[PARTE UNO: Comienzo]
Garu no entendía mucho de lo que pasaba, sabía que las cosas estaban algo turbias con respecto al Tobe, se quedó algo preocupado cuando Pucca le mencionó sus visitas y advertencias sospechosas sobre un peligro que se avecinaba, aunque sabía que Pucca no le decía todo, pues se reprimía algo, lo sentía. Aunque era un golpe de suerte, pues está vez, él estaba presenciando una de esas advertencias que ya había escuchado.
Se encontraba ubicado al otro lado de la calle, los veía perfectamente desde la sombra de un puesto de abanicos y accesorios, pues quedaba enfrente de eese callejón donde Tobe y Pucca se encontraban, ajenos a la presencia del ninja. Veía que Tobe se limitaba a hablar mientras que su acosadora lo veía confundida. No sabía si ir personalmente a arreglar esa angustia que Pucca le había mencionado, aunque se enojó un poco cuando ella no le dijo más ¿a caso era algo incómodo? Aunque ese pensamiento lo desechó cuando lo pensó, esa mujer tenía de todo menos vergüenza, si ella quería que él hiciera algo al respecto, como buen ninja respetable, claro está, pues ayuda a quién se lo pide lo haría sin renegar; al fin y al cabo el se sentía orgulloso de ayudar sin esperar nada y Pucca como todo el pueblo estaba incluidos en ese pensamiento.Vio cómo Pucca hizo un movimiemto de irse, a lo que Tobe la tomó del brazo intentando detenerla. Ese gesto, por muy inocente que fuera le provocó una extraña sensación desagradable en el pecho, ¿qué era eso? Duras penas entendía ese calor que sentía al estar con ella y no se siga de ese cosquilleo que sintió algunas semanas antes como para tener que trabajar en comprender esa nueva sensación. Observó como Tobe expresaba algo de desesperación en su rostro, aunque no podía oírlo sabía que el tono de voz de éste había cambiado, pues las facciones de su boca eran más toscas. ¿Qué se traía con Pucca?
Poco después, Tobe se alejó dejando a Pucca algo pálida y con un facción de verdadera confusión. Espero hasta que Pucca tomara de nuevo su postura y cuando la vio salir de ese callejón no espero más y se acercó a ella.
Como era de esperase, la presencia del ninja fue identificada de inmediato, Garu a un no podía entender como hacía eso. ¿A caso el soltaba una especie de olor sólo reconocible para Pucca? Si no era así, no sabía que podría ser y no sabía si quería saberlo. Debía admitir que a veces su acosadora le daba algo de miedo.Pucca se acercó a él, de manera tranquila, intentando oprimir ese deseo de saltarle en cima. Había notado que desde que se comportaba él solía sentirse más cómodo.
Era verdad que ella era impulsiva y que el amor que le tenía lo tenía que sacar de alguna manera cuando lo tenía cercas, pues sentía que explotaría. Sin embargo, a ella le agradaba el cambio, podría decirse que en ese aspecto Pucca estaba madurando.Garu le hizo un señal para que la siguiera, a lo que ella respondió con un afirmativo movimiento de cabeza. Pucca tenía que regresar al restaurante, su jornada aún no acababa, pero pensó que cinco minutos observando a su amado no le haría daño, después de todo no lo veía desde el jueves de la semana pasada, cuándo Abyo había encargado fideos para la residencia de Garu, donde ambos estaban entrenando. Pero algo en ella sabía que el novio de su mejor amiga tenía otras intenciones cuandose trataba de su ninja, pues tenía una mirada de curiosidad e incluso de acusación, ¿de qué? Aún no lo sabía. Garu no se daba cuenta de eso, ella sabía perfectamente lo denso que podía ser.
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Se sintió algo frustrado por lo que Pucca le escribió en aquella nota. Aunque ella no se lo pidiera, iría con Tobe para dejarle en claro que tendría que dejar sus juegos con Pucca, no quería que le provocara incómodidad. Por más que ella le rogó que regresara con ella al restaurante para preparle un delicioso plato de fideos desistió.
Era más importante hablar con él, aunque le fue difícil negarse, ese sentimiento en el pecho le dio ese empujón. No sabía a que se debía, pero le gustaba que lo impulsara con determinación a rechazar algo que viniera de esa chica, si lo pensaba bien le sería de mucha ayuda si esa determinación siguiera presente en él, pues necesitaba de eso y más para su misión final para ser libre de todo sentido, aunque la sensación no era nada agradable.Observó una vez más la nota, Tobe se había reformado. Tenía una empresa de venta y creación de armas, había dejado de ser un vándalo y de ser una molestia para él. Lo había dejado en paz con su entrenamiento al igual que había dejado sus bromas e intentos de acabar con él y la aldea sin embargo, desde hace mucho no tenía nada nuevo de él. Era cierto que en ocaciones le jugaba una que otra broma demasiado infantil, recordándole aquellos tiempos en donde eran unos niños, pero ésta bromas a su acosadora le provocaba un mal sabor de boca.
No tardó mucho para llegar a lo que una vez fue la guarida de ese hombre. Tocó un oar de veces, atento a cualquier ataque infantil por parte de él o de sus secuaces, con él no se sabía.
— Tardaste más de lo que pensé —Un voz se escuchó no muy lejos detrás de él. Sin duda se trataba de Tobe.
Con su característico gesto fruncido, se dio la vuelta oara encarar a un rostro socarrón. — Pero me alegra que vinieras, me preguntaba si tendría que ir a tu choza a buscarte.Garu gruño. No tenía tiempo que perder, tenía hambre y tenía que entrenar aún. Con algo de brusquedad sacó su libreta y escribió algo, después se lo tendió a Tobe.
El ninja no se lo podía creer. En serio Garu le gritaba a no más poder que se burlara de él.
— Mada de que debas preocuparte, aunque hay verdad en todo lo que le he dicho a ella.
Garu frunció más su ceño, ¿de qué rayos hablaba? No tenía tiempo ni humor para sus estúpidos juegos.
— Vamos Garu, no seas un idiota amargado. Por tu expresión notó que tu amada no te ha dicho todo y la verdad no la culpo, sé que no he sido claro con ella y creí que serías lo suficientemente listo como para emtender mi "mensaje", pero dado caso de que no te lo dijo tal y como pensé tendré que hacerlo yo.
Garu no dijo nada porque no entendía nada. Tobe hablaba incoherencia, quería irse, no sin antea decirle que la dejara en paz. Ya tenía suficiente escuchando al idiota de su mejor amigo en sus lamentos porque Ching se comportaba de manera extraña como para estar al pendiente de Pucca. ¡Tenía cosas que hacer! Tenía quw entrenarse mentalmente, psicológicamente, físicamente para su prueba final, pero como siempre parecía que lo olvidaban. Pero entre todo su lío de palabras, la actitud de Tobe mostraba algo profundo, una razón detrás de esas advertencias sin sentido hacía Pucca.
—Te lo diré todo, vamos, sigueme.
Sin esperar la respuesta de Garu, se dio la media vuelta y caminó hasta que se acegurara de que nadie lo estaba siguiendo. Se sentía aliviado, él al fin había ido y por fin pondría en marcha su plan. Al fin entendería porqué hacía eso, Ching estaban haciendo su trabajo, ahora le tocaba a Pucca.
Pensar en esa chica de coletas le recordó la nota de Garu:Deja de molestar a Pucca.
Claro que no. No podía dejar de molestarla hasta que ella aceptara, esa nota no mostraba más que un estúpido amor por la chica y miy en el fondo, una chispa de celos.
"Genial, ya que Garu está aquí se podría decir que el juego acaba de empezar" pensó.
Holaaaaaaaaa c:
He vuelto y no, no hay excusas pero la inspiración me llegó y bueno, aquí está el capítulo.
Es un especial, estén atentas porque ya actualizaré seguido porque ta estpy de vacaciones. Ya aprobé todas las materias y no me queda más que proclastinar.
Espero que lo disfruten.Nos leemos pronto. ^^
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Mi tímido ninja. (Garucca)
FanfictionEs tan tímido y cerrado con todos, incluso con él mismo, por esa razón él nunca a entendido de todo lo que siente con respecto a Pucca. En cambio, ella sabe perfectamente los sentimientos de su querido ninja, por esa razón no sé da por vencida, po...