"Mi amado Garu.
Te he empacado comida y algunos bocadillos, para que disfrutes durante el viaje. Pero los bacadillos están ocultos en tu mochila para que Abyo no se los coma. También, aprovecho para decirte algo: tenemos que hablar. NO TE ALARMES.
No quiero que te estreses, entres en pánico o algo por el estilo. Entiendo perfectamente que es complicado, pero por más que quiera dejar el tema no puedo. Será una plática amena, nadie hará presión, pero creó que merezco algunas palabras de tu parte de acuerdo a... nosotros. Una vez más, no te quiero presionar. Seré paciente, porque tú lo vales. A veces me da mucho coraje que no lo veas, ojalá pudieras verte desde mis ojos: tan atento, caballeroso, educado, valiente, fuerte, honrado, responsable, dedicado y no sólo eso, sino que adoro lo otro; el lado gruñón, el testarudo, el reservado. Adoro todo lo que tenga que ver contigo, eres tan inefable.
Cuándo me besaste, me sentí inmensamente feliz y sólo tú, mi querido ninja, tienes ese efecto en mí.Cuidate mucho
Te quiere, Pucca."
Garu, al leer la carta la dobló con mucho cuidado. Al fin la había leído, era tan hermoso todo lo que decía.
Ella amaba todo de él, lo bueno y lo malo y eso, lo hacía sentir tan... raro. Sentía la cara caliente, ¿cómo era posible que ella le provocara el sonrojo a muchos kilometros de distancia?Su acosadora era única y quería respuestas. Sabía muy bien que ella se las merecía, pero por una parte lo tranquilizaba porque lo que menos quería era que se sintiera presionado, se sentaría a hablar y quizá no tenga que tomar una medida tan drástica, como irse.
¿Desde cuándo ella dejó de ser una niña caprichosa para convertirse en alguien tan madura?
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La reliquia la encontraron en un mercado negro, el vendedor no tenía ni idea de lo que vendía, de esa manera fue muy fácil adquirirla.
Garu la había guardado muy bien en su mochila y partieron rumbo a Sooga.Abyo no paraba de hablar de su gran técnica ninja y cada rato hacía un pregunta referente a Pucca. Eso era demasiado extraño, aunque puso su postura defensiva y se limitaba a gruñir. La caminata era más dura de regreso, tenían que subir muchas colinas.
A medio camino, se sentaron a comer un poco. Abyo comía las sobras de los fideos que Pucca empacó, mientras que él comía disimuladamente los vocadillos que ella había guardado.Cuando vieron los colinas que rodeaban Sooga, supieron que estaban en casa. Al llegar al bosque de bambú Abyo se despidió de Garu para ir directamente a ver a Ching, ya que si no lo hacía le daría una buena paliza.
Por su parte, Garu se dirigió al templo del maestro Soo. Mientras más rápido terminará con la misión, estaría más pronto en casa y descansaría.Al llegar, el maestro Soo lo recibió con alegría. Feliz de que la reliquia estuviera a salvo en el templo.
--- Me da gusto que hayas vuelto sano y a salvo. Si hubieras llegado unos quince minutos te encontrarías a Pucca.
Garu no supo que decir. Así que decidió hacer caso omniso a ese comentario.
Le entregó la reliquia, estaba a punto de hacer una reverencia e irse pero el maestro tenía algo más que decir.--- Ella estaba muy procupada por ti, además se encontraba algo ansiosa. Deberías de ir a verla - miró con intensidad a Garu, la verdad aún no quería verla.
Sin decir nada más, él se retiro. El maestro Soo, sabía muy bien el conflicto interno que había dentro del ninja.
Recuerda con cariño el día que él llego a pedirle su ayuda para recuperar el honor de su familia, tan sólo era un niño. Vio en él un espíritu valiente, honesto, recto y supo que era digno.Desde ese momento, él no ha echo otra cosa trabajar muy duro para recupero algo que él no perdió. Sin embargo, se ha dedicado tanto a ese objetivo que olvidó casi por completo a todo lo demás.
La vida personal era muy importante. Por suerte, llegaron personas que no solo lo han apoyado, sino lo han acompañado y comprendio. Y no hay que olvidar a Pucca, el maestro Soo no pudo evitar sonreír, pues además de eso ella lo ha amado, cosa que Garu no conoce de todo muy bien.
Ella se a metido sin su permiso y a la fuerza, pobre de su estudiante.El conflicto no era más que algo que tenía que pasar tarde o temprano. Al fin de cuentas, él merece amar y ser amado... su honor está casi restablecido y eso, lo alegra mucho.
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Garu se encontraba en su cama, ya era se noche. Sus pies le dolían por caminar mucho, sin embargo la ducha lo había relajado.
Su pequeña casa se sentía un poco sola sin su fiel amigo, mañana iría por él aunque eso implicara hablar con su acosadora, hablar de un tema tan vergonzoso, pero también de abrirse a la única persona que se lo merece.Ya sé, no he actualizado, pero de que lo hago lo hago.
Aquí hay una parte más, una donde Garu piense un poco las cosas antes de hacer una tontería.
Espero que lo disfruten, queridos lectores.
Nos leemos pronto.
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Mi tímido ninja. (Garucca)
أدب الهواةEs tan tímido y cerrado con todos, incluso con él mismo, por esa razón él nunca a entendido de todo lo que siente con respecto a Pucca. En cambio, ella sabe perfectamente los sentimientos de su querido ninja, por esa razón no sé da por vencida, po...