Not Again? (Larry Sylinson)

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Harry despierta con un dolor de cabeza insoportable. Si fuese lo único que sentía, podía lidiar con ello. Pero su boca sabe horrible, y su estómago se está revolviendo haciendo un sonido brutal. También está ese golpe, que parece sacarlo de si cada dos segundos. Gruñe y rueda en la cama, solo para encontrarse a Louis en el medio del cuarto, haciendo saltos de mariposa.

— Eres satánico. — Harry gime. — Corta con eso.

Louis sigue saltando. — ¿Por qué? ¿Te molesta?

— ¿Te molestaría si tomo tu cuello en mis manos? — Harry responde.

Toma su almohada extra, pero se le cae al piso. Le quita mucho esfuerzo agarrarla y quiere llorar, pero se las arregla para ponerla en su cabeza. Y Louis sigue saltando.

— ¡Loueh! Para. Me estoy muriendo.

— ¿Recuerdas... — Louis comienza la conversación, como si no estuviese entrenando. Apenas exhausto. — aquella vez que yo estaba desmayado en el suelo y me despertaste con Call Me Maybe? ¿O aquella vez cuando me tomé todos los shots de tequila, y no dejabas de golpear con tu lapicera el escritorio?

Vagamente, pero sí. Y no es la lista completa de lo que Harry ha hecho para irritar a Louis cuando tenía resaca. No era justo, Harry nunca tomaba; Louis siempre está de fiesta. ¿No debería tener pase libre en esto?

— Por favor.

— Aún tengo... otros quince minutos de entrenamiento. — Louis dice. — Vas a tener que aguantarte.

Ciegamente, Harry toca con su mano la mesita a su lado. Su mano toma un lápiz, y lo tira en dirección a Louis. — Te odio. En serio. Te odio, maldita sea.

— Siento lo mismo. Me alegro que hayamos tenido esta conversación. — Responde.

El resto de la mañana pasó de esa manera. Harry trataba de dormir y que no se le salga el cerebro de la cabeza, y Louis hacía todo el ruido posible. Finalmente, Harry se rinde, y se va de la habitación con su bolsa de baño. El agua caliente no hace tanto como necesitaba, pero al menos no huele a cerveza o sudor ahora.

Su cuarto está vacío cuando vuelve. Considera irse a dormir, pero se da cuenta que no podría. En cambio, deja sus cosas por ahí, se coloca un buzo sobre su remera y pantalones de jogging, y se dirige a la sala común. Liam y Zayn están allí, enredados en el sillón mirando en la televisión unos dibujos animados.

— ¿Por qué están mirando eso? — Harry se queja. En la pantalla, había un gato azul que estaba persiguiendo a tres cucarachas que se habían robado comida. — No quiero ni pensar en comida ahora.

— Eso es porque tienes resaca, bebé. — Liam dice débilmente. Tiene su cabeza apoyada en el regazo de Zayn, y éste está acariciando su pelo lentamente. Se veía lindo eso; Harry estaba un poco celoso. Quería que alguien acaricie su pelo cuando tenga resaca.

— Igual, tienes que comer algo. Te sentirás mejor si lo haces. — Zayn dice.

El estómago de Harry gruñe, un poco de bilis sube por su garganta cuando piensa en comer algo. — Estoy bien. Y no iré al comedor.

Zayn se levanta ignorando los sonidos de protesta de los labios de Liam. — Te haré algo de comer. — Dice. — Te sentirás mejor. Confía en mí.

Harry le hace una seña de negación. Aunque algún pan podría estar bien. Su estómago no se emociona ante la mención del pan. Y no está a punto de vomitar, piensa, capaz lo haga, pero estará bien. Cuando Zayn se va, Liam cambia de posición, ahora su cabeza estaba en el regazo de Harry, pero pensaba mal si creía que iba a tratarlo como Zayn lo estuvo haciendo.