"Una maldita y hermosa familia"
Isaac WalkerDoy vueltas en la cama, me siento incomodo hasta con las sabanas encima y ninguna posición me resulta placentera. La cabeza no para de darme vueltas, no puedo dejar de pensar en todo aquello que dijo Boris ayer por la tarde. Y es que no le encuentro sentido, ¿Por qué aceptar el dolor y toda esa mierda? ¿Por qué hacerlo cuando sabemos que nos hace mal? La verdad que no lo comprendo. Y el muy mierda no quiere siquiera explicarme porque según él ya lo voy a entender.
Me rindo, no conseguiré dormir si no hago algo para sacarme esa idea de la cabeza. Me destapo de mala gana, arrugando las sabanas y mantas en el final de la cama, y voy a encender la luz. La habitación no es tan grande pero tengo comodidad, tengo mi propio armario, mi cama de dos plazas, mis mesitas de luz y lo más importante mi rincón de la paz. Y no, no es un rincón donde me drogue, al menos no muy a menudo. Allí tengo mi caballete y mi escritorio con todas mis cosas artísticas que me costaron un riñón y medio.
Saco un lienzo en blanco del armario, uno no muy grande de 70 x 70, y lo coloco sobre el caballete. No sé muy bien que voy a hacer pero no me preocupo, cuando dibujo es el único momento en que no tengo límites, estructuras ni rutinas. Es lo único en lo que me puedo permitir no llevar un orden y eso es magnífico, es como una brisa de aire fresco en pleno agosto italiano.
Comienzo el boceto sin titubear, en la primera línea ya se cual será mi obra maestra y no me detengo hasta que lo termino. Es un chico de facciones rectas y finas, sus ojos son grandes y tristes pero observa con cansancio a aquella figura oscura y macabra que lo toma del hombro, como si fuese rutinario. Lo está observando de soslayo por lo que su perfil es un poco inclinado, sus labios están entre abiertos con una mezcla de sorpresa y temor que intenta ocultar. Quería reflejar la duda y ese hilo de pensamientos confusos y negativos que pasaban por mi cabeza. Yo era el chico y aquel hombre, que solo era una sombra, mi inconsciente.
No me desagrada del todo la idea planteada, pero ahora debo llevar el sentimiento en la punta de mi pincel para trasmitirlo en sus expresiones. Sé que me llevara horas pero la emoción supera por completo mis ganas de dormir, las cuales prácticamente son inexistentes.
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Miro el lienzo, veo como aquella blancura pulcra se transformó en miles y miles de trazos llenos de pintura. Veo como todo comienza a armonizarse, como la paleta de colores encaja tan bien. Me siento orgulloso, dichoso de ver tantos cambios en mis pinturas. No pretendo ser el mejor ni quiero serlo, más bien quiero expresar a través del arte todo lo que no puedo expresar con las palabras.
Escucho como la puerta se abre lentamente y seguido de ello un suspiro de cansancio.
Me giro con una de mis mejores sonrisas, intentando mostrar completa inocencia. Boris niega mientras se recarga en el umbral de la puerta.__No dormiste__ concluyó, esta vez cruzándose los brazos sobre el pecho.
Detesto cuando hace esto, me siento un niño pequeño al cual están regañando.
__Estaba emocionado__ encojo los hombros, quizás si le restó importancia no se enoje tanto__ y dormí dos horas.
__Isaac, como mínimo debes dormir seis, como mínimo__ remarca la última palabra con impotencia. Si, estaba enojado.
__Hey, estoy bien. Me siento bien, estoy tranquilo y no dormir mis ocho horas diarias por un día no va a afectar el medicamento__ me levanto de mi asiento intentando calmarlo__ No volverá a pasar, lo prometo__ extiendo mi mano y alzo ambas cejas intentando darle mi mejor cara.
Y es la verdad, me siento bien y no tengo pensamientos perturbantes últimamente. Solamente ayer en la noche pero no fue tanto como suele ser, ni siquiera me genero el estrés que solía manejar. Fue... normal.
Mira mi mano con recelo, sé que solo se hace el duro para no ceder fácilmente, y entonces sus hombros se relajan y una pequeña sonrisa se le dibuja en los labios. Sonrío de oreja a oreja, aunque no haya sido nada no me gusta que se enoje conmigo.
__Límpiate un poco y ven a desayunar__ exclamó al fin__ Y lleva tu medicamento__ agregó mientras se aleja por el pasillo.
Vuelvo hasta mi rincón de la paz y tomo uno de mis paños para quitarme el exceso de pintura fresca de mis manos y un poco de mi cara. Hay veces en las que no me doy cuenta y suelo tocarme el rostro o el torso con las manos llenas de pintura, o incluso con los pinceles. Una vez termine con el torso pintado casi por completo y Sarah me secuestró para hacerme varias fotos, la verdad que estaban hermosas. Nunca creí que podía lucir asi de bien en una fotografía.
Voy hasta mi mesita de luz y del primer cajón saco dos cajas de color azul con blanco y me dirijo hacia el pasillo. Recien eran las siete y cuarenta y cinco, todavia tengo tiempo antes de tomarlas.
El departamento no es tan grande pero es cómodo, la cocina y la sala de estar están separadas solamente por la barra que en realidad es una encimera, y el baño se encuentra cerca de la puerta de entrada, eso no es tan cómodo pero es algo.
En cuanto llego a la sala de estar me detengo de golpe. Sarah estaba sentada en la barra de espaldas a mí, y era ella porque reconocería esa melena castaña y ondulada donde sea que fuera.
__ Con que te acuerdas de tus amigos__ comento guardando mis medicinas en uno de mis bolsillos.
Su cuerpo se sacude pero no se vuelve a mirarme, sigue mirándolo a Boris, el cual le sonríe con dulzura. Y sin darme cuenta se gira sobre la banqueta y siento el flash resplandeciente dejándome ciego.
__ ¡Estoy de vuelta malditas perras!__ la oigo gritar mientras yo froto mis pobres ojos.
__ Maldición Flores, había olvidado lo tediosa que es tu maldita cámara__ me quejo recuperando la vista de a poco, ahora vería puntitos blancos por un rato.
__No sabes lo que fue hoy cuando la tuve que ir a buscar al aeropuerto, casi atropello a una anciana__ intervino Boris cambiando completamente su expresión, ahora se mostraba fastidioso pero sus ojos brillantes demostraban otra cosa.
__ ¡No seas mentiroso, tu quisiste atropellarla porque decías que estaba tardando demasiado en cruzar!__ gritó Sarah a la defensiva mientras lo apuntada con su dedo acusador, ese que siempre utiliza cuando se enfada.
Boris abre la boca haciéndose el ofendido, solo faltaba que se lleve la mano al pecho.
No pude contener las carcajadas y es que no cabe duda de que lo que dice Sarah es verdad, yo mismo lo he visto como se frustra cuando alguien se tarda en cruzar la calle.
__ ¡Entonces ahora es mi culpa!__
__ ¡Pues claro que lo es, tu manejabas y te quejabas, no yo!__
Y asi siguieron gritándose mientras yo hiperventilaba de la risa. Ahora sí, volvíamos a ser una maldita y desastrosa familia.
¡Buenas! Espero estén bien, no quiero aburrirles pero creo que sería bueno mostrar la vida cotidiana de Isaac y como es su círculo social. Espero lo hayan disfrutado y se hayan divertido como lo hice yo.
Voy a intentar actualizar lo más que puedo pero no prometo nada, suelo tener bloqueos y frustrarme muy rápido.
Tengan linda noche/mañana/ tarde, y nos estamos leyendo.
-Hades 🦂🥀
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Seas quien seas, Isaac Walker
Teen FictionTrate demasiado odio en mi vida. Mucha ignorancia que siempre llegaba a mí en forma de insultos, repudios e incluso golpes. Mudarme a Inglaterra suponía el fin de aquel maltrato y tanta falta de percepción a lo que es la libertad y la diversidad. Y...