Las ropas estaban desparramadas por todo el lugar, sus cuerpos cubiertos de sudor, el vaivén era lento y armonioso, el sonido de los besos y los gemidos le daban a la noche la melodía perfecta para la letra de aquella historia que comenzaba a escribirse.
Jimin estaba apoyado sobre su espalda, entre sus piernas Yoongi lo miraba con ensoñación, como si el que estuviese allí fuera el Dios más poderoso del universo.
Para Yoongi, Jimin era el cielo y el infierno todo en uno. Tanto lo había deseado, tanto había soñado tenerlo a su lado, tantas veces quiso hacerle el amor, que aquello le parecía imposible de creer.
-Deja de mirarme asi- dijo con su rostro totalmente rojo de la vergüenza.
-Deja de morder tu labio, ¿sabes lo que eso me provoca?-
-No no lo sé- respondió coqueto, mientras el otro dejaba tiernos besos en su cuello para volver a besarlo en la boca.
-Siempre pensé que tus labios serían la gloria- contestó Yoongi.
-¿Y ahora que piensas?- indagó mirándolo a los ojos.
-Que no son la gloria, son el paraíso, mi tortura, y que me encantan así de rojos por mis besos- respondió dándole otro y otro beso.
Jimin río mientras seguían besándose, pensaba que la felicidad no le cabía en el pecho, no quería pensar en cosas tristes, solo quería disfrutar el estar ahí con ese a quien siempre amó.
-¿Amor?- habló mirando a Jimin
-Mmm- hizo el sonido para que el otro entendiera que lo estaba escuchando.
-¿Qué estas pensando? Te quedaste serio de pronto-
-En esto, en nosotros, en qué sigue- contestó con los ojitos brillantes.
-¿Qué quieres que seamos?, porque yo quiero todo contigo, quiero que seas mi novio, que vivamos juntos, que nos casemos, que me ames hasta mi último día de vida así como yo te voy amar en esta y en las que sigan- respondió.
-Eso, quiero eso- sonrío Jimin al responder.
-¿Sabes que ya no podrás sacarme de tu vida verdad?, ¿qué no pienso moverme de aquí, voy a vender mi departamento y me vendré a vivir contigo, aunque no quieras y aunque creas que voy muy rápido, a partir de hoy seré tu sombra así que piénsalo bien Park Jimin, porque si me dejas entrar no pienso irme jamás- habló mientras repartía besos por todo su rostro.
Jimin sonrió con esa sonrisa donde sus ojos se hacen pequeños, esa que hace a Yoongi removerse todo dentro suyo.
El camino de besos comenzó en sus labios, poco a poco fue bajando por su cuello, sus clavículas, su pecho, su abdomen, su pelvis. Tomó su miembro con total descaro y comenzó a masajearlo mientras lo miraba a los ojos, esos ojos que brillaban cual luceros, despacio comenzó a chuparlo, pasando su lengua por toda su extensión.
Jimin se retorcía de placer, el amor de su vida lo estaba llevando al mismo cielo y él solo podía dejarse llevar. Mientras devoraba su pene jugaba con sus dedos en su entrada, haciéndolo gemir sin pudor alguno.-Necesito estar dentro de ti- jadeo Yoongi en el oído de Jimin.
-Hazlo de una vez amor- gimió colmado de deseo.
Lentamente entró en su amado, despacio para no lastimarlo, para que se acostumbrase a él.
Jimin se sintió completo, ningún sueño se acercaba a lo que realmente era Min Yoongi.
Comenzó a retorcerse debajo de su hombre y Yoongi entendió el mensaje.
Las embestidas se hicieron más profundas, más salvajes, ambos sentían que podrían morir de felicidad y no les importaba en lo más mínimo, el ritmo se hizo intenso, los sonidos de sus cuerpos chocando eran obscenos.
Yoongi veía el cuerpo de su amado, estaba perlado en sudor, sus manos apretaban las sábanas, sus ojos estaban cerrados como si quisiera solo sentir lo que estaban haciendo, se mordía constantemente su labio inferior y eso hacía que Yoongi quisiese enterrarse más y más en él.
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Despedida De Soltero
FanfictionOcho amigos se reúnen para festejar la despedida de solteros de dos de ellos que son pareja y están a dos meses de casarse. Pero la reunión se vuelve algo intensa cuando uno de ellos decide poner sobre la mesa todas las mentiras y enriedos en el qu...