Oikawa había regresado a Japón solo durante el mes de diciembre, al único que le había avisado era a Iwaizumi. De todas formas, la razón por la que regresaba era él.
Comenzó a preocuparse un poco cuando no encontraba a su amigo en el aeropuerto, así que decidió marcarle.
— Iwa-chan, ¿dónde estás? – preguntó a modo de berrinche.
— Voltea para arriba, tonto – contestó éste.
Volteó a ver entre la multitud de la gente que estaba en el segundo piso y ahí estaba. Sintió como su corazón saltó al verlo y apresuró el paso para subir las escaleras eléctricas.
Cuando llegó al final de las escaleras Iwaizumi se había acercado para encontrarse con él.
Tooru no pudo contenerse más y lo abrazó fuertemente hundiendo su cara en el cuello de Iwaizumi y respiró hondo, amaba el aroma que desprendía aquel chico.
— Tooru... Estás haciendo que todos nos vean – dijo Iwaizumi después de un tiempo.
Oikawa rió.
— Discúlpame por haberte extrañado tanto – contestó fingiendo molestia.
— No es como si yo no te hubiera extrañado, idiota – dijo Hajime dándole un pequeño codazo. — Ahora déjame ayudarte con eso – pidió señalando la maleta que traía Oikawa.
Iwaizumi dirigió a su amigo a un carro que estaba en el estacionamiento, quitó el seguro y abrió la cajuela.
— Así que finalmente ya tienes coche propio – comentó Tooru
— Sí, aunque no era el que quería. Pero supongo que no me puedo quejar mucho – contestó él riendo un poco.
El viaje había sido un poco incómodo, ninguno sabía que decir así que decidieron poner música. Los nervios de Oikawa iban en aumento y había comenzado a jugar con sus manos.
Llegaron al departamento de Iwaizumi y al entrar Tooru se sentó en la cama, aún jugando con sus manos.
Hajime se sentó a su lado y tomó sus manos.
— Si sigues así vas a terminar de ponerme nervioso a mí – dijo mientras se acercaba a él.
Oikawa se quedó quieto al sentir que solamente estaba a unos centímetros de besarlo.
— Uh... Am... ¿Puedo?– fue lo único que preguntó Oikawa.
— No tienes que preguntar – contestó Iwaizumi.
Finalmente se besaron, ¿cuántas veces no había soñado con aquello en la vida y más en los últimos meses?
Iwaizumi lo acomodó para que se sentara en sus piernas sin dejar de besarlo y le quitó la playera.
— Realmente has estado entrenando mucho – comentó Hajime entre besos pasando las manos por el torso de Oikawa.
Tooru no dijo nada, procedió a quitarle también la playera y comenzó a bajar besándole el torso.
— Tambien tú has estado entrenando, Iwa-chan – contestó él.
Continuaron hasta quedar completamente desnudos, ambos hicieron una pequeña pausa no sabían muy bien cómo continuar.
Oikawa fue el que rompió el extraño silencio que se había formado.
— Iwa-chan... Sé gentil conmigo – le pidió dándole permiso de que continuara.
Iwaizumi sonrió, no sabía si aquello había sido muy tierno o reír un poco por lo inocente que sonó. Se paró y sacó de un cajón dos cosas.
— La protección y la comodidad es lo primero – comentó enseñándole los condones que traía y el lubricante.
Oikawa se sonrojó y volteó para otro lado.
Iwaizumi se colocó el condón y se puso un poco sobre Oikawa besándolo de nuevo.
— Espero que después de esto se te quite la pena – le susurró al oído.
Iwaizumi comenzó a aplicarle lubricante a Oikawa, quien intentaba por todos los medios no soltar un gemido.
— Vamos, Tooru. Déjame oír tus lindos gemidos – le pidió Iwaizumi mientras iba metiendo un segundo dedo dentro de él.
Fue entonces que no pudo controlarse mucho más y comenzó a gemir pero muy bajo.
— Me dices si debo parar – le indicó y comenzó a entrar dentro de Oikawa.
Tooru no sabía que sentía más si placer o dolor, era una extraña combinación de ambos. Apretó los ojos y se mordió el labio para no decir nada después el dolor se calmó un poco.
— ¿Me puedo mover? – le preguntó Iwaizumi y él asintió con la cabeza.
Oikawa se dejó llevar entonces, comenzó a gemir cada vez más fuerte el placer se había intensificado y el dolor desaparecido por completo.
— Iwa-chan... Se siente muy bien, sigue... Más rápido – gimió Oikawa
Iwaizumi así lo hizo, comenzó a ir más rápido causando que Oikawa comenzara a gemir más fuerte y le arañara la espalda.
Después de unos minutos así Tooru hizo que Hajime se acostara y se puso arriba de él.
Había sido más fácil ahora que entrara en él y en aquella posición se sentía mejor, Oikawa pensó que se iba a volver loco de tanto placer. No se dio ni cuenta del momento en el que comenzó a gritar, intentaba subir y bajar lo más rápido que podía pero era lo más que daban sus piernas y sentía que en cualquier momento iba a venirse.
Oikawa se apartó el cabello de la cara y aún sujetandolo hizo la cabeza para atrás y se vino. Iwaizumi se vino después de él, los dos quedando totalmente agotados.
Tooru se recostó al lado de Hajime y suspiró.
— Wow... – fue lo único que pudo decir y sonrió intentando reprimir una risa.
Por otro lado Hajime si rió un poco.
— Maldición... – dijo soltando otra pequeña risita.
— ¿Qué cosa, Iwa-chan? – preguntó Oikawa un poco confundido.
— Estos últimos meses me había repetido a mí mismo que era imposible que fuera gay, intenté negarlo incluso trayendo a aquella chica... Pero ninguna chica me ha hecho sentir lo que tú me hiciste sentir ahorita – explicó Iwaizumi.
Oikawa puso los ojos en blanco y rió un poco.
— Tonto, Iwa-chan... – dijo
— Tooru... ¿quieres otra probada de este tonto? – preguntó Hajime sonriéndole
— Eso no se pregunta – contestó él mientras lo besaba apasionadamente.
Aquella estaba siendo la mejor bienvenida.
![](https://img.wattpad.com/cover/223580473-288-k519067.jpg)
ESTÁS LEYENDO
No me odies ~Finalizada
FanficOikawa nunca le dijo a Iwa-chan que le gustaba, están a punto de ir a la universidad así que decide decirle aunque sabe que Iwaizumi lo va a rechazar. De todas formas Oikawa irá a otro país a jugar voleibol, así que no importa.