Koo y yo estabamos en un restaurante, cuando me di cuenta de que el miraba atento a la mesa del lado.
Había una pareja muy cursi para mi gusto, se daban de comer el uno con el otro.
— no voy a darte de comer.
— lo sé no te lo estoy pidiendo.
Me sentí un poco mal sabía que a koo le gustaba hacer esas cosas, en cambio yo era mas fría en ese aspecto.
— koo abre la boca.
— que?
— abre la boca.
( éste sonrió y asintió )
— bien ahora tú.
Quizás esto de las cursilerias no sea tan malo después de todo.