Capitulo I

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La Propuesta

Jane Mitchell era una chica sencilla, no es una chica que valla a la ultima moda.

Esta mañana había llegado tarde a clases. Para colmo, la persona a la que Jane odiaba mas en el mundo-después de la capitana de las animadoras-, no dejaba de intentar hablar con ella.

Por suerte, las clases ya se habían acabado y Jane ya estaba en su taquilla.

-¡Jane!-miro rápidamente en la dirección de la que venia la voz.

Ross Lynch, el chico mas popular del instituto, intentaba hacerse paso entre la multitud de alumnos que se dirigían a la salida.

-¡Espera, Jane, tengo que hablar contigo!

-Yo contigo no-le dijo cortante.

Jane cogió sus cosas y se unió al mogollón de alumnos.

Ross no se dio por vencido y la siguió hasta la salida. La sujeto por el brazo y hizo que se diera la vuelta.

-Solo sera un segundo, por favor.

-No puedo, perderé el autobus-Jane hizo ademán de irse, pero una vez mas Ross se lo impidió.

-Te llevare-Ross estaba muy desesperado.

Jane suspiro exasperada y pensó una forma de librarse.

-Vivo a hora y media de aquí.

-No importa.

Jane accedió y le siguió hasta su coche. La gente los miraba. A Ross no le importaba, pero a Jane le incomodaba mucho. No estaba acostumbrada a ser el centro de atención.

Subieron al coche y Jane le dio las indicaciones para llegar a su casa. En seguida, se pusieron en marcha.

-Bueno... ¿Que es lo que querías?

-No es fácil de pedir. El caso es que mis notas no son muy buenas-Jane se río, demostrando que eso ya lo sabia-. Me preguntaba, si... tu...  ¿podrias darme clases particulares?

Jane se quedo atónita. El chico mas popular de la escuela le esta pidiendo que le diera clases particulares. Sospecho la idea durante un rato.

-¿Que saco yo a cambio?

-¡Lo que quieras! Cualquier cosa-la miro suplicante-, pero acepta. Por favor.

-Si acepto, tendré que compaginar las clases con tus clases y la manera de volver a casa.

-Yo te llevare a casa después.

-Vale. Ya pensare en lo que me darás a cambio.

-Puedo parte satisfaccion-Ross miro a Jane con una sonrisa picara.

-¡Cerdo!

Jane no volvió a hablar en todo el camino. Ross cantaba cada canción que sonaba en la radio. Jane no se podía creer lo bien que cantaba.

Ross por fin aparcó delante del edificio en el que vivía Jane.

Era un edificio antigüo, muy deteriorado, tanto por fuera como por dentro.

-¿Como puedes vivir aquí?-Ross lo dijo con tono de desprecio.

-Es lo único que se puede permitir mi padre con su sueldo de mecánico.

Ross la miro con pena y arrepentimiento. Jamas volvería a reírse de ella por nada.

-Hasta mañana-se inclino había ella y le beso en la mejilla.

Ella no dijo nada y se bajo del coche.

-¡No tengo tu numero!-Ross grito tan alto, que lo oyó la calle entera.

Traviesa Aventura//PAUSADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora