfermeras pero con el tiempo Dong hyuck cayó al suelo rendido, el sedante había hecho efecto después de 5 minutos de hacer sido aplicado.....

Las enfermeras acomodaron a Dong hyuck en una camilla y ataron sus brazos y piernas a este... la camilla no tenía un buen aspecto, aparte de que claramente se vía diferente a las demás.... Iba a entrar y preguntar por su estado pero antes de eso me sacaron a la fuerza de la habitación que vigilaba la recámara de Dong hyuck....

Desperté gracias a un gran dolor de cabeza la cual parecía golpear con gran fuerza mi cabeza... mis ojos se abrieron con fuerza gracias a la gran luz que se encontraba en toda mi cara amenazando con dejarme casi ciego gracias a la intensidad de está.... al sentir como mis brazos y piernas estaban atados a la camilla supe lo peor, el gran Dr. Moon había llegado y eso no era bueno....

Por lo que veo... Estás despierto Dong hyuck.... llevaba un largo tiempo sin verte. solté un gemido demostrando que estaba asustado... en ese preciso momento sus manos posaron pequeños ventosas a mi frente y pecho el cual estaba descubierto, las ventosas estaban conectadas a cables los cuales claramente estaban conectados a una pequeña pero potente máquina, el gran Dr. Moon la llamaba «Dulces caricias» porque según el después de unos cuantos voltios, quedaría dormido gracias a las caricias de éstas...

No... por favor, no... me portate bien, lo prometo! ─ Dije moviendo mis brazos y piernas con brusquedad pero era en vano, el amarró de las grandes correas en mis muñecas y tobillos eran demasiado fuertes...

El Dr. Moon río con malicia al escuchar mis súplicas, poso su mano en mi mejilla y respondió con el mismo tono que solía usar conmigo en el pasado.

─ pequeño Dong hyuck, sólo serán unas cortas y dulces caricias... te has portado muy mal y eso no puede permitir en este lugar...¿Lo entiendes no? ─ Dicho esto, este quito su mano de mi rostro y la poso en la palanca que era la que controlaba la cantidad de voltios que amenazaban con chocar con mi cuerpo. Solté un grito de angustia y antes de eso, las fuertes cantidades de electricidad chocaban con mi cuerpo cada vez más fuerte....

Era casi inevitable gritar porque este subiera la palanca, pero el Dr. Moon sólo visualizaba mi cuerpo reaccionar a las grandes cantidades de electricidad y con el tono de antes comenzó a dictar las líneas del libro....











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 pyscho ☆ markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora