Pasaron algunos días, bueno, de hecho fueron tres meses aproximadamente, yo caminaba junto con uno de mis compañeros de clase al inicio del pasillo principal de nuestro edificio, mi compañero se detuvo a saludar a alguien frente a los sanitarios, me detuve, di la vuelta y ahí estaba, sonriente y carismático, aquél chico de cabello rizado color negro, a quien había visto con su pareja anteriormente, quien...¡también estaba ahí!, y era ¡hombre!, un hombre con cabello largo, bonito y bien cuidado que siguió su camino hasta detenerse y recargarse en la pared.
Estaba asombrada de ver que ambos eran ¡hombres!, ¿Gays? No, no lo creo, no lucían como alguien a quien le gustara una persona de su mismo sexo, aunque, de espaldas el otro chico pareciera mujer con su larga cabellera. Mi compañero continuó hablando con el chico como si lo conociera de años, y sí, así era, habían estudiado en la misma escuela anteriormente y se trataban de poner al corriente en ése pequeño momento.
-¡Hey!, Vale, ven.
Caminé de reversa dando unos cuatro pasos.
-Mande.
-Mira, te presento a mi amigo.
Lo dijo tocando el hombro del chico y apuntándome levemente con su mano.
-¡Hola!, Alejandro, mucho gusto.
-¡Hola!, Vale
Me estiró su mano para saludar, la tomé y lo saludé formalmente, ¿Saludo de beso? Claro que no, era alguien a quien no conocía, solo di una pequeña sonrisa, pero quedé impresionada al escuchar su voz, durante su saludo, una voz única, grave y varonil. Estaba tan sorprendida por su tono de voz que por mi corazón pasó una sensación de miedo, ¿Por qué? no lo sé, simplemente me diste miedo y tuve que huir de inmediato. Así que le dije a mi compañero lo primero que salió de mi boca, "tratando" de no verme tan rara, aunque, creo no funcionó en absoluto:
-Em...Ya me voy al salón, me alcanzas.
Caminé rápido y entré al aula.
Pasaron unos cuantos días de ése saludo que tuvimos. Me encontraba en clase de sociología, cuando te vi pasar junto con tu amigo, mi lugar era junto a la puerta, así que, bueno, a veces podía verte cuando pasabas por el pasillo.
Llegó el momento en el que ya no sólo te veía de vez en cuando sentada en mi butaca, ya te encontraba en persona en el pasillo o algún lugar de la escuela y te sonreía. Poco tiempo después no solo te sonreía, te saludaba e incluso comenzábamos a platicar, conforme pasaba el tiempo se volvió levemente frecuente el hablarnos en persona, porque en ese entonces no tenía tus redes sociales hasta que te las pedí y ahí hablamos pocas veces, era más en persona.
A veces me decías cosas que, al principio me intimidaban, hasta que comprendí que eso era parte de tu esencia y claro, posteriormente yo también te respondía en forma de juego
Me rodeabas ligeramente con tu brazo y decías algo como -"Vamos a besarnos"
Y yo, siguiéndote el juego con un – ¡Vaaaa! Todo lo que te respondía siempre terminaba con un "No es cierto, es juego", sumando a esto una risa.
En una de esas ocasiones de "vamos a besarnos" nos separamos del grupo de amigos con los que estábamos en ése momento, fuimos a la parte trasera de la universidad, en la segunda mini cafetería estaban unos escalones, compramos un cigarrillo, ahí estaba en mis momentos de volver a fumar debido al estrés, etcétera, nos sentamos y comenzamos a platicar, no recuerdo con qué comenzamos la charla pero después pasamos a cosas escolares, más bien, quejas acerca de la escuela
-No me gusta ésta escuela, yo ni siquiera quería estudiar aquí y mucho menos estudiar esto, pero mi papá quiso que estudiara aquí por su sobrina, siempre han decidido la mayoría de cosas por mí, donde estudio, qué estudio, calificaciones que quieren, hasta cosas tan "tontas" como si quería estar en la escolta o banda de guerra han dicho que no por mí, ahora creo hasta decidieron mi futuro, pues no quería esta licenciatura pero me quedo porque hay cosas que me interesan.
Ya casi terminaba mi cigarro, tú llevabas la mitad, creo, me miraste dicéndome:
-Piénsalo bien, espera y termina el segundo semestre y ves si te gusta o no y decides si te quieres ir, igual está feo, pero ve las cosas buenas que hay.
Justo ahí, me contaste que te darías de baja, me quedé sorprendida al escuchar eso de ti, no lo podía creer, pues estabas a dos semestres de terminar la licenciatura, a comparación mía, que iba a hacer mi primer año en la escuela.
-¿De verdad? ¿Te vas? ¿Por qué? Estás a nada de salir, te falta un año para terminar.
-Tengo algunos problemas, también ya no me está gustando...
Seguiste hablando, no mencionabas como tal las razones por las cuales te darías de baja, pero aun así no podía creer que fueras a hacerlo, estabas a solo un año de terminar.
Ésas razones las sabría meses después.
Terminamos de platicar y con ello el cigarro, nos levantamos y regresamos con los demás.
Días o tal vez pocas semanas después te volví a encontrar en el pasillo principal, realmente no sabía por qué pero la mayor parte de veces te veía o encontraba fuera de clases. Llevabas puestos unos jeans con playera de color negro, una chamarra de mezclilla clara y tu maletita con las papas que vendías, yo iba con mi amiga Diana, nos saludamos y te preguntamos qué hacías afuera en vez de estar en clase pues nosotras teníamos hora libre.
-Llegué tarde y ya no nos dejan pasar, así que mejor espero a mi amigo Jos, ¿Ustedes a dónde van?
-Vamos a la tienda y después a platicar a los tubos con unos compañeros.
Los tubos es un punto de reunión para muchos alumnos en hora de descanso u horas libres, ahí pasa de todo, depende para qué los requieras, estudiar, platicar, beber, fumar, etcétera. Después de pasar a la tienda y comprar mi lechita de sabor chocolate, caminamos y llegamos a los tubos, nos sentamos y mis compañeros comenzaron a hablar, lo sé, para ti eran solo niños tontos abriendo la boca para decir cosas sin sentido y tonterías (pero son buenas personas), supongo que fue algo incómodo y podría decir que desesperante y por esa razón quisiste irte.
-Ya me voy, yo creo espero a Jos dentro de la escuela.
Como a mi amiga tuvo una perspectiva muy similar a la tuya, supuse también se quería ir.
-Nosotras también ya nos vamos
Nos levantamos y caminamos hasta la escuela, al llegar al pasillo de nuestro edificio nos separamos con un "Nos vemos".
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¿Por qué me enamoraste?
Novela JuvenilUno nunca va por la vida deseando enamorarse, puede que existan personas que sí, pero no todos. Vale es una chica que al igual que todas, es única y especial, no cree en los cuentos de princesas, no ha tenido tantos chicos en su vida a comparación...