Habían estado disfrutando la semana que Iwazumi iba a estar en Brasil al máximo. Oikawa lo había llevado a diferentes lugares para conocer y ver, habían conseguido permiso para regresar a más tardar a las 10 pm todos los días.
Intentaban no pensar mucho en el hecho de que se volverían a ver hasta dentro de dos meses, lo cual iba a ser difícil más por haber pasado 9 meses sin verse.
Fue este mismo hecho que había impulsado a Oikawa a preparar una sorpresa para Iwaizumi, quería una cita linda y formal con él así que durante la semana comenzó los preparativos para que todo saliera bien.
Ni siquiera el mismo Oikawa había entendido como había podido planear todo aquello sin que su novio se enterara, sobretodo porque la mayoría de las cosas las había hecho con él estando a su lado. Su mayor preocupación fue cuando tuvo que ir a pedir permiso a su entrenador de llegar esa última noche tarde, el cual accedió con la condición de que llegaran antes de que tuvieran que ir al aeropuerto.
Llegado el día le había pedido a Iwaizumi que se adelantara al hotel, éste llegó al cuarto un poco extrañado por la actitud de Oikawa.
Encima de la cama se encontró con un conjunto de ropa y encima una nota.
Cámbiate, te estaré esperando abajo. Te quiero :3
-Tooru
Iwaizumi siguió las instrucciones de su novio, se vio en el espejo después de cambiarse. Debía admitir que no era una ropa que él se hubiera comprado, pero se veía bien; extrañamente le quedaba muy bien la ropa.
Bajó al lobby y ahí estaba Oikawa esperándolo.
— Tooru, ¿a dónde vamos? – le preguntó curioso.
— No te puedo decir, solo vámonos – le dijo tomando su mano.
Se subieron a un carro que los conducía a su destino, finalmente paró en una playa.
Iwaizumi estaba un poco preocupado,ya estaba anocheciendo... Seguramente no tendrían mucho tiempo y el viaje hasta esa playa había sido bastante.
Salieron del coche y Oikawa tomó su mano nuevamente para guiarlo.
— Tooru... ¿sí nos dará tiempo de llegar al hotel antes de las 10? – preguntó, ya que era lo único que podía pensar en ese momento.
— No te preocupes por eso, he pedido permiso para llegar más tarde – explicó y le guiñó un ojo.
— ¿Tardaremos mucho en llegar a dónde vamos? – siguió preguntando, estaba un poco cansado como para seguir caminando
— No, iremos a allá – contestó señalando.
A lo lejos se veía una mesa arreglada con luces, velas, flores, champaña, un aspecto demasiado romántico para el gusto de Iwaizumi.
Debía admitir que había cambiado mucho su forma de ser con Oikawa y que se permitía ser tierno con él pero aquello era simplemente demasiado para su gusto.
— No seas idiota... No pienso sentarme ahí – dijo Iwaizumi parándose en seco.
— Pero Iwa-chaaaan... Me tardé mucho en arreglar esto para tí – admitió en forma de berrinche.
— ¿Tú... Lo arreglaste? – preguntó ahora un poco curioso.
— Sí, quería una cita bonita antes de que te fueras... Yo compré tu ropa, pedí permiso para llegar tarde y adorné el lugar si que te dieras cuenta – explicó sonriendo.
Iwaizumi puso los ojos en blanco.
— Eres un idiota muy cursi... Está bien. Tengamos una cita con miel extra – accedió Hajime.
Se sentaron, platicaron, intentaron no pensar que en unas horas ya no estarían juntos.
De repente la plática paró y se quedaron viéndose.
Oikawa se paró y le extendió la mano.
— Baila conmigo, Iwa-chan – le pidió.
Iwaizumi dudó un poco.
— No sé bailar... – contestó
— No importa, te guiaré – insistió.
Iwaizumi asintió y tomó su mano.
Oikawa lo acercó a él, se empezaron a balancear juntos y entonces pasó algo que Iwaizumi jamás se había esperado: Tooru comenzó a cantarle.Sé que yo estoy aquí y tú allá pero aún tenemos nuestro amor, nos movemos como la luna y el sol.
El sol sale, la luna se esconde. Todo un mundo separados pero no hacen ni un sonido, saben que su amor nos envuelve.
He estado en el cielo, he estado en el infierno, he estado en las Vegas y Dios sabe dónde pero nada se siente como hogar como tú, bebé.
Te amo más de lo que alguna vez sabrás.Hajime se recargó en el pecho de Tooru y un par de lágrimas se le salieron.
— Me escribirás todos los días, ¿cierto? – le preguntó Iwaizumi intentando que las lágrimas dejaran de salir.
— Claro que sí – contestó
— ¿Vendrás en diciembre? –
— Siempre –
— No me vas a cambiar por Satoya, ¿verdad? –
Oikawa se quedó sorprendido por la pregunta y paró de bailar, levantó la barbilla de aquel chico haciendo que lo viera a los ojos.
— Hajime... Eso nunca podrá pasar. Tú eres mi mejor amigo y mi novio, no podría pedir algo mejor. En otras palabras... Iwaizumi Hajime, eres el amor de mi vida – confesó sonriendo.
Iwaizumi se sonrojó bastante, odiaba cuando Oikawa decía aquellas cosas porque lo hacía sentir diferente. Se sentía protegido, querido y tenía miedo de que algún día dejara de ser así.
— Oikawa Tooru... Eres un idiota cursi, pero también eres el amor de mi vida – aceptó abrazándolo fuertemente.
Después de otro rato más, regresaron al hotel. Nuevamente ninguno durmió y solo se acurrucaron hasta que dio la hora de ir al aeropuerto.
Oikawa lo había acompañado le dio un gran abrazo y un último beso antes de que partiera.
— Sólo falta octubre y noviembre y después iré, no desesperes, amor – dijo a forma de despedida.
— Está bien... Te quiero, amor – contestó un poco a la fuerza.
Oikawa rió un poco por la forma en la que le intentó decir "amor".
— Te veré pronto, Iwa-chan –
Iwaizumi se dio la vuelta para irse, ahora comprendía porque aquella vez Oikawa no volteó para atrás.
Si lo hacía no podría irse, así que hizo lo mismo que su novio y solo agarró su maleta y se fue.
Por eso no quería ser su novio, estar lejos de él iba a ser más difícil...
Quería estar con él más tiempo, tenía miedo de que aquella relación no funcionara por estar lejos.
Pero también tenía muy claro algo: cuando se quiere, se puede.

ESTÁS LEYENDO
No me odies ~Finalizada
FanficOikawa nunca le dijo a Iwa-chan que le gustaba, están a punto de ir a la universidad así que decide decirle aunque sabe que Iwaizumi lo va a rechazar. De todas formas Oikawa irá a otro país a jugar voleibol, así que no importa.