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Me siento en el portal que da al exterior del patio, admiro los árboles y cierro mis ojos ante en aire fresco que pega contra mi rostro

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Me siento en el portal que da al exterior del patio, admiro los árboles y cierro mis ojos ante en aire fresco que pega contra mi rostro.

Suspiro.

Tiene mucho tiempo que no salgo a misiones y estar sentado aquí me reconforta. De vez en cuando extraño ir en busca de demonios y cazarlos, junto con mis buenos amigos.

Aunque ellos sean algo estúpidos.

Llevo mis manos hacia atrás, recargándome sobre ellas y me tiro levemente hacia atrás también.


Me siento derecho nuevamente cubriendo mi boca.

—Tanjirou —escucho mi nombre llamar—. Tanjirou ¿Dónde estás? —giro mi mirada y encuentro a Giyuu moviendo su cabeza, buscándome— Tanjir... —me ve finalmente y rápidamente se acerca a mí—, ¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Por qué cubres tu boca? —se pone de cuchillas y me toca el rostro.

Asiento con la cabeza, indicando que estoy bien, para después quitar mi mano de mi boca.

—Simplemente son nauseas —regreso mi mirada hacia afuera—. He tenido muchas últimamente...Me da asco hasta respirar —exclamo harto y escucho una leve carcajada por parte del azabache, le volteo a ver con el ceño fruncido, acto seguido el toma lugar sentándose detrás de mí, colocando sus manos en mi estómago.

—Parece que nuestro bebé le está causando problemas a mami —dice recargando su mentón en mi hombro—. ¿Qué deberíamos hacer?

—N-no es que sea un problema —miro en otra dirección sonrojado—, G-Giyuu —se ha vuelto hábito que Giyuu hablara de esta manera hacia el bebé, y aún no me acostumbro.

Todo se mantiene en silencio por unos instantes y regreso mi mirada hacia el de ojos azules, el cual mantiene su vista en mi pancita, acariciándola.

—¿Qué crees que sea? —pregunta vagamente y me sorprendo.

—Hmmm...Pues...—observo mi vientre de igual manera—, La verdad no me importa que sea, de igual manera lo querremos mucho ¿No es así? —sonrío y coloco mis manos encima de las del azabache—. Bueno...Ya lo queremos.

Siento la cabeza de Giyuu recargarse en la mía y su aliento en mi oreja.

—Es verdad...

Las náuseas o el dolor no importan mucho, siempre estaré bien si tengo el apoyo y amor de él.

Aunque en el futuro tendré que compartir su amor con esta cosita.




Galería Giyuutan.。*♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora