dieciocho.

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Te extraño.

Dos palabras que provocaron un sin fin de emociones justo en mi pecho, de todas las cosas que había imaginado que Joey podría decirme creo, no. Estoy segura de que esa sería la última, sin embargo eso no quitaba el hecho de que me hacía feliz saber ello, por lo menos no había sido la única que extrañaba al otro.

Miré a Joey sorprendida, trague en seco sin saber que decir. Él sonrió avergonzado y miro sus pies, yo por mi parte debatía con mi mente que debería decirle y que no. Pero estaba en una especie de shock extraño, por alguna razón no había notado la sonrisa que se había formado en mis labios.

—eh...—tartamudee y mordí mi labio dándome un golpe mental, escuché la risa de Joey y luego conectamos miradas unos segundos.

—Tranquila, se me salió. —dijo refiriéndose a sus palabras anteriores, asentí y comencé a jugar con mis manos.

—yo también te extraño. —dije mirándolo nuevamente. Sonrió e incluso hice lo mismo. — tengo que mostrarte algo. —hablé refiriéndome a la foto de nuestras madres, me coloqué de pie. Joey me imitó aunque con su ceño levemente fruncido. Claro, no entendía. — ya entenderás.

Asintió, giré sobre mis talones buscando a Alissa, ella hablaba muy animadamente con Jacob. —el amigo de Joey por sí no lo recuerdan.—, supe que él podría haber sido la razón por la que Joey había ido a buscarme o bien sabía que sabía que yo estaba allí. Debería agradecerle después fue lo que pensé. Probablemente no habría hablado con Joey por mi cuenta. Y no por orgullo, sino por miedo al rechazo.

—tengo que enseñarle algo a Joey. —le digo a mi amiga que sonríe divertida, le doy un golpe segundos después por su malpensamiento. Ruedo mis ojos y veo a Jacob alzando mis cejas y y bajándolas luego. Las mejillas del chico se ponen más rojas de lo que estaban y comienzo a reír, Alissa bufa y nos empuja a Birlem y a mí.

—nos vemos luego entonces. —nos dice y Joey toma mi mano entrelazando sus dedos con los míos por segundos porque de manera disimulada lleve mi mano a un mechón de cabello a mi oreja para no ser grosera. Me daba cierto miedo saber que se estaba comportando así aún teniendo novia.

El silencio entre los dos es eterno hasta llegar a mi casa, abrí la puerta dejándolo entrar. Veo a Kate salir de la cocina con un delantal y un plato en la mano que secaba con un trapo, su ceño se frunce al ver a Joey y antes de que pueda decir algo el se adelanta.

—Joseph. —extiende su mano hacia ella, Kate deja el trapo en su hombro y acepta su mano mirando extraño a Joey.— Birlem.

Su rostro cambia, me mira soltando la mano de Joey. Pestañó varias veces y me señaló y luego a él, repitió varias veces ese procedimiento hasta que comencé a reír.

—¡Eres hermano de Scott!. —chilla y mi ceño se frunce, Joey parece incómodo pues rasca su cuello. Miré a Kate y ella dejo su boca abierta sin saber que añadir.

—voy por lo que te había mencionado.—dije dándome vuelta haciéndole señas a Kate de que no hablara de eso, sea lo que sea a Joey no le sentaba bien y luego tendría esa conversación con Kate para hablar más a fondo acerca de ello.

Corró escaleras arriba esperando que no se vuelva el ambiente tenso entre los dos de abajo, por suerte mi hermano estaba trabajando. De lo contrario sería mucho peor.

El amor de mi vida. | Joey Birlem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora