Mis días comenzaban a hacerse más lindos, Joey y yo nos veíamos en ese parque casi todos los días a la misma hora. Comenzabamos a hablar más seguido, éramos dos adolescentes que necesitaban compañía para aquel entonces.
—Entonces, no tenías este amor por el algodón de azúcar. —negué tomando otro trozo del algodón para comerlo. Joey ladeó su cabeza pensando y sólo pude reír.— ¿Y como explicas lo del otro día?.
—No tengo idea en realidad.
Yo ya había comenzado a hacerme las típicas preguntas en la cabeza, esas de cómo podía haber pasado de la forma o bien la manera en que nos conocimos fue muy extraña. Muy cliché, pero fue así como sucedieron las cosas y no podía cambiarlas.
—quizás fue el destino.
—quizás.
Joey y yo teníamos la misma edad, diesiseís. No sabía mucho acerca de él, sólo comprabamos el algodón de azúcar y hablábamos cualquier tema. Sin embargo no habíamos llegado a conocernos tan a fondo.
Los encuentros con él comenzaron a duplicarse, pasaron de ser uno a ser tres y así sucesivamente. Distrutaba mucho su compañía, era como si lo conociese de hace tiempo. De otra vida, me sentía sumamente feliz y tranquila junto a él.
Entonces ese día se lo pregunté.
—¿Por qué fuiste a buscarme el otro día?.
Joey se lo pensó un rayo, yo no lo presione. Al contrario espere muy pacientemente su respuesta, la verdad yo intentaba contestarme esas preguntas en mi mente antes de dormir. ¿Cómo fue que terminamos los dos juntos ese día?, ¿Por qué lo ví a él?. ¿Por qué el me vio a mí?.
Dicen que cuando estamos destinados a conocer a alguien lo hacemos sin importar las circunstancias, cada persona llega a nuestras vidas para cumplir un propósito. En el caso de Joey fue enseñarme que el amor si existía. Yo para aquellos momentos carecía un poco de ello, mi familia estabas rota y sentía que no iba a ser como antes. Comenzaba a pensar que me quedaría toda la vida así.
Día antes nos habíamos enterado de que mis padres no habían hecho nada por mi desaparición más que restarle importancia, era como que no le importarámos ni en lo más mínimo. Y eso me había dolido bastante.
—no sé, sólo fuí. Te me hiciste conocida.
Entonces, ¿Nos conocíamos?, llegué a conocerlo en algún otro momento. Pero no lo recordaba con exactitud, indague hasta lo más hondo de mis recuerdos y no encontré nada. Era como si los archivos de Joey fueran borrados por completo.
¿Acaso la vida me volvió a juntar con él?, ¿O fue que nos junto por primera vez?.
El día siguiente espere a Joey en el mismo lugar de siempre, no llegó. Espere como una hora, luego me fui debido a que no quería esperarlo toda la mañana. Ya sabía que me había dejado olvidada, o quizás se le había presentado algún inconveniente.
Joey Birlem era sumamente cariñoso, tierno. Gentil, te hacía reír con mucha facilidad.
Eso era todo lo que tenía acerca de su expediente en mi mente.
Quizás deberíamos conocernos más.
Tenía un auto propio, nunca me habló acerca de su familia. Ni una hermana o hermano, nisiquiera acerca de su madre, manteníamos sólo el contacto en la media hora en el parque. Luego de eso cada quien tomaba su camino.
¿Acaso me ocultaban algo?.
La verdad era que Joey era sumamente reservado, sentía una gran desconfianza a las personas. No precisamente porque pudiesen hacerle daño sino más bien porque temía que luego de dejarlas entrar en su vida y tomarles cariño pensaba que la vida le arrebataría está persona y lo dejaría con ese gran dolor.
Y al principio lo encontré lógico, pero. ¿Mantenerse toda la vida con miedo?. ¿Por qué?.
Siempre he sido muy curiosa, yo detallaba mucho a las personas, por algo así decía que tendría que estudiar psicología.
Pero una noche conocí mejor a Joey.
Esa noche, estaba intentando conciliar el sueño. Entonces escuché un sonido muy seco, una piedrita había llegado a mi ventana.
Me coloque de pie, él estaba allí, con vergüenza de molestarme a esas horas. Y además con pena de haberme dejado plantada. Él sabía dónde vivía, por alguna extraña razón todos sabían en donde habían vivido los Prada años atrás. Decían que la casa la demolerían por estar abandonada. Claro hasta que llegamos.
—¿Qué haces aquí?.
—necesito compañía.
Mire sus ojos, esos que algunas veces me perdía mirándome. Nunca tuve desconfianza, Joey no me había dado ninguna razón para desconfiar. No era como si me diera miedo. Pero bueno, era tarde y no sabía que intensiones tenía.
—podemos ir caminando, si quieres. Mantenemos un metro de distancia pero por favor necesito compañía. —parecía muy ansioso o más bien algo distraído. Al final acepté.
Su casa ni quedaba tan lejos, un par de calles, era bastante grande. Aunque todas las casas de ese vecindario eran más grandes que la mía. Él abrió la puerta y dejó que entrará. Lo hice mirando un poco a mí alrededor, no había indicios que de había alguien más. Estaba oscuro.
Encendió una de las luces, habían varias cosas por el suelo. Según mi mamá cuando un hombre vivía solo esas eran las consecuencias.
—¿Quieres algo?, obvio no. Soy un extraño no puedo darte nada. —Joey de respondió a sí mismo, se dejó caer en uno de los sofás, yo mire unos estantes. Habían unas fotografías.
Me acerque a él, había una señora muy linda. Cabello negro, sostenía a un niño, era idéntico a Joey. Era él. Estaba segura.
—Eres la única que no sabe. Y ya estoy cansado de fingir mierda.
Me giré sobre mis talones, me abrace a mi misma. Sólo había tenido tiempo de tomar un saquito gris holgado para podermelo encima.
—¿Estás bien?.
Joey tiró un poco de su cabello y negó, me senté a su lado, hubo algo de silencio. Entonces noté varias lágrimas caer de sus mejillas.
—Selina, de verdad. No tengo a nadie más que a Jacob y debe estar cansado de lo mismo de siempre.
—Pues ahora me tienes a mí.
Sigo preguntándome a veces, ¿Qué hubiese pasado si no hubiese acompañado a Joey esa noche?. ¿Nos hubiésemos separado?. ¿Él se hubiese alejado de mí?. Nunca lo sabré.
—¿Joey?.
—la misma pesadilla me persigue noche tras noche. Siempre la oigo tocar ese estúpido piano.
Esa noche averigüe la conexión que nosotros teníamos.
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El amor de mi vida. | Joey Birlem.
Fiksi Penggemar𝐄𝐀𝐌𝐕; ❝Sólo sé que si la volviera a ver haría lo imposible para poder ver su sonrisa una vez más.❞