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Estaba tranquila en mi casa viendo películas, es tiempo de giras y como koo no está me suelo sentir muy sola, ni siquiera tengo un animalito que me acompañe, debería adoptar uno. m
e había perdido en mis pensamientos, que no sentí tocar el timbre.
- ya voy!
Me levanté para abrir la puerta y me encontré unos ojos con un bello brillo. Estaba soñando? Pellizquenme porfavor.
- regresé bonita.
Mis ojos se llenaban de lágrimas.
Salté sobre el sin siquiera pensar si estaba cansado, solo quería sentirme protegida junto a la persona que amo.
- perdón, debes venir cansado -me reí entre dientes por mi entusiasmo- ven, te prepararé algo de comer.
- ahh bonita como extrañaba tu comida, no son muy ricas las que dan en el avión.
- koo no te pongas mañoso supongo que comiste o no? -lo miré mientras entrecerraba mis ojos.
- claro que si, no estaba buena pero mi estómago ya no aguantaba mas -se puso a carcajear.
No faltó mucho tiempo para que me contagiara su risa y comenzaramos a reír a la par.
Sinceramente disfruto mi tiempo a solas, pero koo me ha demostrado lo bien que se siente tener a alguien 24/7 contigo.
