¡Hail Third Reich! (CountryHuman)

Cap-.4

América despertó junto con el soviético. Sonrió y se restregó un poco en el pecho del contrario para después depositar un beso suave en sus labios y comenzar a vestirse, tenía ropa limpia en los cajones por lo que no fue una difícil tarea. Últimamente había sido de los primeros en levantarse pues el tener a Japón aun en pie podía significar una gran amenaza, una la cual no iba a dejar viva, aun le debía lo de Pearl Harbor. Las ideas en su cabeza no lo dejaban seguir durmiendo por lo que temprano en la mañana, salía a correr al rededor del gran palacio de Inglaterra, sin percatarse de un joven tricolor que lo acechaba.

Al terminar de correr después de aproximadamente una hora y media, se decidió por ir a la cocina por algo para comer. Encontrándose con su acosador desayunando cereal en la mesa de la cocina, era un pequeño tricolor, con lentes un poco más grandes que su cara. USA tomo una manzana y se sentó a su lado, le dedico una sonrisa a medias y termino por revolver su cabello a la par que mordía su manzana verde, una de sus favoritas.

-Laufen Sie gerne? (¿Te gusta correr?) –Pregunto el alemán mientras se acomodaba en el banquito que ocupaba en ese momento-

-Not quite (No exactamente) -Sonrió de nuevo solo para ver que el pequeño estaba a punto de terminar su cereal, era difícil para el hacer la pregunta que URSS le había recomendado hacerle al pequeño, pero muy en el fondo sabía que era lo que debía hacer, tomo aire y fuerzas de donde pudo mientras buscaba las palabras correctas- How are you? (¿Cómo estás?) –Fue lo único que atino a decir, pero era un buen comienzo o eso esperaba-

-In Ordnung (Bien) –Respondió el niño mientras terminaba la última cucharada de su cereal, mirando y cruzándose con la mirada del americano, sonriendo débilmente para después quedar en silencio-

-You miss him? (¿Lo extrañas?) –Claramente el norteamericano no era el mejor para este tipo de situaciones, su falta de tacto hacia que las palabras sonaran de mala forma y la manera tan directa que decía las cosas hacia que las personas mostrasen su lado más vulnerable-

-Mein Vater? (¿A mi padre?) –Los ojos verdes penetrantes del alemán terminaron en la profunda mirada gris del estadounidense-

-Yep (Si) –Parecía un duelo de miradas, ninguno despegaba la vista del otro, y por un segundo USA se vio reflejado en aquel tricolor- How was it with you? (¿Cómo era contigo?) –Pregunto tomando por sorpresa al niño el cual sonrió tiernamente para luego soltar un largo suspiro-

-Er war... lustig, er spielte gern mit mir und er hat mir exakte Nachbildungen seiner Holzkreationen besorgt, er hat sich sehr um mich gekümmert und er... (Él era...divertido, le gustaba jugar conmigo y me conseguía réplicas exactas de sus creaciones en madera, me cuidaba mucho y el...) –Justo en la última oración su voz entrecortada y las lágrimas salieron de sus ojos, a través del vidrio se podía ver la expresión de dolor del menor-

-And he...? (¿Y el?) –No quería esperar lo peor, pero por más que buscara un alternativa a aquel pensamiento, recordaba que Reich era un sádico, y estaba seguro que sus métodos de enseñanza y educación eran de lo más descabellados, inclusive más que los de Inglaterra, esto le provoco tragar saliva en seco, mareándose y haciendo que el estómago se le revolviese.

El pequeño estaba más que inundado en llanto, y el norteamericano no era el indicado para este tipo de situaciones, lo abrazo con temor y pensándoselo por más de un minuto, el europeo termino por esconderse en el americano, llorando tan desconsoladamente que parecía que lo habían golpeado recién. En esos momentos USA se recordó de la misma manera, solo, rogando por ayuda, por alguien que lo ayudara a salir de ese abismo en el que estaba, buscando a su padre tan desesperadamente que su corazón estaba a punto de salirse, aun recordaba aquella noche en el que por fin pudo encontrar el camino a la cabaña en la que su padre y él se habían alojado, para que cuando este llegase le sorprendiera su padre con una escopeta cargada y apuntándole directo a la cabeza, no pudo evitar volver a sentí ese terror, aferrándose al pequeño; unas pequeñas lagrimas salieron de él, haciendo que se sintiera inferior, cosa que odiaba sentir...

-While I'm here...no one will hurt you again (Mientras yo esté aquí...nadie volverá a hacerte daño) –Le susurro el americano mientras acariciaba el cabello castaño del contrario.

Alemania aun no comprendía muy bien el acento del americano, por lo que apenas y pudo entender palabra y media de lo que había dicho, no se preocupó en aclarar el mal entendido con USA, el no lloraba por lo que su padre podría o pudo hacerle, al contrario, el alemán jamás había conocido al monstruo que todos habían conocido, para él siempre había sido un padre ejemplar, y nunca si quiera se atrevió a gritarle o ponerle una mano encima, para Reich, Alemania lo significaba todo.

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6 de agosto de 1945

8:00 de la mañana

El imperio japonés apenas se levantaba, con un kimono ya arreglado pretendía recibir las noticias de su mensajero de guerra, pues aún estaba en pleito con el ejército soviético, al ver a su mensajero pidió que lo dejaran pasar, ambos se reunieron alrededor de la mesa, conversando de temas varios mientras el imperio le servía un poco de té, habían pasado aproximadamente unos 15 minutos desde entonces, pronto una luz resplandeciente se vio en el cielo de Japón, inundado rápidamente todo lo demás de destrucción a su paso...Pronto comprendió Japón que USA jamás lo perdonaría por aquel bombardeo a una de sus bases militares, para cuando despertó de aquel primer impacto supo las consecuencias de sus actos, sabiendo que el arma utilizada por el americano había tenido cede en Hiroshima, muy cerca de donde se encontraba el Imperio...

Días más tarde...Japón sufrió un atentado más, esta vez en Nagasaki, el 9 de agosto de 1945.

USA había probado de nuevo que jamás se mostraría débil ante nadie, y ahora tenía que darle muchas explicaciones a Inglaterra, Francia y URSS, pero esto era lo último que le preocupaba al chico que se encontraba corriendo a las 8:20 de la mañana un 6 de agosto de 1945.