꧁『 𐒩ηḑ𝒆𝜞ṂՕη𝘚ʈ𝒆𝜞Ṃᵞʈĥ 』꧂

꧁【𝔏𝔞 𝔡𝔢𝔰𝔢𝔰𝔭𝔢𝔯𝔞𝔠𝔦ó𝔫 𝔡𝔢 𝔲𝔫𝔞 𝔪𝔞𝔡𝔯𝔢】꧂

- Joven Nightmare, bienvenido. - Una voz emanaba del trono.

- Pues no me siento así, me encerraste en una mísera celda con locos y me quitaste mi amuleto. - Sus tentáculos se tensaron. Nunca pensaba volver a ver al monarca. 

- Vaya... Sigues siendo rencoroso. - Se puso de pie extendiendo sus grandes alas de brillantes colores. - Te recuerdo que eres un simple prisionero. Te corrompiste al no saber controlar tu magia después de que te quitara esta estúpida baratija, eres tan inútil que ni si quiera pudiste reprimir tus sentimientos sin tu hermanito al lado. - Tomó el collar con forma de sol. Seguía tal y como lo recordaba, tan brillante como nunca.

- No metas a Dream en esto. - Ahora se había enojado. - Eres tan inservible que no pudiste atraparlo después de más de 8 años. ¿Cómo se siente que 'Campanilla' se te escapara de tus manos 'Garfio'? - Su tono burlesco empeoraba la situación.

- Por eso te ganaste 1 semana entera en aislamiento, espero estés feliz, podrás recordar a tu preciado hermano sin distracciones. ¡Ah! Me olvidaba, sin comida. -

- No quería tu putrefacta comida de todas formas, dásela a Horror que seguramente es el único que la disfruta aquí. - Rodó la única cuenca que tenía visible. - No creo que me llamaras a tu mierda de trono para hablar de mi hermano, escúpelo. - Algo se traía entre manos.

- Vi tu pequeño acto, me parece una pena que tu y Cross hayan cortado, hacían una linda pareja. - Fingía una tristeza exagerada.

- No son tus asuntos. - Lo estaba sacando de sus casillas pero estaba rodeado de guardias. Un caballero con una armadura oscura cual la noche se encontraba escuchando toda la conversación desde un punto seguro, nadie sospecharía de él. - Si oíste todo, entonces debes saber que era mi juguete preferido, pero tengo más a mi disposición. -

- Pobre pequeño. - Suspiró. - No va a tener un padre a su lado. -

- Pfff... Jajajajaja. - Rió repetidamente, era la broma más graciosa del mundo. -¿Cross? ¿Embarazado? Tienes tanto dinero que no pasaste ni clases de colegio, es imposible que haya engendrado algo dentro de ese bastardo. - Volvió a reír.

- Si es tan imposible. - Hizo una pausa. - ¿Entonces porque tengo esto? - Una amplia sonrisa se expandió en su rostro. - Es una prueba de embarazo humana. Créeme que si no fuera un caso especial no la hubiera utilizado, quedan muy pocas. - Bajó las escaleras mientras algunos guardias esposaban al azabache.

- ¡Oye! ¡No me toques con tus sucias manos! - Se liberó de algunos pero pronto arribaron más, logrando detenerlo.

Se colocó delante suyo. - Mira bien Nightmare. Lamentablemente expandiste tus genes a un niño, felicitaciones. - Estiró su brazo, obligándolo a que mire atentamente ese artefacto. Dos líneas rojas se quedaron marcadas en su mente, era positiva.

- Tiene que haber un error... No puedo ser padre de esa cosa... - Le costaba respirar. - Hay unas cuantas chicas aquí, esa prueba puede ser de ellas. - Observaba con horror, sus piernas flaqueaban, su torso se achicaba mientras un revoltijo de emociones estallaba en su interior.

- Ya quisiera. Lo que menos quería era tener un mini Nightmare dando vueltas en este lugar asqueroso. - Hizo una seña con su mano. - Le podrás reclamar a otra persona, yo solo hice lo que tenía que hacer. - Se retiró nuevamente a la imponente silla con toques dorados,  sentándose. 

- ¡Oigan! ¿¡Pero que creen que hacen?! - Esa voz era familiar. Varias personas se acercaban con un esqueleto entre ellos. - Voy a caminar pero dejen... Me... - Enmudeció al ver al ajeno casi con una camisa de fuerza. - . . . - Apartó la mirada, ya no quería seguir llorando como lo hizo toda esa noche.

- Anda Cross. - El aludido dirigió su vista al Rey. - Dile que tienes un bastardo suyo y acabemos con esto de una vez por todas. - 

- N- No sé de que me está hablando su alteza... - Sus orbes se volvieron pequeñas. No pudo evitar el tartamudeo en su frase, se encontraba solo a unos pasos del progenitor de su bebé, los nervios lo estaban matando.

- Dime que es una broma... - Sus huesos se estremecieron por completo al fijarse en su mirada, una mirada oscura y sin vida. - ¡DIME QUE ES UNA PUTA BROMA CROSS! - Se removió furiosamente siendo sostenido fuertemente para que no dañe a nadie. - ¡NO PUEDE SER QUE ESE ESTÚPIDO NIÑO SEA MÍO! ¡¿CÓMO MIERDA SERÍA ESO POSIBLE?! ¿¡EH CROSS?! - Gritaba a todo pulmón, afuera se escuchaban varios pasos acelerados por el estruendo. Algunos se colaban en la reja entre la sala del trono y el área común, algunos no tenían interés y se marchaban a sus respectivas celdas.

- N- Nightmare yo- 

- ¡¡¡NO QUIERO TUS EXCUSAS CROSS!!! - Lo interrumpió. - ¡NO TE VAS A LIBRAR! ¡ME ASEGURARÉ DE QUE ESE ENGENDRO NO SOBREVIVA! -  Su ira era inimaginable, sus gritos eran penetrantes hasta el alma.

- Este si que es un espectáculo. - Rió. - ¡Reaper! -

El llamado se sobresaltó. Salió de la parte trasera y se teletransportó a un callejón que daba a la sala del trono. - ¿Si mi Rey? - Actuaba normal. Si lo descubrían, ya no viviría como para contarlo.

- Lleva a Dust a la celda de Nightmare, últimamente sus ataques de esquizofrenia han ido bajando, será algo así como una recompensa. Esta noche los dos tortolitos dormirán juntos, tal y como una familia. - Muchos de los monstruos que se encontraban escuchando todo callaron. No se oía ni un solo murmullo, Cross palideció abrazándose el vientre temblando.

- P- Pero señor- 

- Es una orden Reaper. - El tono se volvió más profundo, iba a disfrutar los gritos de dolor del monocromático.

- No me puede hacer esto, por favor... - No tenía fuerzas suficientes para hablar. - No puedo soportar más por favor... - Su voz se desvanecía en el silencio fatal.

- Lo lamento tanto crucecita, pero me causaste demasiados problemas como para perdonarte esta. - Se encogió de hombros. - Además, tarde o temprano tu hijo sería exterminado. Es mejor ahora, así no te encariñas tanto con él. Míralo de esta manera, te estoy haciendo un favor, no tendrás que lidiar con llantos en la madrugada, no morirás de hambre por alimentarlo, no sufrirás el horrible dolor del parto. Dolerá que lo maten, obviamente, pero será una gran carga menos. - El caballero no podía imaginar la crueldad de la realeza. Se encontraba indignado, aguantando las ganas de cortarle la cabeza con su espada, ¿Cómo su Rey había llegado de ser un monarca sabio a un sádico que no tenía una pizca de preocupación por los demás? - Tienes 4 horas exactamente, retírate. - Guardias escoltaron al menor, su llanto era desgarrador. El de armadura negra apretó con fuerza su mandíbula, tenía que ayudar de alguna manera, tenía que haber algo que podría hacer.

 - Y con respecto a ti. - Observó de reojo al azabache. - Esto nos beneficia a los dos, no lo arruines. -

- Nunca haría tratos contigo... Pero esta es una excepción. - Sonrió soltando una risa. - Puedes estar seguro que no lo haré. - Le dedicó una mirada al caballero, quién estremeció. Se carcomía de dentro hacia fuera, no iba a permitir que un niño inocente pague por crímenes que no cometió, pero tenía la alta probabilidad de no salir vivo de aquel cubículo. 

꧁☆☆ＦＩＮ ＤＥＬ ＣＡＰÍＴＵＬＯ☆☆꧂

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