Eres así con el mundo
porque nadie supo
estar a tu lado
ponerse en tu lugar.
Y ahora,
que llegué yo,
me acusaste de llegar demasiado tarde.
No es suficente
para confiar en la gente.
¿De verdad no hay cura?
Prometo que lo intenté,
mis latidos son testigos,
mis lágrimas son la prueba.
Intenté cuidarte
y arreglarte,
curarte.
Pero estás demasiado roto y herido.
No es suficiente
una persona como yo.
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Poesías a una conocida desconocida
PoésieMi trayecto, investigación y descubrimiento en la poesía continua.