Burning My Heart (Buddie)

1° Temporada - Capítulo 5

Capítulo 5 (Buck 3.)

Estaba rumbo a casa tras una noche que jamás olvidaré. El sol me había despertado, cuando salí de esa tienda ya había amanecido. Las caras de los Díaz eran adorables. Se parecían un poco, bajo cierto ángulo. Jamás había visto a Eddie tan relajado, tan en paz. Tuve que irme sin despertarlos y conducir hasta mi casa. Aunque me hubiera quedado de no ser porque Maddie había pedido que desayunáramos juntos antes del trabajo.

Toda la noche anterior había sido perfecta. Christopher es un ángel, de verdad lo es, pero tenía que ser honesto conmigo mismo. Lo mejor de aquella noche de acampada había sido estar con Eddie.
Recuerdo lo bien que lo pasamos. Luego de ver esas dos películas comimos los malvaviscos, miramos las estrellas y fuimos a la tienda. Chris cayó como una mosca después del cuento que le leí. Recuerdo cómo Eddie estaba sonriéndome al terminar de leer el libro de su hijo.
Me había ruborizado, ya no podía evitarlo y ciertamente no me importaba que Eddie lo notase.
Sonreí como un idiota al recordar lo que pasó después de esa lectura...

- ¡Nada mal! - había dicho Eddie en vos baja.

- Creo que soy el mejor del mundo - dije yo.

- Por supuesto que lo eres. Mira cómo lo dejaste. Jaja

El niño dormía plácidamente entre nosotros dos. Agradecía eso, resultaría muy incómodo dormir al lado de Eddie. Christopher aportaba una muy necesaria barrera.

- Es un niño encantador - había dicho contemplando su tranquilidad.

- Shannon era la que le leía. Ella sabía imitar todo tipo de voces. En cambio, yo, yo apenas si puedo leerle cada vez que no estoy trabajando - había comentado mí mejor amigo.

- Eres un buen padre Eddie, haces lo que puedes.

- Lo sé. Pero no es suficiente.

- ¿Alguna vez lo es cuando tienes un hijo? - le pregunté.

- Eres bastante acertado en este tema, aunque no tienes hijos piensas cómo un verdadero padre - dijo Eddie.

Aquellas palabras me habían dañado un poco. Se que él jamás lo hubiera dicho para dañarme, de hecho ¿Cómo iba a saber cómo me siento si jamás se lo he dicho? Solo yo sé que inconscientemente esto se siente cómo una familia para mí.

Es raro, lo sé, pero me siento parte de los Díaz. A lo mejor es mi mente confundida tratando de explicar mis sentimientos hacia Eddie. ¡Dios! ¿Por qué tiene que ser él? No podía ser cualquier otro chico random, tenía que ser mi mejor amigo. Malditas hormonas, maldito Eddie, nada de esto estaría pasando si no fuera tan jodidamente sexy. Por un demonio, esos músculos, su sonrisa, esos ojitos marrones que brillan cada vez que se cruzan con el celeste de los míos. ¡Tan Hermoso! Anoche él estaba radiante. Su perfume me embriagaba cada vez que inspiraba.

Llegué a donde Maddie me esperaba. Bajé del auto y caminé por ese local como si fuera un modelo. Mi hermana me miro y rodó los ojos.

- Tuviste una linda noche por lo que veo - dijo ella. Yo me senté del otro lado de la pequeña mesa. No había mucha gente, es bastante temprano en la mañana así que no esperaba encontrar una multitud.

- Buen día Hermanita - respondí mientras tomaba el menú.

- Te pedí huevos y un jugo, espero que te guste.

- No importa, lo comeré de todos modos.

- Asumo que algo pasó anoche. ¿No ibas a la casa de Eddie? - preguntó algo confundida.