- Episodio 17. -

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Yuuri iba perdido en su mundo, su amigo Phichit le había mandado mensaje y estaba dispuesto a hablar todo el día con él.

Sus clases habían terminado y ya estaba de camino a la salida, pero chocó con varios compañeros. Miro al frente y pudo ver a todos amontonados y susurrando. Eso solo significaba una cosa.

Se escabullo entre los alumnos y logro llegar a la salida, estacionado frente a la escuela, estaba el coche del rubio.

Con una sonrisa se acercó, Yuri vio al Omega. Bajo del coche y pudo admirar la sonrisa del nipón, una que se borró al ver su labio sangrando y una mancha morada en su mejilla.

-¿Qué te sucedió?-preguntó alarmado intentando no tocar los lugares golpeados.

-nada importante.-

-¿Cómo no va a ser importante? ¿Duele mucho?-

-algo.-admitio sonriendo y enamorando a quienes veían desde atrás.-vine por ti porque quiero hablar con tu padre y necesito que estés presente.-

-¿Porque?-

-porque tu papá me da miedo.-aquello hizo sonreír al nipón.

-me refiero a que porque quieres hablar con él.-

Yurio trono la lengua y lo miro fijamente.-¿Me vas a ayudar o no?-

-sabes que si.-el nipón enrojeció y con miedo sujeto la manga de la sudadera del rubio, quien le miro con encanto y deseo al ver la cara roja del omega.-¿Me das un beso?-

El alfa sonrió ampliamente, sujeto con suavidad el rostro de su amado cerdito y lo beso profundamente, rompiendo los corazones de los estudiantes y provocando una sonrisa en los familiares del rubio.

Al separarse, Yurio sonrió y le susurro al oido.-Otabek y mi abuela acaban de ver cómo un lindo cerdo exige un beso de este felino.-

-¿Qué?-el nipón volteo hacia el coche. Al ver a esas dos personas, se cubrió la boca avergonzado mientras que su cara tomaba un color rojizo.-madre de... ¿Por que no me dijiste?-

-porque me lo pediste de una manera tan seductora que no me pude negar.-

-ve al onsen y yo llego después.-antes de que pudiera dar un paso, el alfa lo sujeto del brazo.

-tú vienes conmigo.-

-no. Me da vergüenza. Tu abuela y Otabek acaban de vernos.-

-un beso no es nada del otro mundo.-

-pero ni siquiera somos novios.-

-pues lo eres.-

-¿según tú desde cuándo?-preguntó desconcertado.

-desde hace diez minutos.-anunció mientras abría la puerta del copiloto y lograba hacer que el nipón subiera.

-buenas tardes.-saludo un poco incómodo.

La mujer sonrió al ver que el Omega era realmente lindo.-buenas tardes.-

-hola.-saludo Otabek sin cambiar su expresión de pocos amigos.

El rubio subió y encendió el motor, para después ver a su abuela a través del espejo retrovisor.-abuela, él es mi novio Yuuri. Cariño, ella es mi abuela Lilia.-

-mucho gusto.-saludo la mujer con una amplia sonrisa.

-el gusto es mío.-y pues el viaje no pudo ser más incómodo.

•••

El coche se estacionó y todos bajaron. El rubio se acercó y llevo la mochila por el nipón.

La Omega observo el lugar y no evito sonreir.-es un hermoso lugar.-

-gracias.-

Todos ingresaron al onsen, y un sentimiento de calidez invadió a la Omega mayor. En aquel lugar se respiraba amor.

De cierta puerta salió la madre del japonés.-hola cariño.-se acerco y beso la frente de su hijo.

-hola mamá. Quiero presentarte a alguien, ella es la abuela de Yuri y él es Otabek, amigo de Yuri.-presento señalando a cada uno.

La mujer de lentes sonrió y extendió su mano hacia los recién conocidos.-un placer, mi nombre es Hiroko.-

-Lilia.-se presento la mujer. Al saltar la mano de la japonesa, no pudo evitar ver el lugar.-este sitio es realmente hermoso.-

-me alegra que le guste.-

-¿Dónde está mi padre?-intervino el azabache. Su madre lo miro con una sonrisa.

-ya no tarda, salio a arreglar unos pendientes.-

La mano del japonés fue tomada con dulzura, inmediatamente volteo hacia el rubio, que fue quien hablo.-¿Podrías darle una habitación a mi abuela y a Otabek?-

-por supuesto.-

Todos recorrieron el onsen, Yuuri los dirigía y a cada uno se les asignó una habitación. Al rubio le había dado la misma habitación que había usado la noche anterior. Pero en lugar de ir a esa habitación, fueron a la del japonés.

-¿A qué hora llegará tu padre?-

-no lo sé.-Yuuri hizo que el rubio se sentará en la cama, mientras el nipón comenzaba a ponerle una pomada en el golpe.-necesito pedirte un favor.-

-te escucho.-

-mi taller de fotografía. Quiere que le tomemos fotos a una persona importante, la enmarquemos y expongamos sobre ella... Quería pedirte... ¿Podrías ser esa persona?-

Ha, las ganas de querer poseerlo ante esa mirada nerviosa y avergonzada, la cual provocaba una amplia sonrisa en el alfa.-me encantaría.-la respuesta le saco una risa nerviosa.

Las imágenes de cuando estaban frente al colegio llegó a su mente, al igual que todas las palabras del rubio.-entonces, ¿Somos novios?-ahora fue Yurio quien soltó una risa nerviosa y trato de apartar la mirada, pero el Omega busco juntar sus ojos para poder hablarlo.-lo dijiste cuando estábamos frente a mi escuela.-

No había escapatoria, y tampoco la deseaba.

De su bolsillo saco un collar de plata con un dije de un par de patines para hielo.

Yuuri vio el dije antes de que el rubio le pusiera el collar.-¿Aceptas ser mi novio?-

El nipón sonrió enternecido, asintió y sin dudarlo abrazo al alfa. El rubio se sintió completo, así que sujeto las caderas del nipón mientras exhalaba su delicioso aroma.

Pero el momento se rompió en cuanto la puerta de abrió, dejando ver al padre del nipón, quien los miraba con el seño fruncido.

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QUIERO HACERTE FELIZ. (YuYuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora