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Lluvia, amiga de la tierra y de las plantas, de los cultivos y de las sequías, pero enemiga o no presisamente una aliada de los caballos en el barro. O al menos eso pensaba Erric mientras cabalgaba apresuradamente
-"por que la prisa no hemos acampado desde que salimos del pueblo, hace horas que estamos bajo esta maldita lluvia los caballos están cansados ni que nos estuviera persiguiendo un Ejército"- exclamó con enojo jorin
quien acompañaba la marcha a la par del gigante Erric. Jorin a diferencia de su amigo era un muchacho joven Delgado pero de una contextura digna de un soldado con una cabellera corta de color marrón y unos ojos negros como la oscuridad que azotaba esa noche, portaba una espada y un escudo maltrechos de esos que se consiguen de algún pobre infeliz que callera en alguna batalla, para el no era una vergüenza era un mercenario el vivía el día como si fuera el último y tomaba lo que podía sin remordimientos pues quien sabe si algún día el sería ese pobre infeliz al que despojaron de sus armas, no llevaba armadura sólo ropajes cómodos y livianos ideales para moverse con destreza en contrapartida de Su compañero Erric el gigante,el rojo,la espada roja nombres que ganó con justa causa gracias a sus innumerables batallas y su manera brutal de acabar con el enemigo, a diferencia de jorin el rojo era un hombre adulto corpulento de larga cabellera y barbas rojas el si poseía una armadura una armadura gris de ese gris sucio de batallas y del paso del tiempo el era un hombre alto y portaba sólo una espada y dos hachas pequeñas al costado de su cintura el también era un mercenario pero a la legua se notaba que alguna vez estuvo al servicio de un rey.
-"No podemos descansar debemos llegar lo antes posible al Castillo se rumorea que lo van a atacar esta misma noche, nuestro cliente nos pagará una fortuna por traer el paquete que nos pidió, si atacan el castillo antes puede que se complique nuestra misión,no es que sea imposible pero prefiero no matar a nadie está noche, descansaremos luego de tener el paquete en nuestras manos"- exclamó el rojo mientras apuraba su galope.
-"Sólo espero que la paga lo valga y lamentó decirte mi robusto amigo que creo que tendremos que derramar sangre esta noche,el ataque ya comenzó.-" Dijo el muchacho mirando hacia lo lejos un humo que se empezaba a acresentar.
-"Maldita sea mi suerte, prepárate muchacho está noche va ser muy larga así que ten lista tu espada y tu maltrecho escudo por que esta noche joven jorin vas a necesitarlos"- exclamó el rojo
mientras se perdían con sus caballos en la espesura del inmenso bosque de arulyn
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