THE SPINEL & THE DIAMOND

1: A Young Diamond

Los llantos del pequeño resonaban por todo el palacio, el lloriqueo constante perturbaba a ciertas gemas que estaban ahí, inundando sus mentes, ya hace días que Rosa se había ido dejando a este en su lugar, habían sido días de luto para todo el Homeworld desde la partida de la Diamante, a pesar de su comportamiento y actos del pasado contra su propio planeta, la ida de un Diamante, no dejaba de ser un evento devastador para todos, especialmente para sus soberanas, ninguna de ellas había sido capaz de ir al cuarto en el que se encontraba y verlo directamente, por lo menos no aún, no estaban listas para verlo todavía, era la razón por la que ella ya no estaba. Pero habían sido tanto tiempo ya, no podrían ignorarlo por la eternidad.

Por los pasillos se encontraba la mas alta de las gobernantes caminando por los pasillos con incertidumbre en su rostro dirigiéndose al cuarto del que provenía aquel ruido constante, no tenía la certeza de que haría exactamente, pero no podía seguir privándose de el. 

Caminando por el corredor, notó una figura de gran tamaño asomándose por la puerta de la misma habitación a la que iba.   

WD: ' Azul?, que haces aquí?..'  decía extrañada

BD: 'Blanco... no esperaba verte por aquí... solo quería, verlo a el' 

WD: 'Es a "el" a quien quieres ver?'  haciendo énfasis en la palabra 

BD: '...no... yo solo... la extraño...'  dijo melancólicamente

YD: 'igual que todos'

Ambas se sorprendieron al escuchar la voz de Amarillo desde la entrada de otro pasillo, las tres estaban reunidas finalmente.

YD: '...creo que todas estamos aquí por lo mismo...'

Todas sabían a que se refería, habían quedado en un profundo silencio mientras veían a sus perlas tratando de calmar el llanto del pequeño.

BD: 'tal vez deberíamos entrar...'

Ninguna de ellas dijo nada o se opuso a la idea, simplemente empezaron a entrar una por una a donde se encontraba, lo que notaron las tres perlas.

Ps: '¡Mis Diamantes!'  todas hicieron una reverencia con sus manos

YP: 'lo sentimos, hemos tratado de que pare de llorar pero-'

BD: 'esta bien...'

Todas tan solo las pasaron de largo para acercarse a lo que asemejaba ser una cuna algo grande para el tamaño de quien la ocupaba, las tres se arrodillaron alrededor y se acercaron lo mas que podían a el para observarlo.

YD: '...como se supone que lidearemos con esto...'

De nuevo solo hubo silencio, puesto que en realidad ninguna sabía como tratar con humanos, o mitad humano en este caso, lo único que tenían era la información que sacaron del zoológico antes de destruirlo, tendrían que en listar a gemas para que se encargaran.

El pequeño de repente había dejado de llorar, ahora estaba estirando sus pequeños brazos hacia ellas como si tratara de alcanzarlas, entre todas se miraron confundidas sin saber que hacer ante esa acción, Azul intentó acercar su dedo indice hasta el para que la alcanzara, el pequeño empezó a abrazarla e hizo algunos balbuceos que se podría decir que fueron de felicidad, tal acción enterneció a las Diamantes, en especial a Azul.

BD: 'tal vez no sea tan malo después de todo...'

Tal vez podría convertirse en un Diamante algún día, con el tiempo podría hacer lo que su madre no pudo.

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Este día, el joven diamante estaba hablando con Azul para resolver algunas de sus dudas sobre su madre que aun tenia. Azul estaba sentada en su trono mientras sostenía a Steven con su mano izquierda y con la otra trabajaba con un panel con el que dirigía y revisaba una de sus colonias.
Azul le tenía cariño a Steven, por lo que solía consentirlo o hablar con el cuando estaba aburrido pero usualmente estaba ocupada y su tiempo no era mucho