Mirada felina.

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POVS ALBA
Ya estábamos en Pamplona y estábamos esperando  a Ez y a Mark. Cuando por fin aparecieron, nos estuvieron contando que como ellos eran los que controlaban de informática, se habían quedado para poder comunicarse y ayudarles sin ser descubiertos, lo cual significaba que por lo menos Nat no se había ido sola.
Nos contaron también que para el plan de escaparse de la cárcel necesitaban una guardia, en femenino, que les echase una mano. Pero una en la cual pudiesen confiar. Por supuesto yo me ofrecí. Pero hubo discrepaciones debido a lo que había pasado entre nosotras.
-Alba en otras ocasiones hubiese sido de gran ayuda, pero ahora mismo no. Sabemos cómo es Nat, no va a volver a confiar en ella. Lo siento Alba.- Alegaba Mark.
Aunque me dolía, razón no le faltaba.
-Pero ella ya fue guardia de cárcel, conoce aquello mejor que cualquiera de nosotros. A Nat no le va a hacer ni puta gracia. Pero es que no nos admitirán a ninguno de nosotros. Ella es la única que tiene experiencia.- Respondió María.
Después de varias discusiones, decidimos que iría yo. Tendría que volver a ganarme su confianza.
Al parecer tenían una mínima relación con la directora de la cárcel, lo cual nos ayudaría a meterme de guardia.
Me enseñaron cómo nos comunicaríamos, y decidimos que a la mañana siguiente iría para el puesto.
POVS NATALIA
Nuestro plan ya estaba casi. Nos faltaba tener a algún guardia compinchado, pero Ez me había dicho que lo más probable era que mañana por la mañana ya tuviésemos a alguien. En teoría era alguien de confianza, aunque no quiso decirme quién. Pero tampoco le di más vueltas y bajamos a cenar.
Alvaro estaba ya con nosotros, y le habían metido en la celda de los chicos. Este era bastante torpe, por lo que mientras iba con la bandeja llena de comida hacia nuestra mesa, se la echó sin querer encima a Miriam, una de las veteranas con las que peor me llevaba. Aunque eso no siempre había sido así.
Solíamos respetarnos, pero cosas como estas la molestaban muchísimo, por eso en cuanto vio al causante de todo eso, lo cogió del cuello.
En cuanto vimos aquello, tanto el grupo de Miriam como nosotros nos levantamos a ayudar. Miriam rapidamente soltó a Álvaro y se centró en mi.
Me cogió por el cuello y me levantó. De una patada pude quitármela de encima, intercambiando papeles. Vi cómo su cara empezó a ponerse morada y la solté.
Sorprendentemente no volvió a por mi, pero ambas sabíamos que eso no había acabado ahí. Ordenó a las suyas que se fuesen, y así hicieron.
Salvo por las marcas en mi cuello y un par de moratones de mis amigos, estábamos bien.
Cenamos y nos fuimos a dormir. Mañana por fin nuestro plan avanzaría notablemente.
Ya era por la mañana, y la verdad que estaba ansiosa por saber quién sería nuestro aliado, aunque no sabía sobre qué hora aparecería, por lo que tendría que esperar a que Noemí, la directora, nos llamase para presentarnos.
Bajamos a las duchas antes de desayunar, como de costumbre. Chicas por un lado, y chicos por otro.
Alicia, Maia, Ici y yo estábamos recogiendo nuestra ropa de la zona de lavadoras, cuando de repente la puerta se cerró de golpe. Ahí estaba Miriam con sus chicas.
Acabamos liadas a golpes, en mi caso también con un labio roto, pero no sin antes haberle roto un par de costillas, por lo menos, a la causante de todo esto.
De repente apareció una guardia rubia y bajita. La reconocería en cualquier lado, y he de admitir que no me hizo ni puta gracia volverla a ver .
Ordenó que cesase la pelea, mientras ella y yo establecíamos un contacto visual muy rudo, que me vi obligada a cortar en cuanto una de las de Miriam vino corriendo hacia mi. La esquivé, cogiéndola del cuello de su chaqueta y lanzándola contra la pared. Iba a volver a por mi, pero entonces la rubia de pelo rizado ordenó que parasen. Sabía que no lo había hecho por nosotros, y lo confirmé en cuanto las dos rubias se miraron, y la mirada de Miriam se convirtió en una más bien de deseo, y eso no me gustaba nada. Y no sólo porque fuese a Alba a quien miraba de ese modo.

Todo cambia.🌪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora